Nuestro cuerpo es la prueba del estrecho contacto que existe entre él y la naturaleza, lo que le hacemos a ella nos afecta a nosotros. Y lo que ella tiene también puede afectarnos de maneras insospechadas.
Como, por ejemplo, la plata. ¿Sabías que hay una enfermedad que hace que la piel se te ponga azul? Sí, ¡como los pitufos!
Argiria, la del color azul
Se llama argiria, o síndrome de argiria, y es cuando una persona se ha expuesto prolongadamente a la plata, tanto en su forma metálica como en sales. La característica más común es que la piel se torne de un color grisáceo azulado, o azul completamente, en aquellas zonas del cuerpo expuestas al sol.
Tu cara, tus brazos, cuello, todo lo que tengas a la vista se pone azul, y tu cabello se vuelve blanco.
Esto ocurre por haber estado expuesto a la plata, como en el caso de los mineros de plata, o las personas que trabajan en la refinación de este metal, o en platería, o en la fabricación de aleaciones metálicas, en los trabajadores del vidrio y la porcelana, en la galvanoplastia o en procesamientos fotográficos, pero también en quienes se han sometido a tratamientos dentales (amalgamas de plata) y quirúrgicos; en este caso, los tatuajes.
Afortunadamente, ya los medicamentos que usaban plata coloidal, o que tenían entre sus elementos este metal, no se siguen fabricando, al igual que las amalgamas actuales y los procedimientos de tatuaje no la utilizan más por su alta peligrosidad para la salud.
Por qué la piel se vuelve azul
Hasta hace poco era todo un misterio el motivo de tal coloración, pero un reciente estudio de la Universidad de Brown descubrió que el mecanismo por el cual la piel se tiñe de azul es exactamente el mismo proceso que sucede en el ámbito fotográfico.
Cuando ingieres plata, en el estómago se produce una acción tanto química –la corrosión–, como física –que se queda con una carga positiva–; en este proceso se forma una ionización con iones de plata. Los iones positivos prefieren aliarse con otros elementos eléctricos para completarse, y en esa lucha se unen a iones de sulfuro de proteínas que corren por nuestra sangre. Es cuando la plata tiene acceso al torrente sanguíneo.
La proteína es el vehículo que tiene la plata para moverse. Los iones de plata se acumulan en la piel y al recibir luz solar se vuelven azules. Tal vez no parezca grave, pero en realidad esta carga positiva de electricidad daña el cuerpo.
Y el proceso fotográfico…
¿Sabías que la plata pura es de color azul? En el antiguo procedimiento fotográfico, o en el que se hace en las fotografías en blanco y negro, la película contiene yoduro de plata, o bromuro de plata (que son sales incoloras hechas a partir de iones de plata), y al darles la luz a través de la lente de la cámara, el área que recibe la luz queda negra porque allí se formaron depósitos del metal.
En el caso de la piel, ésta sufre un proceso muy parecido al del revelado de una película fotográfica, pero en lugar de volverse negra, se vuelve azul por los demás elementos existentes en el cuerpo.
Aparte de la exuberante coloración, también puedes sufrir daños renales o neurológicos, o fatiga crónica. Es irreversible, no se cura con nada ya que los depósitos de plata en el organismo no se eliminan.
Sin embargo, actualmente se está utilizando un tratamiento a base de algas verdiazules –especialmente la chlorella– con un poder altísimo de desintoxicación con el que se ha logrado cierto éxito.
Un caso famoso
En 2008, un californiano llamado Paul Karason saltó a la fama local cuando mostró su cuerpo teñido de azul. En su caso, una dermatitis severa y crónica le hacía colocarse distintas cremas y otros medicamentos tomados, y uno de éstos estaba hecho a base de plata coloidal.
Como no veía resultados, y estaba desesperado, pasó de beberse el remedio a untárselo por el cuerpo, y ya sabes que si lo expones de forma continua a la plata, la argiria aparece: su piel se tornó azul y su cabello blanco.
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