Mujeres y hombres por igual pueden caer victimas de la adicción a las compras, una condición psicológica que, dentro de una sociedad altamente consumista, puede traer graves consecuencias para quien la padece, comenzando por la inestabilidad económica y las deudas.
6 rasgos inconfundibles de un adicto a las compras
La oniomanía, término por el cual también se conoce este trastorno psicológico, se trata del deseo incontrolable de comprar sin una necesidad real y es usualmente presentada por personas que sufren de trastornos del estado de ánimo.
Al realizar compras, el adicto experimenta una sensación de satisfacción inmediata que, a su parecer, le proporciona sentido a su vida y una abstracción, aunque temporal, de sus problemas que consideran merece la pena.
A un adicto a las compras se le puede reconocer por ciertas caraterísticas:
- Tienen muchos productos sin abrir o prendas nuevas aún con las etiquetas colgando en el armario
Los que sufren del trastorno de compra compulsiva generalmente tienen en casa muchos objetos, productos o prendas de vestir que eligieron personalmente y a los que nunca les han dado uso, así como también productos repetidos. Incluso, cosas de las que se habían olvidado completamente. - A menudo compran cosas que no necesitan o que no planeaban comprar originalmente:
La frase «uno más nunca está demás» es una constante y terminan con cinco suéteres iguales o parecidos en el mismo color o diez carcasas protectoras para su smartphone. También es posible que hayan admitido tener una «obsesión» con algo en particular, como los zapatos o los bolsos de diseñador. - Cualquier frustración o pelea lleva a que derroche su dinero comprando
Para un adicto a las compras, estas son un intento de llenar un vacío emocional que no pueden saciar de otra forma, lo que es una clara señal de un desorden de estado de ánimo y falta de control.
- Obtienen satisfacción por el proceso de comprar, no por el objeto adquirido
De acuerdo con los expertos, esta sensación responde a la liberación de dopamina, la hormona del placer, cuando las personas ven un objeto que desean y consideran comprar. Esta ola de satisfacción que sienten al poder adquirirlo puede convertirse en algo adictivo. - Sienten remordimiento después de realizar una compra
El remordimiento no se limita solo a cuando hacen grandes gastos, también pueden arrepentirse de adquisiciones en descuento. Sin embargo, aunque se sienten de esa manera, los adictos a las compras pueden racionalizar y justificar sus gastos de muchas formas, intentando evitar volver al bajo estado de ánimo que los llevó en un primer momento a adquirir estos objetos que no necesitaban. - Se sienten dominados por el impulso de comprar y sus vidas giran alrededor de esto
Los compradores compulsivos suelen dejarse llevar por su deseo y en su intento de escapar de la realidad, ponen toda su energía en su adicción, dejando de lado los demás aspectos de sus vidas. Como consecuencia de ello, la estructura de su vida personal o profesional puede verse gravemente afectada.
¿Y tu, conoces a alguien que presente estos rasgos?
Si te ha interesado este tema, te recomendamos la novela de Sophie Kinsella, que narra las historia de una adicta a las compras, con todo lo que esto implica:
– [easyazon_link identifier=»8478886664″ locale=»ES» tag=»supercurioso07-21″]Loca por las compras: Las aventuras de Becky Bloomwood, de Sophie Kinsella[/easyazon_link]
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