El cerebro humano es un órgano alucinante, cuyos alcances simplemente no paran de sorprendernos. Es mucho lo que se ha dicho sobre el predominio de un hemisferio sobre el otro, o sobre qué porcentaje del cerebro usamos. Los misterios en este campo siguen siendo muchos, pero hay una certeza: tenemos en nuestra cabeza una potente máquina de pensamientos, capaz de diseñar todo cuanto tenga lugar en la imaginación. Ahora bien, el cerebro y la memoria tienen una asociación natural ancestral. Mientras algunas personas parecen recordar cómo iba vestido su mejor amigo en el cumpleaños de hace una década, otros son incapaces de recordar que desayunaron ayer. Entonces, ¿a qué se debe esto? ¿Cuánta información puede almacenar el cerebro en realidad? ¿Y qué determina esta medida? Hoy en Supercurioso navegamos en el campo de la neurociencia, para contarte cuál es la real capacidad de almacenamiento del cerebro. ¡Acompáñanos!
¿Cuál es la capacidad de almacenamiento del cerebro humano?
Al hablar de la capacidad de almacenamiento del cerebro, nos encontramos con una área en la que aún no están dichos todos los conocimientos. En realidad, las curiosidades del cerebro albergan cientos de incógnitas que los investigadores y científicos trabajan por revelar. Ahora bien, con relación a cuánta información puede almacenar el cerebro, se han realizado estudios que bien vale la pena mencionar. Uno de ellos fue el realizado por Michael Ramscar, profesor de la Universidad de Tübingen, en Alemania. Y, ¿Cuál era el planteamiento?
1. El estudio de Ramscar
Lo que plantea el profesor Ramscar en torno a cuánta información puede almacenar el cerebro es que su deterioro no viene determinado por la edad, como un asunto cronológico, sino que el cerebro con el paso del tiempo se va «sobre cargando» de información. Podría asemejarse a un disco duro de ordenador. Cuando tiene almacenado pocos datos, trabaja a gran velocidad, pero cuando empieza a llenarse de información, su funcionamiento es más lento. Esto no significa que esté “estropeado”, sino que simple y llanamente es más lento por la cantidad de información que procesa.
Se llegó a la conclusión de que cuando somos jóvenes la capacidad de almacenamiento del cerebro es mejor porque tenemos grabada poca información y el acceso a ella es más rápido. Pero, a medida que nos hacemos mayores, el cerebro continúa acumulando información; como fechas, nombres, lugares, etc., por lo que su funcionamiento se hace lento. Esta lentitud del cerebro no significa que esté dañado, simplemente que camina más lento por toda la información con la que tiene que lidiar.
¿Pero qué es mejor? ¿Recordar mucho, pero procesarlo lento, o recordar poco pero procesarlo rápido? Por ejemplo, ¿qué es mejor, recordar unas pocas fechas de nacimiento casi al instante, como lo hacen los jóvenes, o recordar muchas fechas de nacimiento un poco más lento, como lo puede hacer un adulto.? Pues, todo dependerá de los intereses y gustos de cada persona.
2. La prueba del aprendizaje asociado
Otro de los estudios asociados a la capacidad de almacenamiento del cerebro fue una prueba llamada “Aprendizaje asociado pareado.” En ella, el reto fue recordar palabras que no tienen relación, como “galleta” y “corbata”. Los jóvenes nuevamente llevaron la delantera. El equipo de estudio llegó a la conclusión de que los adultos no recuerdan esas palabras sin relación porque por experiencia han aprendido que “galleta” y “corbata” no tienen nada que ver. Así que, si sufres de algunos olvidos esporádicos, no tienes que preocuparte, es totalmente normal.
En concreto, ¿Cuánta información puede almacenar el cerebro?
Pues, son muchas hipótesis que se han tejido en torno a cuánta información puede almacenar el cerebro, y se ha solidificado la idea de que este funcionaría tal como una memoria de un ordenador, con un límite. Aunque son muchos los que defienden que existe un límite físico relativo a cuánta memoria puede ser capaz de almacenar un ser humano, la realidad es que este sería tan grande, que resultaría imposible prácticamente llenarlo y quedarnos sin espacio a mitad de la vida.
Para evaluar la capacidad de almacenamiento del cerebro es necesario conocer algunas de sus características vinculadas. Por ejemplo, el cerebro humano está conformado por unas mil millones de neuronas en promedio. Cada una de ellas crea unas mil conexiones con otras neuronas. Esto nos daría la alucinante cifra de más de un billón de conexiones. Si tuviésemos la capacidad de almacenar un solo recuerdo por neurona, realmente tendríamos un problema de almacenamiento. Pero las neuronas se combinan de una forma que cada una de ellas contribuye con muchos recuerdos a la vez, aumentando de manera exponencial la capacidad de almacenamiento del cerebro a algo más cercano a 2,5 petabytes (1 Pb= 1 millón de gigabytes).
¿Se te hace difícil pensar en cuánta información puede almacenar el cerebro, solo con estos datos? Pues, te invitamos a que imagines que tu cerebro funciona como un grabador de video. Con esa capacidad podrías grabar unas tres millones de horas de contenido audiovisual. Es decir, necesitarías dejar encendido y funcionando el televisor por un plazo de más de tres siglos, para que la capacidad de almacenamiento llegara a su fin.
Estos datos en torno a la capacidad de almacenamiento del cerebro fueron obtenidos gracias a las conclusiones de los estudios realizados por el equipo de investigadores del Instituto Salk, liderados por Terry Sejnowski. Estos científicos publicaron un documento a principios del año 2016, en el que se concluía que cada neurona, junto a las conexiones que hacía con las demás, podría ser capaz de almacenar hasta unos 4,7 bits de información en promedio. Es más, en algunos casos, como te comentábamos, se habla incluso de un máximo de 2.5 Petabytes.
1. ¿Calidad o cantidad en la capacidad de almacenamiento del cerebro?
Hablar de cuánta información puede almacenar el cerebro es un tema, pero otro vinculado es el de qué tipo de información decidimos recordar u olvidar. Ciertos recuerdos, quizás los más profundos, los de mayor impacto en la vida de cada ser humano, son procesados con un mayor nivel de detalle, por lo que ocuparían más espacio de nuestra memoria. En cambio, otros van siendo olvidados, liberando así espacio. Esta sería en realidad una gran noticia, porque implicaría que nuestro cerebro se mantiene al día, al tiempo que buscamos y atravesamos nuevas experiencias de vida.
Ahora, otro elemento que vale la pena mencionar en relación a la capacidad de almacenamiento del cerebro es el hecho de que los grandes memorizadores de la historia, aquellos disparadores de memorias infinitas, que no se van de la mente de quien las vive aunque pasen décadas enteras, parecen ser, lamentablemente, el resultado de vivencias traumáticas o situaciones no deseadas. Parece que son éstas las que determinan la construcción de los recuerdos más imborrables.
Y tú, ¿Conocías cuánta información puede almacenar el cerebro humano? ¿Te imaginas un escenario en el que las personas viviésemos trescientos años, y nuestro cerebro simplemente se agotara? Sin duda que los misterios del cerebro son un campo magnético, en el que aún nos quedan millones de cosas por descubrir. Y si eres, como nosotros, un apasionado de los misterios de este órgano fenomenal, te invitamos a disfrutar de las mejores frases de Santiago Ramón y Cajal, el médico, científico y artista español que, antes de la existencia de las avanzadas tecnologías, penetró en las formas y aspectos del cerebro humano. ¡Alucinante!