Seguro que alguna vez te has preguntado cómo hubiera cambiado la historia de la humanidad si determinados hechos no hubieran tenido lugar o si otros hubieran resultado exitosos. ¿Se habría evitado la Primera Guerra Mundial sin el atentado de Sarajevo? Si Hitler hubiera muerto en esa primera guerra, ¿hubiera habido una Segunda Guerra Mundial? El curioso caso que nos ocupa en esta ocasión hace referencia a una británica llamada Violeta Gibson. Es la mujer que atentó contra Mussolini en 1926. No podemos saber qué hubiera ocurrido en Italia si llega a tener éxito en su intento, pero si nos acompañas, podrás conocer lo que ocurrió en el atentado.
Violeta Gibson, la mujer que disparó a Mussolini
Jamás se ha descubierto si Violeta Gibson fue una «loca» que actuó en solitario movida por una «voz divina», como se dictaminó y se hizo creer, o fue el brazo ejecutor de un grupo de disidentes contra el fascista Mussolini. Veamos lo que ocurrió y quién fue Violeta Gibson.
Violeta Gibson nació en Dublín el 31 de agosto de 1876. Su padre era Edward Gibson, primer barón de Ashbourne y lord canciller de Irlanda. Era la séptima de ocho hermanos y su familia gozaba de una envidiable situación económica. Sin embargo, ella siempre fue de salud frágil. Junto con uno de sus hermanos, cuando tenía 26 años se convirtió al catolicismo, lo que la alejó de su familia. Sufrió varias muertes en su entorno que la afectaron profundamente, entre ellas la de su prometido, la de uno de sus hermanos y posteriormente la de sus padres. Se trasladó a París uniéndose a varias organizaciones pacifistas, pero por problemas de salud regresó a Londres. Por sus contactos con un sacerdote jesuita, en su mente se fue formando la idea de que matar era el sacrificio que Dios le estaba pidiendo. Tras un intento de suicidio, marchó a Roma y consiguió un arma.
El 7 de abril de 1926, dejó el convento en el que se alojaba y con la pistola envuelta en un pañuelo negro en un bolsillo y una piedra en otro, por si tenía que romper el cristal del vehículo del dictador, salió al encuentro de Mussolini que acababa de inaugurar un congreso médico en Roma. Se le acercó y le disparó. Si no lo mató fue porque el dictador cambió de posición para hacer el «saludo romano» y la bala le rozó la nariz. Violeta Gibson volvió a disparar, pero el arma se encasquilló y no lo logró. La policía tuvo que rescatarla de las manos de la multitud que al ver sangrar al Duce se lanzó contra ella para lincharla.
Violeta Gibson, que tenía 50 años cuando el atentado, fue declarada mentalmente desequilibrada y el propio Mussolini retiró la acusación. En los interrogatorios dijo que no colaboraba con nadie y que había disparado a Mussolini para «glorificar a Dios» que había mandado un ángel para que mantuviera firme el brazo mientras apuntaba. Fue llevada a Inglaterra a cargo de una de sus hermanas y murió en 1956, habiendo pasado muchos años entrando y saliendo de hospitales psiquiátricos.
El de Violeta Gibson no fue el único atentado que sufrió el Duce. En 1925 Tito Zaniboni le disparó desde la ventana de un hotel, también en 1926, como Violeta Gibson, Gino Lucetti lanzó un explosivo al paso de su coche y Anteo Zamboni le disparó. Por último, en 1931 y 1932 sufrió sendos atentados anarquistas. Mussolini no murió a manos de Violeta Gibson. ¿Crees que estaba realmente loca o la hicieron pasar por orate para librarla de la pena de muerte? ¿Sabías que el Duce había sufrido tantos atentados? ¡Comparte tu opinión con nosotros! Estaremos encanados de leerte. Si quieres conocer más sobre otros dictadores de la historia no dejes de leer la entrada: Dictadores del Mundo | Conoce cómo cambiaron la Historia.