La raza humana encierra su auténtica belleza en la diversidad, en sus pueblos, en los rostros con mil rasgos, colores de piel, lenguajes, miradas, culturas…
Nadie puede negar que lo exótico arranca en ocasiones un singular atractivo, de ahí que los fotógrafos se sientan muy atraídos por esos rostros más singulares, que nos ofrece nuestra propia diversidad natural, y por su puesto la genética.
Como recordarás, en Supercurioso ya te hablamos por ejemplo del misterioso caso de los niños rubios de las Islas Salomón, un pueblo de raza negra con los cabellos de un color muy claro. Una pequeña población de nuestro planeta determinado por el llamado gen TYRP1 que les otorga estos llamativos rasgos.
El caso de estos niños es muy conocido, pero ¿te habías parado a pensar que también existen personas de raza negra con el cabello rojo? La fotógrafa Michelle Marshall ha querido mostrarnos sus testimonios, y sus bellísimos rostros.
La atractiva diversidad de los negros pelirrojos
En Supercurioso ya te hablamos en su momento de las raíces africanas del cabello pelirrojo, y de que, aproximadamente, entre el 1 y el 2% de la población mundial posee esta característica. Sabrás también que el color de este cabello, la tonalidad más blanca de piel, e incluso la presencia de más pecas de lo normal se debe a una pequeña mutación del gen MC1R.
Ahora bien… ¿qué ocurre en la población de raza negra para que la piel sea tan clara y los cabellos adquieran a su vez ese rojo tan llamativo?
- Si se da la asombrosa casualidad de que tanto el padre como la padre son portadores de este gen recesivo MC1R, y sus receptores son a su vez antagonistas, lo que va a ocurrir no se va a limitar sólo a que el pelo sea de color rojo, sino que la piel no va a oscurecerse, y además, es más tendente a la aparición de pecas.
La fotógrafa Michelle Marshall ha querido documentar este hecho, haciendo casi un censo mundial con el que crear un maravilloso álbum de rostros. En ellos, aparecen no solo personas de raza negra con estos atributos, muchos de ellos también son mestizos. Su idea básica es corregir esa idea que a menudo tenemos de que los pelirrojos son todos descendientes de los celtas y caucásicos blancos.
Para conseguir su álbum social lo que hace Michelle Marshall es publicitar su idea por las redes sociales. El boca a boca hace el resto. Una de las personas que han formado parte de este proyecto es Natasha Culzac, una modelo y periodista que relata también cómo fue parte de su vida. Se crió en un barrio de blancos, y durante su adolescencia siempre estuvo intentando encajar en un ambiente que la marcaba como diferente.
Su cabello era muy rizado, pelirrojo pero indomable. Por mucho que lo planchara jamás se quedaba liso, era muy alta, corpulenta y no encajaba con la clásica imagen de las pelirrojas de cabello lacio y aire céltico. No obstante, a medida que pasaron los años dejó que su pelo tuviera el carácter que la genética le había dado, ondulado, encrespado, espectacular. Y empezó a triunfar en la moda.
Muchas de estas personas se ven a sí mismas como diferentes, y a menudo les cuesta encajar por ese rostro teñido por demasiadas pecas, por unos rasgos que no encajan con ese aire céltico, por unos rizos indomables… Esa sensación vivirá en ellos durante su infancia y puede que durante la adolescencia. Pero más adelante descubrirán, al igual que lo hizo Natasha Culzac, que son únicos, bellos y dignos de aparecer en este censo visual que nos ha regalado Mishelle Marshall.