Cerrado y suspendido en el tiempo. Abierto por primera vez un apartamento parisino de ensueño cerrado durante 70 años sin que nadie, absolutamente nadie lo recordara o se interesara por él.
La propietaria de este mágico rincón se llamaba Madame Marthe de Florian, y era actriz. Bella, sofisticada y amante de hombres distinguidos que la agasajaron de increíbles regalos y obras de arte que para la suerte de unos y la desgracia de otros quedaron olvidados por más de 70 años.
¿Preparado para introducir la llave en la oxidada cerradura de este apartamento?
El misterio del apartamento olvidado
Años 40. París está escuchando ya los ecos de una guerra que amenaza con invadir su capital, el tiempo de la distensión, de las fiestas nocturnas y de la tranquila superficialidad estaba a punto de desaparecer como el humo de un cigarrillo escapando de una ventana abierta.
Hasta esos días, Madame Marthe había vivido exquisitamente bien: elegante y sofisticada tenía éxito en el teatro y entre los hombres, tanto que ya en los años 30, había logrado obtener una posición muy reputada. Su nombre real era Mathilde Héloise Beaugiron, y aunque hasta bien entrado 1942 pudo mantenerse bastante bien viendo cómo avanzaba el curso de la guerra, la noticia de que las tropas alemanas estaban ya a punto de entrar en la ciudad, la obligó a tener que tomar una decisión.
Y debía ser inmediata. No lo dudó. Cerró con llave su elegante apartamento parisino y se fue al sur de Francia, con la idea de volver cuando las cosas mejoraran. Cosa que obviamente, no ocurrió tan pronto como ella pensaba. De hecho, jamás regresó a su preciosa casa habitada por infinitos regalos y obras de arte. El legado de una vida, perdido.
Madame de Florian siguió pagando todos los gastos y facturas del piso de 140 metros cuadrados, aguardando con esperanza ese día en que podría pisar de nuevo su querido apartamento mientras se refugiaba en la Costa azul.
Nuestra bella y exquisita mujer tuvo una vida plena, pero falleció a los 91 años sin tener ningún heredero. Y sin que nadie supiera de la existencia de su casa parisina. Pero eso sí, disponía de albaceas, los cuales descubrieron los documentos de propiedad del apartamento 70 años después, concretamente en el 2010. La sorpresa fue mayúscula.
¿Os imagináis? Debió ser una sensación similar a la que tuvo Howart Carter cuando abrió la cámara sagrada. Aquella cápsula de tiempo en forma de apartamento debió causar alguna inquietud a los albaceas, contendrían el aliento, creyendo encontrar solo polvo y telarañas en un espacio viciado por los años.
Pero no fue así. Era un auténtico tesoro de maravillas. Al abrirlo 70 años después, hallaron una exquisita decoración vintage suspendida en un tranquilo equilibrio: muebles de diseño, techos artesonados de los que caían enigmáticas lámparas de araña, escritorios inmensos, espejos rococó, fregaderos de piedra, adornos de todo tipo como peluches de Micky Mouse, jarrones chinos, candelabros de originales formas, una avestruz disecada y sobretodo… cuadros, infinidad de espectaculares obras pictóricas.
Lo más atractivo sin duda era un retrato de la propia madame Marthe, pintado por el artista Giovanni Boldini. En él, tenía poco más de 24 años y vestía un elegante vestido fucsia. ¿Sabéis por cuánto se ha subastado el cuadro? 2 millones de euros.
Y solo es el principio. Este apartamento suspendido en el tiempo desde los años 40 es un auténtico arcón de valor incalculable. Un bombón trufado para anticuarios y coleccionistas. Curiosidades que, sin lugar a dudas, solo pasan una vez en la vida…