Es probable que la relación de los seres humanos con las arañas no haya sido cordial desde hace muchos milenios, ni cuando deambulábamos a la intemperie ni cuando debimos resguardarnos en las cavernas, y por eso sea tan extendido el temor a estos frágiles animales que actualmente brindan más ventajas que perjuicios a la humanidad.
Hay que agregar que el temor a las arañas además ha sido alimentado por numerosos mitos y supersticiones de los cuales hemos seleccionado media docena para desmitificarlos contigo.
1. Si no quieres ser observado por una araña debes mantenerte a un metro de distancia
A esa distancia para las arañas es como si estuvieras en otra ciudad.
La vista de las arañas no es precisamente de las mejores del reino animal, apenas alcanza a ver bien a diez o hasta quince centímetros de distancia.
2. Todas las arañas tejen telarañas
No es así.
Hay muchas especies de arañas de jardín y caseras que no usan ni hacen telarañas para capturar sus presas.
3. La orina de la araña hace huecos en la piel
No es cierto, hay un tipo de araña doméstica cuya mordida puede inocular un veneno que puede disolver tejidos. Sin embargo estos incidentes son inofensivos y poco frecuentes. Este mito al parecer tiene su origen en Latinoamérica, especialmente en Guatemala donde se atribuye a la orina de una tarántula conocida como “araña caballo” causar quemaduras en personas y equinos. Las arañas orinan y excretan al mismo tiempo y sus heces tienen los mismos componentes orgánicos que el del resto de los seres vivos, así que es imposible que quemen o disuelvan tejidos.
4. Las arañas no se comen sus presas, chupan sus jugos y su sangre
Se trata de un mito muy extendido, pero no es cierto. Las arañas no son vampiros; como otras especies depredadoras, digieren las partes más tiernas del insecto y dejan el resto.
5. Dentro de la casa las arañas son peligrosas para niños y mascotas
En la mayor parte del mundo las arañas que habitan en hogares humanos suelen ser inocuas tanto para la gente como para las mascotas.
En la milenaria relación entre humanos y arañas éstas siempre han llevado las de perder.
6. Las arañas atacan a las personas
No verdaderamente, cuando se sienten amenazadas tratan de huir, y como su vista es tan limitada es posible que a veces huyan en la dirección equivocada y parezcan estar atacando, cuando sólo están tratando de ponerse a salvo.
Es por eso que, si te topas con una araña y no confías en ella, o te produce temor, lo mejor que puedes hacer es ponerla en alguna clase de envase y sacarla amablemente de la casa. Podemos convivir juntos sin hacernos daño.
¿Te interesa este tema? Entonces tal vez te guste conocer una especie interesante, la Bagheera kiplingi, la primera araña vegetariana. ¡Increíble!