La muerte ha marcado nuestra existencia desde tiempos inmemoriales. Quizás para paliar la sensación de pérdida, mantener vivo el poder del fallecido o quién sabe el motivo, se han preservado restos humanos durante toda nuestra historia. Y no es una práctica que date de milenios atrás, hay ejemplos más contemporáneos de lo que puedas imaginar.
Por ejemplo, la autora de Frankenstein, Mary Shelley, llevó consigo hasta el fin de sus días el corazón de su adorado esposo muerto, un relato de amor que te contamos anteriormente en Supercurioso. Su caso encaja perfectamente en esta lista de por qué se han preservado restos humanos en la historia, aunque el de Shelley sería el motivo más «rosa», por mucho, en la siguiente lista, ya que algunos de los que conocerás a continuación son absolutamente alucinantes… ¡Conoce las razones que han llevado a llevar a cabo esta macabra práctica!
Por qué se han preservado restos humanos en la historia
1. Como reliquias del cristianismo
La cabeza de Santa Catalina de Siena fue separada de su cuerpo en el año 1381 por unos seguidores que envolvieron la extremidad en una manta de seda para burlar a la Guardia romana. Como la Santa había fallecido en Roma, estos hombres se propusieron devolverla a su Siena natal, a hurtadillas. Hoy en día, la reliquia momificada se encuentra a la vista de todos sus fieles dentro de un relicario decorado en la Basílica de Santo Domingo, en Siena.
Como la cabeza de Santa Catalina, existen otras partes del cuerpo de los santos que han sido conservadas por la Iglesia Católica durante siglos para extender su veneración.
Entre la enorme colección de reliquias también se encuentra la lengua de San Antonio de Padua, la sangre de San Jenaro, el prepucio del niño Jesús y el cuerpo entero de Santa Bernadette de Lourdes, quien murió en 1879, conservándose intacta aún en estos días. Pero esta práctica no es exclusiva de la religión católica, en el templo Sri Lanka puedes encontrar el diente de Buda, por ejemplo, o la barba de Muhammad en el Museo del Palacio de Topkapi, en Estambul.
2. Como simple decoración
Si conoces el caso de Ed Gein, el carnicero de Plainfield, no solo sabrás acerca de su fama como asesino, sino también que solía elaborar accesorios, desde zapatillas hasta sillones, a partir de restos humanos. Sin duda, una práctica horrenda que en el pasado era demasiado habitual, como en la Francia del siglo XVIII, cuando Honoré Fragonard elaboraba esculturas a partir de cadáveres, combinando la anatomía y el arte para mostrar cómo está compuesto nuestro cuerpo, de una manera que nadie podría olvidar jamás.
Otra forma de preservar restos humanos en la historia, consistía en copas hechas con cráneos humanos conocidos como Kapalas, las cuales eran decoradas con metales preciosos y joyas para embellecer los altares budistas en las ceremonias tántricas. Bastante tétrico, ¿no te parece?
3. Como amuleto para prevenir la muerte
Los amuletos para la buena fortuna se han utilizado desde tiempos inmemoriales en diversas culturas, y muchos de ellos son inofensivos, como las famosas monedas chinas o las pulseras de Buda que seguro que conoces. Sin embargo, en otros lugares del planeta el asunto de atraer suerte y prosperidad por medio de artilugios ha alcanzado dimensiones dantescas con los sacrificios de niños en Uganda y África.
Los practicantes de esta terrible ceremonia, que implica que se hayan preservado restos humanos, tienen la creencia de que los espíritus ahuyentan enfermedades y la muerte, al ofrecerles la sangre de un infante o cualquier parte de su cuerpo como ofrenda. Esto ha provocado que los sacrificios de niños se volvieran tan populares en la región, donde se han encontrado unos 700 cuerpos de jovencitos asesinados por brujos que se han encargado de vender estas ceremonias secretas en zonas rurales. Desde que se llevó a cabo el primer sacrificio de este tipo en 1998, nadie ha podido detenerlos.
4. Como prueba de homicidio
Este es otro de los motivos perturbadores de por qué se han preservado restos humanos a lo largo de la historia. Durante la Segunda Guerra Mundial, las tropas americanas decapitaban a sus enemigos para llevarse a casa un trofeo de guerra: sus cráneos. Mientras que en el siglo XVI, una de las razones por las que se han preservado restos humanos corresponde a los asesinatos a sueldo a manos de guerreros samuráis, los cuales, en la invasión japonesa de Corea, rebanaban narices u orejas del bando contrario como prueba de que alguien había sido asesinado, y así cobrar la recompensa.
La cantidad de víctimas fue tan impresionante que en la década de 1980 fueron encontradas estas “tumbas nasales” con más de 20 mil narices.
5. Como ornamento arquitectónico
Una iglesia católica que ha usado restos de 40 mil cadáveres como motivo decorativo, ¿te atreverías a visitarla? El osario de Sedlec en la República Checa, por oscuro que suene, es un lugar interesante a la vista. Dentro de él se encuentra una enorme lámpara de araña y una cruz hecha con huesos humanos. Básicamente, el lugar está cubierto casi por completo por cráneos pertenecientes a las víctimas de la Peste Negra y personas que fueron desenterradas accidentalmente del cementerio sobre el que se construyó la pequeña capilla.
Otras iglesias que acogieron este singular concepto son la iglesia Nuestra Señora de la Concepción de los Capuchinos, en Roma, donde se encuentran los restos de unos 4 mil frailes, expuestos en habitaciones y paredes. Y la más estrafalaria de estas, la capilla Czermna, en Polonia, en la que no cabe ni un solo hueso más. Fue creada por un sacerdote local llamado Vaclav Tomasek, cuyo cráneo ocupa un lugar especial, en el altar de la capilla.
Ahora que conoces parte de los motivos por los que se han preservado restos humanos en la historia, ¿qué tal si nos comentas cuál te causó más impresión? Te invitamos a que, si conoces otra razón interesante por la que se han preservado restos humanos, lo agregues en los comentarios. ¡Nos encantará conocer tu aporte!