La llaman la «cámara desobediente». ¿La razón? Si eres de los que no se esfuerza demasiado a la hora de sacar fotos, esta cámara puede llegar a ser o bien una auténtica tortura, o bien, la única forma en que puedas sacar las mejores capturas de tu vida.
De momento desde Phillip Schmitt nos presentan su prototipo, el cual, se espera entre en el mercado en muy poco tiempo para cumplir los deseos de esos aficionados a la imagen más exigentes, y que buscan una gran originalidad en sus fotografías.
Si ahora mismo tuvieras esta cámara en tus manos y viajaras a Londres para sacar una instantánea rápida y precipitada del Big Ben, lo que haría la cámara restricta (así se llama la criatura) es bloquearse y dejar la pantalla en negro para impedir que sacaras la foto.
¿La razón? La toma, seguramente, sería demasiado clásica y nada original, y lo que quiere esta afinada tecnología es que afiles tu sentido artístico y que te esfuerces un poco más.
Curioso, ¿no es así? Te invitamos a saber más cosas sobre ella.
Las grandes virtudes de la «cámara desobediente»
A día de hoy ya es muy difícil ser original en materia de imágenes. Desde que los selfies llegaron a nuestras vidas, y con ellos, esos escenarios cotidianos como Facebook, Instagram o TikTok, parece que está todo hecho, que todas las ciudades han sido fotografiadas y que todos los lugares no son aburridamente cotidianos.
Aunque de hecho es casi inevitable, todos buscamos las imágenes más clásicas: Nueva York y la quinta avenida, Londres y el London Eye, París y la Torre Eiffel… Así pues, si eres un gran viajero y te gusta la originalidad, no dudes en adelantarte y hacer tu reserva de la cámara restricta.
Estas son las razones por las cuales te puede interesar:
- Su diseñador, Phillip Schmitt, pretende que el usuario no capte sólo una imagen, busca que consigamos una «imagen con sensaciones».
- La cámara utiliza un localizador GPS y mediante la georreferenciación, Google Maps y una base inmensa de fotos de Instagram analiza la originalidad del enfoque que aplica el usuario.
- Imagina que estás en la Puerta de Brandeburgo, en Berlín, que son las 18 h de la tarde, y que buscas un encuadre que te parece original. Al instante la cámara se queda en negro y te informa que en ese mismo encuadre, se han tomado ya cerca de 300 fotos ese mismo día. ¿Deprime un poco verdad?
- Al contrario, según su creador algo así nos obliga a hacer más pruebas, hasta que poco a poco sacamos una fotografía única y excepcional. Nadie más tendrá una fotografía como la tuya.
Señalarte también que lo cierto, es que al desmantelar el prototipo de la «cámara restricta» descubrirás que en su interior no hay más que un complejo y pequeño dispositivo con su afinado obturador. Maravillas de la tecnología aptas solamente para los más curiosos, para los más exigentes en materia de imagen.
¿Lo eres tú? ¿Te gustaría tener esta «cámara desobediente» o te basta y te sobra con la de tu móvil? No dudes en dejarnos tu opinión y descubrir cuántos megapixels tendrían nuestros ojos si fueran una cámara.