Seguro que si te preguntan cuáles son los símbolos de la paz más internacionales mencionarás el que creó Gerald Holtom en la década de los 50 del siglo XX para la campaña contra el desarme nuclear británica o la paloma con la ramita de olivo de origen bíblico y que genialmente inmortalizó Picasso. Quizá, alguien mencione también las grullas de origami que son típicas de Japón, pero que ya se han convertido en un símbolo universal de Paz. Acompáñanos en Supercurioso a descubrir quién fue Sadako Sasaki, la niña de Hiroshima y las grullas de la paz. ¡Conoce su historia! Seguro que te emocionará, ya que es una de las grandes curiosidades de Japón.
Sadako Sasaki, la niña de Hiroshima y las grullas de la paz de origami
El 6 de agosto de 1945, Sadako Sasaki era una niña de dos años que había nacido y vivía con su familia en la ciudad de Hiroshima, en Japón. Cuando a las 8:15 a.m la bomba atómica cayó a 1’7 km. de su hogar, ella se encontraba en la casa con su madre. La niña salió disparada por la ventana y la madre corrió a buscarla pensado que la encontraría muerta. Sadako estaba aparentemente bien a diferencia de más de 70.000 de sus vecinos que murieron inmediatamente por efecto de la bomba. Juntas, huyeron por las calles buscando refugia mientras sobre ellas caía una «lluvia negra».
La lluvia negra es el nombre que los supervivientes de Hiroshima y Nagasaki dieron a la precipitación oscura que cayó sobre ellos tras la bomba. La mayoría de personas que se expusieron a ella sufrieron posteriormente problemas de salud. Sadako Sasaki no fue una excepción. Todo parecía ir bien. Sadako iba al colegio y formaba parte del equipo de relevos de su curso cuando empezó a sentirse muy cansada y tener problemas físicos. En noviembre de 1954, cuando tenía 11 años, en el hospital le diagnosticaron una «leucemia maligna aguda de las glándulas linfáticas». La enfermedad era resultado de su exposición a la radiación de la bomba y a la lluvia negra. No había nada que hacer, le quedaba un año de vida.
Fue hospitalizada y compartió habitación con otra niña algo mayor que le explicó la leyenda de las grullas de origami. Según esta, si se doblan mil grullas de origami y se unen todas ellas en una guirnalda, al que lo consiga le será concedido cualquier deseo. Sadako empezó a doblar grullas esperando recuperar su salud y volver a su equipo escolar. Unas fuentes dicen que solo dobló 600 y cuando murió, a los 12 años, sus compañeras de clase doblaron las que faltaban y la enterraron con ellas, y otra versión avalada por el hermano, cuenta que dobló más de 1.400 y sus compañeras doblaron mil más para enterrarla con ellas. En todo caso, las grullas de papel de origami se convirtieron en un símbolo de Paz en recuerdo de todas las víctimas inocentes de la guerra.
A raíz de esta conmovedora historia, Eleanor Coerr escribió un libro titulado «[easyazon_link identifier=»8444143774″ locale=»ES» tag=»supercurioso07-21″]Sadako y las mil grullas de papel[/easyazon_link]» en el que se cuenta la historia de la niña, y también se filmó una película documental inspirada en su historia.
Monumento a la Paz de los Niños en Hiroshima
En recuerdo de Sadako Sasaki que levantó en Hiroshima un monumento que se conoce como «El monumento a la paz de los niños». Rememora además de a Sadako a los miles de niños que fueron víctimas de la bomba atómica que cayó sobre Hiroshima en agosto de 1945. Está instalado en el Parque conmemorativo de la Paz de Hiroshima y se sufragó con las donaciones de niños de todo Japón y en especial de los compañeros de colegio de Sadako Sasaki.
Las grullas están presentes en el monumento que tiene en su interior una grulla de bronce que funciona como un badajo impactando impulsada por el viento contra las paredes de una campana de la paz. En la base, una losa tiene escritas estas palabras: «Este es nuestro llanto, esta es nuestra plegaria: para construir paz en el mundo». Gente de todo el planeta elabora grullas de papel y las donan al monumento como símbolos de paz en recuerdo de Sadako y los otros niños muertos como resultado del bombardeo atómico. Por el deseo de Sadako Sasaki las grullas de papel se han convertido en un símbolo de paz.
Otros símbolos de la Paz que ya tienen carácter universal son las Campanas de la Paz japonesas, de las que ya te hablamos en Supercurioso o la bandera del Arcoíris. Las grullas de la paz hechas con la técnica del origami se han sumado a ellos. Sadako fue una de las personas afectadas por la bomba atómica o «hibakushas» más conocidas y se convirtió, tras su muerte, en el símbolo de las víctimas inocentes de la guerra.
La historia de Sadako Sasaki, en vídeo
¿Conocías quién fue Sadako Sasaki? ¿Sabías que las grullas de papel eran un símbolo de la Paz? ¿Conoces otros que no hayamos mencionado? ¡Compártelos con nosotros! Estaremos encantados de descubrirlos. Si quieres reflexionar sobre lo que significa la Paz, te invitamos a leer estas Frases de Paz que te transmitirán tranquilidad.