Creer o no creer en vidas pasadas es, en ocasiones, una elección personal. Una forma de entender nuestra existencia como un todo, ahí donde la muerte no es un final, sino un inicio en el cual, seguir avanzando para mejorar interiormente. Para solucionar heridas pasadas, conflictos o, simplemente, adquirir nuevos aprendizajes.
Lo sabemos, somos conscientes de que para muchos, este es un tema polémico . Y en cambio, más de uno de nuestros lectores sentirá que el tema de las vidas pasadas más que una elección personal, es en realidad una creencia firme porque ha experimentado «cosas», sensaciones, vivencias…. porque asumir la reencarnación es parte de su esencia, de su forma de entender la vida.
Cómo recordar vidas pasadas. ¿Podemos?
Para nuestros seguidores más críticos y escépticos hemos de decir que no, que no hay pruebas firmes, empíricas y demostrables que den evidencia de que la reencarnación existe. Hay testimonios que uno puede creer o no, así como la amplia bibliografía que se puede asumir como cierta o, simplemente, descartarla. Cada uno es libre de tener su enfoque sobre este mundo.
A pesar de ello, hemos de asumir que el tema de las vidas pasadas es un pilar básico en muchas culturas, corrientes y religiones. Y como tal, como aspecto del cual sacar alguna opinión o reflexión, vale la pena incluirlo en nuestro espacio para que nos ofrezcas tus comentarios.
Porque no hay una forma más plena de enriquecernos entre todos que a través de nuestras opiniones.
Analicemos hoy en Supercurioso de qué forma suelen intuir las personas que «han vivido otras vidas«.
1. Los sueños
Sabemos que el mundo de los sueños es un mecanismo que utiliza el cerebro para liberarse, para reorganizar información y canalizar ciertas emociones, pensamientos y preocupaciones. Carl Gustav Jung nos hablaba de los arquetipos, de ese inconsciente colectivo que todos compartiríamos por igual, y que a su vez, nos une unos con otros.
El mundo de los sueños es para muchos un estado con el cual, conectar con nosotros mismos, con nuestro inconsciente y nuestra esencia «vital».
Pero, de hecho, hay algo que debemos tener en cuenta: a través de esos estados en que nos encontramos relajados, a medio camino entre la consciencia y la inconsciencia, suelen ser los idóneos para «recordar escenas», «sensaciones», «caras» o incluso «palabras». Por ello, es común que a menudo se utilice la regresión hipnótica para recordar vidas pasadas, alcanzar estas escenas de nuestras supuestas vivencias anteriores, de otra existencia.
¿Te ha pasado a ti? ¿Has tenido sueños, visiones o imágenes que podrían ser de otras vidas?
2. Vacíos existenciales, sufrimientos, marcas físicas
Sabemos que este tema también puede alzar polémica. Si conoces los trabajos del profesor y psiquiatra Brian Weiss (controvertido para muchos, y respetado para otros), verás como en muchos de sus libros, cuenta con el testimonio de personas que llegan hasta su consulta en vista de que la medicina ordinaria, no ha dado respuestas a sus problemas.
Depresiones que no se resuelven, fobias de las que no se entiende el origen, miedos irracionales que nos impiden llevar una vida plena, alergias e incluso marcas físicas como cicatrices, son para muchos, huellas de nuestras vidas pasadas.
Es común que personas que afirman haber vivido reencarnaciones, atribuyan determinadas cicatrices a heridas que les causó la muerte en otras vidas. Fobias al agua debido a ahogamientos, alergias a alimentos, reacciones extrañas a diversos tipos de plantas, pueden ser elementos que en ese pasado olvidado, tuvo alguna relación determinante (a veces traumática) con la persona.
3. El déjà vu
Los déjà vu pueden experimentarse de muchas formas. No solo hay escenarios que nos son extrañamente familiares, de pronto podemos tener sensaciones que nos evocan recuerdos extraños que no sabemos ubicar: olores, sentimientos, una tristeza inexplicable.
Quienes afirman haber vivido otras vidas, también enfatizan el hecho de que en ocasiones, nos encontramos con otras personas que nos causan un impacto muy especial. Nos son familiares, nos despiertan escenas, sentimientos y una afinidad inexplicable. Según esta tendencia las personas tendemos a coincidir entre nosotros: «muchos cuerpos pero una misma alma», es decir, quien en el pasado fue tu pareja, en otra vida puede ser tu hijo, o tu maestra, o una amiga íntima e la familia.
4. Nuestra infancia
Los primeros 4 o 5 años de vida, suelen ser en ocasiones etapas en que la persona, aún puede tener la capacidad de recordar vidas pasadas. Suele decirse que hasta que no adquirimos los procesos lecto-escritores, el cerebro es más receptivo, más abierto a este tipo de procesos.
En nuestro espacio ya te hablamos por ejemplo el caso del niño Camero Macaulay, y a pesar de que hay más testimonios, es algo que sigue despertando críticas a la vez que voces que defienden a ultranza la existencia de «vidas pasadas» y de la reencarnación.
Los niños, parecen tener en sus primeros años de vida, cierta conexión con ese pasado aún reciente para ellos. Algo asombroso que cada uno es libre de creer o no.
Y ahora dinos… ¿cuál es tu opinión sobre el tema? ¿Crees en es posible recordar vidas pasadas? ¿Crees en ellas? ¿Has tenido alguna sensación «inexplicable»? ¡Compártela con nosotros!
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– ¿Es verdad que los niños tienen más facultades para acceder a recuerdos de vidas pasadas?
– El caso de la niña que era una reencarnación del Antiguo Egipto