A lo largo de la historia de la humanidad son muchos los eventos públicos, festividades y eventos que han llamado la atención; desde las propias luchas en el Coliseo Romano y hasta los Carnavales de Brasil, cada evento público tiene su naturaleza y esencia. Pero, ¿qué pensarías si te contáramos que existieron concursos de besos públicos? Sigue leyendo este artículo de Supercurioso para que lo descubras todo sobre este inusual evento.

¿Qué eran los concursos de besos?

Besar es una de las actividades más lindas con las que cuenta una pareja para comunicar atracción, deseo y amor. Pero ¿Te imaginas besándote con un pareja por una hora, cinco horas, diez horas, y sin parar? Pues de esto justamente se trataban los concursos de besos. Este curioso hecho fue una tradición de entretenimiento bastante extravagante, que nació en Estados Unidos y se extendió como un fenómeno cultural en distintas partes del mundo.

Estos concursos alcanzaron su fama en los años 30, época en la que el entretenimiento público era un desafío y estaba obligado a innovar para mantener cautiva la atención de las multitudes. Las reglas de los concursos de besos eran simples: las parejas competían para ver quién lograba el beso más largo, más apasionado o incluso el más creativo, con premios para los ganadores, incluso, en ocasiones algunas marcas de cosméticos se hacían presentes, para patrocinar estos eventos y darse notoriedad.

Fama y popularidad en los años 30

El apogeo de los concursos de besos ocurrió en Estados Unidos y tuvo una relación directa con la Gran Depresión. En esta época, el país atravesaba dificultades que afectaban no solo la calidad de vida, sino también el ánimo de la población. Estos eventos se convirtieron entonces en una interesante fuente de entretenimiento, e incluso despertaban el interés de las parejas, que veían en una posible victoria la posibilidad de ganar un dinero extra. Se trataba de eventos de fácil acceso que no requerían gastos de participación.

Las reglas variaban según el lugar, pero solían premiar tanto la duración del beso como la resistencia de las parejas. Algunos concursos llegaron a extremos, con besos que duraban horas y parejas que permanecían de pie, a menudo sin agua ni comida, hasta que uno de los dos se rendía. Esto daba lugar a un espectáculo que no solo era romántico, sino también un acto de resistencia física.

Reglas insólitas y desafíos extremos

Concursos de besos

A pesar de su naturaleza aparentemente simple, los concursos de besos tenían reglas insólitas que los hacían aún más atractivos para el público: algunas competiciones permitían que las parejas tomaran breves descansos, mientras que otras exigían que los participantes mantuvieran el contacto físico en todo momento. En algunos casos, la audiencia también desempeñaba un papel activo, votando por la pareja que consideraba que había dado el beso más apasionado o conmovedor.

Además, los jueces de estos eventos a menudo imponían desafíos adicionales, como realizar el beso en posiciones incómodas o mientras los participantes hacían malabares con objetos. Todo esto aumentaba el espectáculo, haciendo que los concursos fueran más emocionantes y entretenidos tanto para los participantes como para los espectadores.

Por supuesto, los concursos de besos no dejaron de hacer sentir su polémica. En muchas localidades, especialmente las más conservadoras, fueron tachados de impropios o inmorles. Estos cuestionamientos no evitaron que se siguieran realizando.

El declive de los concursos de besos

Con el paso del tiempo, la popularidad de los concursos de besos comenzó a declinar, especialmente hacia finales de la década de los 30 y principios de los 40. La Segunda Guerra Mundial y el cambio de prioridades en el entretenimiento público jugaron un papel crucial en este declive. La llegada del cine sonoro y la radio ofrecieron nuevas formas de entretenimiento, más accesibles y menos controvertidas.

Sin embargo, la esencia de estos concursos no desapareció del todo. En décadas posteriores, el concepto fue retomado ocasionalmente en festivales y eventos, aunque ya no con la misma repercusión que en sus inicios. Incluso hoy en día, en algunas ciudades se celebran versiones modernizadas de estos concursos, donde las parejas intentan batir récords mundiales.

En la actualidad se celebra el Día del beso todos los 13 de abril, y en muchos países se realizan competiciones similares, para honrar el amor y las capacidades extremas a las que puede llegar una pareja al besarse.

Los besos más largos de la historia

Los concursos de besos tienen grandes competidores y ganadores a lo largo de su historia. Los primeros en establecer un récord mundial fueron Ekkachai y Laksana Tiranarat, una pareja de Bangkok que participó en el concurso por el beso más largo, en el festival de San Valentín de Tailandia. Alcanzaron 46 horas, 24 minutos y 9 segundos, es decir, casi 2 días ininterrumpidos.

Luego fueron vencidos al año siguiente, en 2012, por Nontawat Jaroegenasornsin y Thanakorn Sittiamthong, quienes se besaron por 50 horas, 25 minutos y 1 segundo. Pero los Tirinarat no estaban listos para ceder su trono, así que al próximo año volvieron a la batalla, y en esta ocasión lograron un alucinante beso siempre en la boca, sin interrupciones, parados, sin sillas mesas ni otros elementos. ¿La duración? ¡58 horas, 35 minutos y 58 segundos!

En definitiva, los concursos de besos de los años 30 representan una faceta fascinante y poco explorada del entretenimiento popular de la época, cuyo espíritu aún se mantiene vivo en algunas localidades. Es una muestra de amor y romance, pero también de fortaleza y resistencia física.

Y tu, ¿Te animarías a participar en un concurso de besos? ¿Crees que tendrías posibilidades de ganar? Déjanos todas tus opiniones en un comentario. ¡Estaremos encantados de leerte! Y si este tema llama tu atención, no te pierdas el artículo en el que te contamos sobre