¿Un árbol que podría salvar al mundo? Puede que al leer el título de este articulo lo primero que hayas pensado es… ¿pero es que el mundo está en peligro? No a corto plazo, no mañana, ni el mes que viene, pero como ya sabes, el hombre, como raza no ha llevado a cabo un adecuado respeto a esta maravillosa envoltura que nos da cobijo… y vida.
En Supercurioso ya te hemos hablado por ejemplo de la cercanía de la llamada sexta extinción masiva, o de cómo sigue avanzando el cambio climático. Aspectos que muchos de nuestros líderes políticos, no desean ver.
Ahora bien, uno de los máximos problemas a los que ya debemos hacer frente es a la desertificación. ¿Qué tipo de vegetación podría dar vida a un suelo infértil, y carente de nutrientes? Lo creas o no, hay esperanza. Es como si la vida escondiera en realidad pequeños aliados que empujarán, lo queramos o no, a que este mundo siga adelante.
El árbol que es capaz según los científicos de frenar la desertificación, sería el que ilustra este artículo. Es bonito ¿verdad? Se trata de la Paulownia tomentosa.
La Paulownia tomentosa o el árbol Kiri
Es posible que te sea muy familiar, tanto, que o lo tienes en tu propio jardín o lo ves a menudo en la plaza y parques de tus pueblo o ciudades donde te mueves de forma habitual. Es un árbol grande, muy grande. De hecho puede alcanzar casi los 30 metros de altura y nos atrae en especial, sus llamativas flores violáceas que desprenden un agradable aroma. También sus hojas son asombrosas… ¡Pueden medir hasta 60 cm!
Es originario de Japón donde se utilizaban como ornamento. No obstante, a mediados del siglo XIX y con la apertura de este país a occidente, no tardó demasiado en extenderse al continente europeo y americano. Toda avenida quedaba pincelada de una belleza deliciosa y de un color que alegraba cualquier lóbrego rincón de las ciudades.
Ahora bien, puesto que ya tenemos claro que es un árbol de gran belleza, lo que nos interesa en realidad es saber por qué los científicos hablan de esta bonita especie como nuestra salvadora, o al menos la salvadora de los escenarios más infértiles.
– El árbol Kiri es capaz de resistir incendios. Se regenera muy rápidamente, incluyendo ramas y raíces.
– La llaman además la «planta pionera». ¿La razón? No tenemos más que comprobar algo asombroso: si dispones de un terreno árido y desértico, atrévete a plantar varios árboles kiri. Sus raíces previenen la erosión y la tratan. Sus hojas, son muy ricas en nitrógeno, y cuando caen al suelo y se descomponen, nutren de forma muy efectiva el terreno.
– Este dato también es interesante: nuestro precioso árbol de flores violáceas, absorbe diez veces más dióxido de carbono que cualquier otro árbol. Y no solo eso, además es capaz de emitir grandes cantidades de oxígeno.
Es un aliado contra el cambio climático, y ello viene avalado por ejemplo por numerosas convenciones, estudios y experimentos que han iniciado lo que se conoce como la «The Kiri Tree Revolution».
Una de las iniciativas en plantar en Texas un millón de Paulownias tomentosas para que el suelo vuelva a ser el adecuado y puedan crecer más especies vegetales. Asombroso ¿no es así? La idea es que a largo plazo, estrategias como estas nos permitan recuperar todos esos terrenos infértiles que hay en nuestro planeta.
Como dato curioso te diremos que en Japón, es tradición plantar un árbol kiri cuando nace una niña. Y ahora dinos… ¿Hay alguno en tu ciudad?