Sobre el hombre de las cavernas se tejen innumerables mitos y leyendas. Hemos podido acceder a datos contrastados con la evidencia, como el hecho de que se organizaban en tribus nómadas, o que la invención de asuntos como la rueda, la alfarería o el arado cambiaron sus formas de entender el mundo. Son muchos los aspectos interesantes al investigar cómo era la vida en la prehistoria, pero quizás entre los más destacados está la dieta paleo. A millones de años de distancia de las harinas, los alimentos procesados y las cadenas de comida rápida, la dieta cavernícola parecía ser bastante básica y orgánica y, en la actualidad, hay quienes la defienden como el mejor sistema de alimentación para el cuerpo humano. Acompáñanos en Supercurioso a conocer cómo se alimentaba el hombre de las cavernas.
¿Cómo es la dieta cavernícola?
El interés en los hábitos alimenticios paleolíticos surgió por primera vez hace unos años, cuando los científicos del Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia, descubrieron que comer como un hombre de las cavernas durante apenas tres semanas reducía el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares en los seres humanos. Estos hallazgos hicieron que la comunidad científica lanzara sus miradas sobre la dieta paleo, y evaluara si su aplicación en la modernidad podría tener sentido y mejorar las condiciones de salud de las personas.
La dieta cavernícola consiste en la elaboración de un plan dietético basado en los alimentos que, se estima, eran consumidos por los hombres y mujeres durante la era Paleolítica, que podemos ubicar hace aproximadamente 2.5 millones a 10.000 años. Este estilo de alimentación consistía en el consumo de carnes magras, pescados, frutas, verduras, frutos secos y semillas. Todos ellos eran alimentos a los que el hombre de las cavernas podía acceder mediante la caza y la recolección, y sosteniendo el estilo de vida nómada que le definía.
La dieta cavernícola también ha sido renombrada como dieta de la Edad de Piedra o dieta de los cazadores-recolectores. Naturalmente, el hombre de las cavernas no tenía acceso a los alimentos que se hicieron comunes luego de la aparición de la agricultura, como los lácteos, legumbres y granos, así que el modelo alimenticio actual de la dieta paleo también los limita. El razonamiento fundamental de este tipo de alimentación es que el cuerpo humano es genéticamente incompatible con la alimentación moderna, y que es esa incompatibilidad y el excesivo consumo de harinas, procesados y demás alimentos artificiales, son los factores que generan el desarrollo de enfermedades cardíacas, diabetes y obesidad.
¿Qué se entiende como dieta paleo en la actualidad?
Muchos investigadores en la modernidad defienden que la dieta cavernícola podría ser la mejor opción para mantener un cuerpo saludable, con los niveles de grasas controlados y en un buen peso. Este tipo de alimentación incluye frutas, verduras y carne magra, y evita cereales, legumbres, pastas y productos lácteos. Para llegar a la conclusión de que puede ser un buen formato de alimentación, se realizó un estudio en mujeres. Las que siguieron la dieta de la mujer de las cavernas perdieron el doble de grasa corporal después de seis meses en comparación con aquellas que siguieron una dieta más moderna. Además, las que siguieron la dieta cavernícola tenían cinturas más delgadas y menores niveles de triglicéridos.
En el último estudio sobre la dieta cavernícola y sus efectos en la salud, los científicos de la Unidad de Epidemiología del Consejo de Investigación Médica de la Universidad de Cambridge se asociaron con sus colegas de la Universidad de Umea en Suecia para investigar a mujeres obesas durante un período de dos años. Investigaron a 70 mujeres con sobrepeso y las dividieron en dos grupos. A uno de los grupos le fue asignada una dieta basada en los alimentos paleolíticos y al otro grupo una dieta de tipo basada en las recomendaciones nutricionales nórdicas. Estas recomendaciones se actualizan cada pocos años y giran en torno a una dieta basada principalmente en cereales integrales, productos lácteos bajos en grasa, frutas, legumbres, pescado y aceites vegetales.
Después de seis meses, las mujeres que siguieron la dieta cavernícola o dieta paleo habían perdido una media de 6,2 kilos de grasa y 11 centímetros de cintura. Las mujeres que siguieron la dieta nórdica solo perdieron 2,6 kg de grasa y su cintura sólo se redujo en 5,8 cm. Los niveles de triglicéridos, asociados con un mayor riesgo de enfermedades del corazón, también se redujeron significativamente en las mujeres que siguieron la dieta de las mujeres de las cavernas. Las otras mujeres no vieron reducidos sus niveles de triglicéridos. En cuanto a la presión arterial y nivel de colesterol fueron similares entre los dos grupos.
¿Qué ocurrió en el largo plazo?
Al final de los dos años de estudio sobre la dieta cavernícola, había mucha menos diferencia entre los dos grupos, lo que sugiere que la pérdida de peso se desaceleró en las mujeres que siguieron este sistema de alimentación. Aunque la investigación se centró en las mujeres posmenopáusicas, se espera que mujeres y hombres de todas las edades se puedan beneficiar de la misma manera.
En el informe publicado sobre sus hallazgos, los investigadores dijeron que “una dieta paleo tiene mayores efectos beneficiosos que una dieta nórdica con respecto a la masa grasa, la obesidad abdominal y los niveles de triglicéridos en las mujeres obesas posmenopáusicas”. Catalina Collins, nutricionista jefe en el Hospital St Georges en Londres, dijo que la dieta cavernícola pareció acelerar la pérdida de peso en los primeros seis meses, aunque insiste en que las mujeres parecen haber perdido menos grasa a medida que el estudio progresaba. Según Collins, esto puede deberse a que la dieta paleolítica es muy baja en proteínas, lo que hace que baje la tasa metabólica del cuerpo y, a medida que esto ocurre, en algún momento se tiene que detener la pérdida de peso.
En cualquier caso, esta investigación puede ayudar a diseñar nuevas dietas para la pérdida rápida de peso sin necesidad de grandes sacrificios. Lo que es una realidad es que, al menos en los primeros meses de su aplicación, la dieta cavernícola reporta mayores niveles de adelgazamiento, de tolerancia a la glucosa, una baja en los triglicéridos, una mayor estabilidad en la presión arterial y un aumento en la sensación de saciedad y control del apetito.
Si te gusta alimentarte con carnes magras, pescados de todo tipo, frutas y vegetales, semillas y frutos secos, y además crees que podrías prescindir de cereales como el trigo, la avena y la cebada, de los frijoles y las lentejas, de los productos lácteos y el azúcar refinada, quizás la dieta cavernícola sea el estilo de alimentación que has estado buscando. ¿Te animarías a probarla? Déjanos todas tus opiniones en un comentario. Y si te interesa este tema, disfruta de este artículo en el que te contamos sobre los mejores alimentos anticancerígenos.