Conocidos también como “piedras del rayo” o “piedras del cielo”, los meteoritos que han logrado llegar en parte a la superficie terrestre han ejercido una fuerte fascinación en todas las culturas, llegando a adquirir en algunos casos un hálito sagrado o religioso.

Te hablaremos de cuatro que han ejercido una especial influencia en sus tiempos, e incluso han llegado a nuestros días con su culto intacto.

4 piedras sagradas que cayeron del cielo

1. La piedra negra de Pesinunte

Cibeles es una de las diosas más antiguas de la que se tiene conocimiento, su culto se remonta al neolítico, en la región de Anatolia (Asia menor, actual Turquía), y en parte giraba en torno a un betilo (una “piedra de rayo”), un meteorito de piedra negra que fue tomado por los romanos durante la segunda guerra púnica –la guerra contra Cartago–, y trasladado a Roma, donde se le construyó un templo, que le fue consagrado en el 191 a.C., y se le rindió culto durante mucho tiempo.

La diosa Cibeles
La diosa Cibeles

Cibeles, una deidad telúrica, fue asociada por los romanos con la Magna Mater, la Gran Madre.

2. El meteorito Mbosi

Debe haber llegado a la Tierra hace varios miles de años, pero fue descubierto por los occidentales en 1930 y es uno de los meteoritos más grandes conocido por los seres humanos, con un peso de 16 toneladas.

El meteorito Mbosi
El meteorito Mbosi

Mbosi se encuentra en Rungwe, Tanzania, y diferentes grupos étnicos lo consideran sagrado.

3. Los asteroides de Campo del Cielo

Campo del Cielo es una región de la provincia de El Chaco, en Argentina, que hace unos 4.000 años recibió la visita inesperada de un asteroide con un peso estimado de 840 toneladas, que estalló en la atmósfera y cuyos restos se dispersaron por este territorio. Uno de estos fragmentos es el meteorito El Chaco, con más de 33 toneladas y considerado como el segundo aerolito más pesado encontrado en la Tierra.

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Hay varios mitos indígenas que dan a esta región una connotación de espacio sagrado: entre los qom, los meteoritos de Campo del Cielo serían gotas de sudor del sol que fertilizaron la tierra; para éste y otros pueblos, como los mokoit y abipones, esta zona sería un lugar donde se encuentran la tierra y el cielo. En cambio, para la mitología wichi los meteoritos serían fragmentos de la luna arrebatados a mordiscos por un ataque de jaguares.

5. La Piedra Negra de la Kaaba

En La Meca, la ciudad sagrada del islam, y en su espacio más importante, la Kaaba, se encuentra el que podría ser el meteorito más importante de todos: la Piedra Negra.

En la esquina de la Kaaba, la gente se pelea por besar la Piedra Negra
En la esquina de la Kaaba, la gente se pelea por besar la Piedra Negra

Esta reliquia tiene al menos dos versiones en la tradición musulmana: una afirma que se trata de una piedra del Paraíso, de los tiempos de Adán; la otra cuenta que la piedra sería un  meteorito, un trozo de la estrella Polar que el arcángel Gabriel entregó a Abraham e Ismael y que éstos la colocaron en el lugar que actualmente ocupa en la Kaaba.

La multitud se congrega para rendirle culto a la Piedra. 1953
La multitud se congrega para rendirle culto a la Piedra. 1953

Sin embargo, en años recientes científicos británicos han sugerido la posibilidad de que la piedra sea de basalto y de origen terrestre. Pero no hay certezas porque no pueden analizarla directamente.

Como puedes ver a través de estos ejemplos, en culturas de distintos tiempos y continentes los meteoritos han jugado un papel importante como enlaces entre el cielo y la tierra. Podemos llamarlas “estrellas fugaces”, pero los trazos que dejan en nuestro espíritu son casi siempre permanentes.

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