Charles Robert Darwin debió imaginar, desde el principio, que su Teoría de la Evolución iba a caer como una explosiva bomba sobre los cimientos establecidos de la fe cristiana. ¿Era Darwin ateo? En el siguiente artículo de Supercurioso intentaremos responder a esta pregunta y a hacernos una idea más exacta del pensamiento de este científico.
La evolución es un de los conceptos científicos que más chocan con la iglesia, así que cuando Charles Darwin publicó en 1859 [easyazon_link identifier=»1519240422″ locale=»ES» tag=»supercurioso07-21″]“Sobre el origen de las especies”[/easyazon_link], se empezó a ver, con perplejidad, que existía cierta similitud entre su teoría y lo que explicaba la Biblia. Se entiende, por esa teoría, que Darwin tiene una visión poco religiosa del mundo pero en realidad lo que tenia Charles Darwin era una compleja visión de la religión, lo que nos lleva a preguntarnos si era Darwin ateo.
¿Era Darwin ateo o quería la paz por encima de la creencia?
Charles Darwin siempre fue un hombre extremadamente introvertido. Los únicos indicios de sentimientos los tenemos en forma de cartas privadas que envió y recibió de admiradores, críticos y su esposa, Emma. Su esposa Emma era religiosa, quien fortaleció esa fe al fallecer la hija de la pareja de tan solo 10 años. Darwin nunca ocultó a su esposa sus opiniones sobre la fe de ella y, aunque las cartas que el le enviaba no han sobrevivido al paso de los años, las de ella sí pueden mostrarnos sus sentimientos al respecto:
«Mi razón me dice que las dudas honestas y conscientes no pueden ser un pecado, pero creo que sería un vacío doloroso entre nosotros. Te agradezco sinceramente tu franqueza conmigo y no quiero tener la sensación de que ocultas tus opiniones. Por miedo a causarme dolor… mi querido Charley ahora nos pertenecemos y no puedo evitar ser sincera contigo «.
En 1878, cuatro años antes de su muerte, un joven le pidió que explicara si la evolución podía destruir la existencia de Dios. Darwin respondió: “El argumento más fuerte para la existencia de Dios es el instinto o la intuición que todos sentimos que debe haber sido un principio inteligente del Universo, pero luego viene la duda y la dificultad de si tales intuiciones son dignas de confianza… Ningún hombre que cumpla con su deber tiene algo que temer, y puede esperar lo que desee «.
El paso de los años habían suavizado su opinión sobre la religión pero, ¿seguía siendo Darwin ateo? Dos años más tarde, en 1880, con otro lector, no fue tan generoso: «Estimado señor», escribió, «siento tener que informarle de que no creo en la Biblia como una revelación divina, y por lo tanto no en Jesucristo como el hijo de Dios». Aún extraemos más pistas de cartas enviadas a sus amigos en los siguientes años. Al ateo evolucionista pro-darwinista Edward Aveling, le escribió: «Siempre ha sido mi objetivo evitar escribir sobre religión, y me he limitado a la ciencia. Sin embargo, puedo haber estado indebidamente predispuesto por el dolor que le daría a algunos miembros de mi familia si ayudara de alguna manera a atacar directamente a la religión «.
En otras palabras, si era Darwin ateo, no estaba preparado para hablarle al mundo acerca de ello. Para él era más importante mantener la paz que profesar sus creencias.
Fe frente evidencia
La ciencia es fruto del ejercicio de la razón, de las evidencias, mientras que la fe, por su propia definición, es algo irracional, es creer sin pruebas, seguir lo que no puede verse ni demostrarse.
Al final de su vida, Darwin seguramente se convirtió más en agnóstico que en no creyente, como recogen sus palabras: «En mis fluctuaciones más extremas, nunca he sido ateo en el sentido de negar la existencia de un Dios». En una ocasión escribió: «Creo que en general (y cada vez más a medida que envejezco), ser un agnóstico sería la descripción más correcta de mi estado de ánimo».
Este sentimiento lo comparte con algunas figuras científicas importantes ya que el agnosticismo se vuelve popular entre los científicos ,pues la ciencia requiere que se retenga el juicio antes de que toda la evidencia esté dentro. Entonces, ya que la fe está fuera del ámbito de la evidencia, muchas personas consideran que el agnosticismo es la postura más científica. Como buenos ejemplos de dicha afirmación tenemos a Albert Einstein, quien resultó de igual manera complejo en sus opiniones sobre la religión, o Carl Sagan y Neil DeGrasse Tyson, astrofísicos que se declararon abiertamente agnósticos.
A pesar de que la teoría de la evolución y la religión a veces pueden chocar, el propio Charles Darwin no fue alguien que fuera abiertamente en contra de la religión, ya que a menudo estaban separada por líneas muy delgadas. Lo que jamás se hubiera imaginado Darwin es que, en pleno mundo del siglo XXI, 150 años después, las llamas de esta controversia todavía no se han apagado.
¿Qué piensas acerca de Darwin y su Teoría de la Evolución? ¿Te consideras creyente, ateo, agnóstico? ¿Con que pensamiento te sientes más identificado?