La intervención humana en todos los ecosistemas de la Tierra no siempre conlleva la extinción de especies, a veces conlleva el efecto contrario, la multiplicación y expansión de una especie en particular, generalmente en desmedro de otras.
Éste vendría a ser el caso de las medusas, también conocidas como aguamalas, aguavivas y lágrimas de mar, y que se han convertido en una molestia para los turistas que acuden a todos los balnearios.
Las anémonas son uno de los animales más antiguos que aún se mueven sobre la faz de la Tierra, donde han estado presentes desde hace unos 700 millones de años, y con representación en todos los mares, desde el Ártico a las regiones ecuatoriales. En años recientes comenzó a notarse que su número se incrementaba, y en tiempos aún más recientes comenzó a considerarse como un verdadero problema.
Causas
Son varias las causas que han llevado a este “mega afloramiento” de medusas en todo el mundo, aunque todas tienen en común al sospechoso habitual: el ser humano. El incremento de las medusas estaría vinculado a los siguientes factores.
- Contaminación de los mares con fertilizantes e hidrocarburos. Los fertilizantes que llegan al mar a través de los ríos y los frecuentes derrames de petróleo favorecerían el crecimiento masivo de bacterias de las cuales se alimentan las medusas. Este efecto se pudo constatar en Alaska después del histórico desastre del Exxon Valdez.
- Al ser eliminados sus depredadores naturales, como el atún o los tiburones, las medusas han proliferado y se ha incrementado también su consumo de plancton, disminuyendo este alimento para otras especies.
- El cambio climático. El calentamiento de los mares ha favorecido la reproducción de varias especies de medusas y mayor presencia en las playas del mundo.
Efectos
La proliferación de medusas ha comenzado a crear varias clases de problemas más allá del incremento de las picadas y “quemaduras” de bañistas. Para las plantas desalinizadoras de Japón, África y Medio Oriente se han convertido en un dolor de cabeza y, como ya mencionamos antes, al incrementar su consumo de plancton, podrían estar alterando la cadena alimenticia marina al disminuir el alimento de los peces pequeños.
Pero el efecto más nocivo al que podría estar asociada la sobrepoblación de medusas se ha detectado en investigaciones recientes, y tendrían que ver con la acidificación de los mares y el calentamiento global.
Aparentemente las bacterias marinas que se encargan de procesar los restos de los seres vivos que descienden al lecho marino no estarían en capacidad de procesar la creciente biomasa de medusas, y esta acumulación de carbono estaría a su vez contribuyendo a la acidificación del mar.
Por otro lado, al incrementarse estas bacterias para lidiar con el excedente de “aguamalas”, aumentarían también las emisiones de dióxido de carbono de estos animalitos, contribuyendo así al efecto invernadero, y al calentamiento de los mares. Con lo que las medusas actuarían como causa y efecto del cambio climático.
Por eso, la próxima vez que veas numerosas “lágrimas de mar” en una playa, tal vez estés presenciando el llanto producido por el desequilibrio mundial.
¡Descubre también 5 lugares del mundo que no podrás creer que existen!