Habrán muchas historias paranormales donde se relaten historias de fantasmas o sucesos sin explicación. Pero ciertamente, uno de los casos más sorprendentes en el mundo del arte, tiene que ver con los niños llorones de Bruno Amadio, cuadros malditos que por más de medio siglo han dado de qué hablar. En Supercurioso te contamos su historia y todo lo que hay detrás de este fenómeno.
Los niños llorones de Bruno Amadio
Como todo rumor de maldición, cuesta discernir qué es una invención y qué es cierto. No obstante, lo que sí sabemos con certeza es que Bruno Amadio, conocido como Bragolin fue el autor de una serie de 27 retratos llamada «Los Niños Llorones». Bruno Amadio es un pintor de origen italiano de fama algo extraña. Nacido en Venecia en 1911, es popularmente conocido por ser el creador de los niños llorones, una serie de cuadros «malditos», que según cuenta la leyenda tienen su origen gracias a un pacto que Bragolin realizó con el diablo.
Se dice que él decidió vender su alma al diablo a cambio de reconocimiento y fama. Después de eso, realizó una serie de trabajos en la que destacaba la presencia de los niños llorando, pero… ¿quiénes eran los niños de Bruno Amadio?. Algunos afirman, que los niños llorones son retratos de niños que el pintor iba realizando por toda Italia al finalizar la Segunda Guerra Mundial, otros aseguran que son niños muertos que retrató tras el incendio de un orfanato. El origen de los niños llorones no está del todo claro, pero muchos afirman que el primer cuadro de la serie retrata a uno de los niños muertos en el orfanato.
Su relevancia se debe a que estos cuadros fueron reproducidos en grandes cantidades, distribuyéndose por toda España y llegando incluso a países de Centroamérica. Por lo que los rumores de que los cuadros de los niños llorones estaban malditos, se escucharon en muchas partes del mundo.
¿Quién fue Bruno Amadio y por qué creó los niños llorones?
Como ya comentamos, Bruno Amadio es tan solo un seudónimo. Su nombre real es Angelo Gragolin, que frecuentemente firmaba como Franchot Seville o J. Bagolin. Se sabe que él militó en el fascismo y entabló ocasionalmente relaciones con algunos pintores reconocidos del movimiento futurista. Por alguna razón desconocida, Bruno Amadio se fue a vivir a España en el periodo del franquismo, allí residió en Sevilla y más tarde en Madrid, allí se le perdió el rastro.
Después del origen de la Segunda Guerra Mundial, se dio cuenta del dolor de la guerra y en especial, las marcas que esta dejaba en los niños. Alguna vez llegó a mencionar: «no hay nada más triste que ver y oír a un niño llorar». Esta idea le rondó por la cabeza hasta que decidió materializarla a través de la pintura.
Algunos aseguran que Bruno Amadio gozaba con esa especie de satanismo que infringía a sus figuras y con ello devoraba la santidad que supone la infancia, para transformarla en malicia y violencia que los niños vivían.
¿Están malditos los cuadros de los niños llorones?
En los años 50’s, se dieron muchos casos de casas incendiadas donde se encontraban las reproducciones de los cuadros de los niños llorones, se dice que en las casas incendiadas no quedaba nada, todo era arrasado por el fuego salvo el cuadro del niño llorón. Espeluznante, ¿no te parece?. Los que investigaron estos casos, nunca encontraron respuesta a este fenómeno, simplemente se le fue adjudicando a una maldición. El rumor se extendió y los cuadros se descolgaron inmediatamente, pues su dueños temían que algo peor pudiera suceder.
Según como se observe, se dice que en los cuadros se puede ver el rostro de un demonio, para ello hay que darle una vuelta de 90 grados en sentido de las agujas del reloj. También, se dice que al ver el cuadro, se siente como el niño de ojos llorosos y mirada tierna, sigue a la persona que lo está observando.
Otras teorías sobre el origen de la maldición
La creencia popular asegura que Amadio realizó un pacto con el Diablo para conseguir fama como pintor. Fue entonces cuando pintó esta serie de cuadros que tuvo muchísimo éxito. También dicen, relacionado con el incendio del orfanato anteriormente mencionado, que uno de los niños retratados murió quemado en el hospicio donde vivía. Lo único que quedó del edifico y de los niños fue el cuadro. Por eso el alma del niño reside en él desde entonces.
Abusos
Otra versión cuenta que la sensibilidad de los retratos de Amadio, la forma como pinta a estos niños llorosos va más allá de lo normal y que, posiblemente, este artista abusaba de sus modelos y luego los retrataba. Se dice que los traumas de la guerra se perpetuaron en sus acciones.
El monstruo que devora
Por último, existe la leyenda que dice que si giras uno de los cuadros de un «Niño Llorón» podrás ver un monstruo, una especie de pez, que devora a la criatura.
No hay duda alguna que este tipo de historias suelen ser macabras y de descendencia dudosa. Sin embargo, queremos conocer tu opinión, ¿crees que los niños llorones de Bruno Amadio están malditos?, ¿te parecen cuadros terroríficos? ¡Te leemos! Y por si te gustan las historias de terror, te recomendamos algunos de los cuentos de hadas terroríficos más escalofriantes que existen.