¿Quién no se ha maravillado en su infancia agitando una bola de nieve de cristal? ¿Quién no ha imaginado fantásticas historias para los lugares y personajes que aparecían en su interior? Hace años era un regalo extraordinario para un niño. Era una invitación a entrar en otros mundos. Acompáñanos a conocer el extraordinario origen de las populares Bolas de Nieve.
El origen de las populares Bolas de Nieve
Las bolas de nieve o globos de nieve, como se las llama en algunos lugares, son originarias de la ciudad de Viena, capital austriaca. Son algo extraordinario y a la vez muy simple: un receptáculo de vidrio o plástico transparente lleno de agua que contiene pequeñas partículas blancas que al ser agitadas se mueven y luego se posan lentamente, como si fueran copos de nieve. El interior de la bola suele contener además un paisaje o pequeñas figuras sobre las que caen despacio los copos.
Los vieneses afirman que fue a finales del siglo XIX cuando se inventó la bola de nieve tal como la conocemos. Fue un especialista en la fabricación de instrumentos quirúrgicos llamado Erwin Perzy el que la inventó accidentalmente. Perzy, que estaba preocupado por la poca luz que los médicos tenían durante las intervenciones, estaba tratando de conseguir una fuente de luz brillante que pudiera utilizarse como lámpara quirúrgica. Trataba de intensificar la luz de las velas haciéndola pasar por un matraz lleno de agua (lo que se conocía como balón Schuster) en el que había depositado trocitos de diferentes materiales reflectantes. El efecto le recordó la nieve al caer. Con esta idea construyó la primera bola de nieve que tenía en su interior la imagen de la basílica de Mariazell.
El éxito fue inmediato y a finales del siglo XIX, Erwin Perzy obtuvo la primera patente para fabricar bolas o globos de nieve a los que llamó «Schneekugel». En 1900 abrió junto con su hermano su primera tienda en Viena que aún existe hoy en día: la Original Vienna Snow Globe. En ella siguen fabricando los globos de nieve de manera tradicional, pintándolos y montándolos manualmente. Además, guardan celosamente el secreto de la composición de la nieve para que se mantenga flotando el mayor tiempo posible.
Anteriormente habían existido rudimentarias bolas de nieve que eran recipientes de cristal llenos de agua en los que flotaban sumergidas figuras de pájaros, como las que creó el alquimista Leonhard Thurneysser en 1572. También en la Feria mundial de París en 1878 pudieron verse objetos semejantes a las bolas de nieve.
Los globos o bolas de nieve actuales han cambiado mucho en lo que respecta a su composición, tanto exterior como interior. Incluso es común que el agua vaya mezclada con líquidos como el anticongelante, que si bien disminuyen la velocidad de caída de la nieve, si se rompen pueden resultar peligrosos para nuestras mascotas en caso de ser ingeridos.
¿Habías tenido una bola de nieve en tu infancia? ¿Qué motivo tenía en su interior? ¡Compártelo con nosotros! Si quieres recordar otros juguetes que hace años que desaparecieron, te invitamos a leer el post: Los más buscados: 9 juguetes de los 90 que quizá tengas.