El mundo animal no deja de asombrarnos. Algunos de los animales que habitan nuestro planeta son realmente curiosos. Ese es el caso de los Tarseros y en especial del Tarsero Fantasma, uno de los animales con los ojos más hipnóticos del mundo. ¡Acompáñanos a conocerlo!
El Tarsero Fantasma
El Tarsero fantasma, cuyo nombre científico es «Tarsius tarsier», es el primate más pequeño del planeta. Son primates haplorrinos como los seres humanos y pertenecen al género «tarsius». Son tan pequeños que puedes sostenerlos en la palma de tu mano ya que miden, cuando son adultos, entre 9 y 14 cm. Eso sí, su cola puede alcanzar los 26 cm. Pesa muy poco, entre 100 y 130 gramos. Su cuerpo es menudo y redondeado. Está cubierto por una piel muy suave excepto en la cola que es escamosa y solo tiene pelo en algunas zonas.
Los pies y manos del tarsero fantasma
Las manos y pies del Tarsero fantasma, como las de la mayoría de tarseros, son muy especiales. Son enormes con relación a tamaño de su cuerpo y tienen unos delgados y larguísimos dedos que le sirven para agarrarse fuertemente a ramas, árboles y lianas aunque carezcan de pulgares oponibles. Sus patas son también muy largas en proporción a su cuerpo y le ayudan a moverse saltando, de manera que pueden realizar saltos de más de 40 veces su longitud corporal. Asombroso, ¿no?
¿Dónde vive el tarsero fantasma?
Si quieres ver un tarsero fantasma tendrás que viajar a Indonesia, en concreto a las Islas Célebes de donde son endémicos. Tendrás que esperar a que empiece a atardecer ya que es cuando suele salir de los lugares que utilizan para dormir. Lo hacen en raíces aéreas, helechos apífitos, enredaderas o matorrales densos. También les gusta descansar en los agujeros de los árboles, especialmente si tienen varios huecos, ya que esto les permite escapar si presienten algún peligro.
Dos curiosas costumbres
Una de las costumbres más curiosas de los tarseros fantasmas es que son «cantantes». Se comunican entre ellos emitiendo unos sonidos vocálicos diferentes semejantes a cánticos y cuando un macho y una hembra se sienten atraídos «cantan a dúo», especialmente de madrugada.
También es muy curioso el hecho de que las madres tarseras, que suelen tener descendencia dos veces al año, llevan a su cría consigo, cogida con su boca, durante aproximadamente tres semanas. Pasado este tiempo, son las hembras jóvenes del grupo las que se encargan de trasladar, compartir la comida, cuidar y asear a sus hermanos, ¡y jugar con ellos!
Las familias de los tarseros fantasmas
Los embarazos de la hembras del tarsero fantasma duran cerca de seis meses y tienen un solo vástago por vez. las crías son muy grandes cuando nacen ya que su peso suele equivaler al 20% del de la madre. El bebé tarsero fantasma, a las 24 horas, ¡ya es capaz de escalar por los árboles! Su esperanza de vida es de unos 10 años en estado salvaje y hasta 17 años en cautividad.
Los tarseros viven en familias que cuentan entre 2 y 6 individuos. Cazan en grupo, manteniendo siempre el contacto visual entre sus miembros y, aunque viven en los árboles, suelen hacerlo a baja altura. Sus presas favoritas son los grillos, las cucarachas y escarabajos, las libélulas, las termitas o las polillas.
Ojos y oídos de los Tarseros Fantasmas
Uno de los rasgos más espectaculares del tarsero fantasma son sus increíbles e hipnóticos ojos. Son los mayores en un mamífero con relación a su tamaño corporal. Sus ojos son más grandes que su cerebro y con ellos pueden ver y cazar en la oscuridad a pesar de que no son móviles y de que no tienen «tapetum lucidum», la capa reflectante que permite ver en la oscuridad a algunos animales. Esta carencia la suplen con el tamaño de sus ojos y con su hiperdesarrollada fóvea, que les permite la máxima captación de luz. Debido al tamaño que tienen sus ojos no los pueden mover, pero lo compensan con la capacidad de girar sus cabezas hasta 180º. ¡Tienen la mejor visión noctura de todos los primates!
Su orejas, que se mueven de forma independiente, son membranosas y muy delgadas lo que le permite tener una excelente audición que le ayuda en sus actividades nocturnas.
Peligro de extinción
De momento el tarsero fantasma no está en peligro de extinción, pero puede llegar pronto el día en que lo esté. El motivo es que estos animalitos no pueden vivir fuera del bosque ya que necesitan los árboles y a los insectos que habitan en él. La tala indiscriminada que conduce a la deforestación está empezando a perjudicar seriamente su hábitat.
En cuanto al nombre tarsero «fantasma», no hemos conseguido encontrar ninguna explicación científica para él. Suponemos que se debe a los hábitos nocturnos de este pequeño primate, a la gran velocidad con que desaparece cuando huye y a sus «espectrales» ojos. ¿Conoces alguna otra razón para que reciba ese título? ¡Compártelo con nosotros!
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