En más de una ocasión hemos hablado de nuestra mente curiosa que nos ha llevado a saber de sitios extravagantes de cualquier rincón del planeta. Existen, en el mundo, sitios dignos de cualquier película de ciencia ficción. Si seguís nuestro blog recordareis lugares tan curiosos como las dunas que cantan en Marruecos o los lagos que explotaban en Camerún. Hoy os vamos a hablar de nuevo de un lago pero, en esta ocasión, no explota, pero alberga un increíble bosque en sus profundidades. Hoy os traemos el lago Kaindy.
Seguramente has visto, a lo largo de tu vida, muchos bosques y también muchos lagos, tantos que seguro no eres capaz de recordar el numero exacto. De lo que estamos seguros es de que jamás has visto lo uno dentro de lo otro, ¿curioso verdad? Esa es la realidad del lago Kaindy en Saty, Kazajstán. La causa fue un simple deslizamiento de tierra, ocurrido hace alrededor de un siglo, que creó un lago en la cima de un bosque de abetos. ¿El resultado? Un paisaje desconcertante, extraño y tremendamente insólito.
En el lago Kaindy, los árboles sombrean las profundidades.
Ocurrió en 1911, algo más de un siglo, cuando un terremoto arrasó las montañas Tian Shan, provocando un enorme deslizamiento ed tierra que bloqueó una garganta y formó una presa natural. A medida que pasaban los años, el agua de las lluvias se iba acumulando y acabó llenando el área y en consecuencia, sumergiendo el bosque de abetos que existía y dando lugar al lago Kaindy, de 400 metros de longitud.
A día de hoy todos os abetos están muertos ya que sus raíces se ahogaron en aquellas profundidades, pero sus mitades superiores se elevan sobre el agua en una estrambótica ilusión óptica que te recuerda un poco a los mástiles de los barcos fantasmas de la época de los piratas o, incluso, a un fantasmagórico campo de lanzas gigantes sacadas de alguna escena de guerra de la edad media.
El paisaje se vuelve aun más inquietante si cabe cuando cae una ligera neblina sobre el agua o cuando, en plena época invernal, el lago se congela y los árboles pasan de ser balizas de navegación, a postes donde los pescadores pueden apoyarse.
Lo mejor está debajo
Aunque toda esta imagen que te describimos parezca sacada de un cuento de hadas, el paisaje más sorprendente y fascinante de este bosque se encuentra justo debajo de toda esa agua. En las profundidades, los troncos de los árboles han resistido a la descomposición, lo que deja agujas perfectamente conservadas en sus ramas. ¡Es increíble con todos los años que han pasado!
El motivo por el que los troncos de estos abetos se conservan tan bien, es por las temperaturas que alcanza el lago Kaindy, temperaturas frías que rara vez superan los 6 grados centígrados, incluso durante el verano.
La buena noticia es que no tendrás que darte un chapuzón en estas fresquitas aguas para contemplar el espectacular paisaje. Las aguas del lago Kaindy son tan extremadamente transparentes que puedes ver la parte más profunda desde la seguridad de la orilla.
Si piensas visitar el lago Kaindy en invierno, debes saber que se congela y sus aguas heladas se convierten en un lugar muy concurrido y popular para la pesca de la trucha o incluso para el buceo en hielo.
Los viajeros aventureros e incluso los lugareños prefieren la pesca en el hielo para tener una idea del paisaje surrealista del lago Kaindy desde unas aguas cristalinas y heladas.
Lo que parece increíblemente curioso es que este lugar tan extraño no reciba millones de visitas al año. En realidad este lugar ve muy pocos visitantes, a pesar de encontrarse cerca de la ciudad de Almaty, la más grande del país con 1,5 millones de habitantes. El motivo de que este fantástico lugar pase un poco desapercibido, es que cerca de allí se encuentran el famoso Bolshoe Almatinskoe Lake y el parque nacional de los Kolsay Lakes. Estos lugares tienen mucha actividad turística y son mucho más fáciles de acceder. Por el contrario, si lo que quieres es visitar el lago Kaindy, debes disponer de un vehículo utilitario diseñado para circular por terrenos difíciles, pero aunque es difícil, no es del todo imposible.
Así que si te hemos despertado la curiosidad y ya estás planeando visitar este lago tan poco transitado, ya sea en verano o en invierno, es más que probable que te encuentres aturdido por una escena idílica como ninguna otra que hayas visto en tu vida. Ya sabes que puedes contemplarlo fácilmente en verano desde la orilla o buceando y en invierno desde encima del hielo. Nosotros, curiosos y aventureros por naturaleza, preferimos apuntarnos a la segunda opción. ¿Y tu? ¿Con cual te quedas?