A lo largo de los años, hemos escuchado infinitas veces las antiguas historias de amor, frases de Romeo y Julieta o Cleopatra y Marco Antonio, relatos clásicos llenos de romanticismo. Historias de amor que han dejado su huella en el mundo, tal y como sucede con la historia de Abelardo y Eloísa, un apasionado romance de la Edad Media que muy pocos conocen. Esta historia fue por mucho tiempo un relato referente del amor prohibido, perseguido y castigado. Por eso hoy en Supercurioso te vamos a contar todo sobre ellos. ¡Acompáñanos! 😀
La historia de amor de Abelardo y Eloísa
Seguramente tienes alguna idea sobre estas historias: clásicos del romance y el drama que nunca tienen un final feliz. Pero si te preguntamos por la historia de Abelardo y Eloísa, podrías responder ¿quiénes fueron? O, ¿qué les ocurrió? Porque claro, debió haber ocurrido algo para que su historia se recuerde. De hecho, este relato se convirtió en un símbolo de la literatura de la Edad Media, ya sabrás por qué…
Lo primero que debes saber es que la historia de Abelardo y Eloísa habla de una pareja de enamorados que vivieron una pasión desbordada y sin medida en Francia durante el siglo XII. Se sabe que su amor era como una llama incesante porque hubo prueba de ello, esto gracias a las cartas que constantemente se enviaban y que hoy en día son un referente literario de esa época. Pero a pesar de su inmenso amor, cuando el romance se hizo público, fue cuando el drama llegó a sus vidas, convirtiendo el amor en una gran desdicha.
1. Los protagonistas de la historia
¿Quiénes eran Abelardo y Eloísa? Bien, Pierre Abelard fue un filósofo y teólogo francés que nació en 1079 en Paláis, Alta Bretaña. Un hombre que se dedicó a la enseñanza y que, en la actualidad, es reconocido como uno de los grandes genios de la historia de la lógica, así como por su talento para la dialéctica y la poesía. No obstante, antes de conseguir todo esto, tuvo que hacer algunos sacrificios, pues de él se esperaba que fuera un gran militar como su padre; así que al evadir este destino tuvo que renunciar a su herencia y a sus tierras.
Eloísa por su parte, tenía 22 años menos que Abelardo, y era una mujer hermosa, pero huérfana, la cual quedó bajo el cuidado de su tío Fulberto. Era una mujer muy culta, y a pesar de que se tiene menos información de ella, sabemos que hablaba al menos tres idiomas: hebreo, latín y griego, lo que causaba gran furor para la época. Entonces, ¿cómo dos personas tan diferentes llegaron a crear esta historia?
2. Un amor prohibido
La historia de Abelardo y Eloísa comienza con dos personas muy diferentes, pero aun así, que lograron desarrollar un gran amor, casi similar al amor de Afrodita y Adonis. Todo comienza con Fulberto, el tío de Eloísa, quien era el canónigo de París. Este, al conocer a Abelardo, le encarga la educación de su sobrina Eloísa, dejándolo entrar en su casa no solo para educar a la muchacha, sino también para cuidarla, ya que Abelardo en aquella época contaba con una gran fama como maestro y como persona. Abelardo, sin conocerla, aceptó la misión y sus intenciones de educar y cuidar de la sobrina del canónigo estaban más que claras hasta que conoció a la joven y quedó deslumbrado. Para ese entonces Eloísa era una joven adolescente de 17 años que combinaba su belleza con una fuerte personalidad y agudeza intelectual que, sin duda, fueron la perdición de Abelardo.
A pesar de la gran diferencia de edad, la historia de Abelardo y Eloísa refleja que estos compartían una energía intelectual y gusto por el aprendizaje de las artes que los unía. Y, aunque el deseo era muy intenso, el aprendizaje no dejaba de ser importante. Sin embargo, Abelardo, un hombre apuesto y carismático, al parecer también era un gran seductor. Sabía cautivar a las mujeres, y esto lo convertía en el «Don Juan» de su época.
Él mismo cuenta en sus escritos que apenas la vio supo que Eloísa sería su próxima conquista, pero con lo que no contaba es que quedaría completamente enamorado de ella. En este punto, la historia de Abelardo y Eloísa era casi perfecta, pero esto no duraría mucho tiempo…
3. Un trágico destino
Una de las curiosidades de la Edad Media es que, para la época, estaba fijado que los educadores debían practicar celibato, pero Abelardo no pudo resistirse a la muchacha y buscó todos los medios para seducirla. Incluso, en uno de sus escritos, Abelardo lo cuenta:
«Bajo el pretexto de estudio pasamos nuestras horas en la felicidad del amor, y el aprendizaje nos dio las oportunidades secretas que nuestra pasión ansiaba. Nuestro discurso fue más de amor que de los libros que se abrían ante nosotros; nuestros besos eran mucho más numerosos que nuestras palabras razonadas«.
De acuerdo con la historia de Abelardo y Eloísa, la pareja no tardó en comenzar una relación amorosa de forma secreta, y esto llevó a Abelardo al desequilibrio emocional, no al nivel de locura, sino al nivel de desconcentración. Sus sentimientos por Eloísa comenzaron a afectar su vida normal; se dice que Abelardo empezó a sentirse agobiado en sus estudios, su energía para el aprendizaje se vio mermada, sus clases empezaron a perder inspiración, y sus poemas se centraban ahora en el amor.
Pronto sus estudiantes empezaron a darse cuenta de lo que ocurría y dedujeron que el amor se había apoderado de él, así que los rumores de un posible romance entre Abelardo y Eloísa empezaron a correr por París. Sus encuentros se volvieron cada vez más carnales, al nivel de que Abelardo escribía: «Mis manos se iban más a sus senos que a los propios libros».
El rumor de un romance se esparcía rápidamente, pero estos rumores no llegaban a Fulberto, el único que parecía no enterarse de nada, pues su confianza en su amada y admirada sobrina era muy fuerte. Sin embargo, el rumor llegó finalmente a Fulberto, y aquí Abelardo escribió: «¡Oh, cuán grande fue el dolor del tío cuando se enteró de la verdad, y qué amargo fue el dolor de los amantes cuando nos vimos obligados a separarnos!»
4. El final de la historia de Abelardo y Eloísa
La historia de amor entre Abelardo y Eloísa duro cuatro años, pero debido a que el tío se enteró de lo ocurrido los amantes tuvieron que separarse. No obstante, la separación no duró mucho, pues poco tiempo después Eloísa descubrió que estaba embarazada y al enterarse Abelardo de la noticia, huyeron y se refugiaron con la familia de él, con la que permanecieron hasta que nació el bebé, al que llamaron Astrolabio.
La solución al problema no era tan simple como parecía, pues el matrimonio no era una solución para los hombres de ciencia, las normas eran tan estrictas que este hecho acabaría con la carrera de Abelardo, dejándolos prácticamente en la ruina. Así que decidieron celebrar un matrimonio secreto, pero Fulberto vio su orgullo dañado y no guardó silencio, dando a conocer la unión en matrimonio de la pareja.
El niño murió poco tiempo después y Abelardo decidió enviar a su esposa al convento de Argenteuil, para mantenerla segura. Pero Fulberto se enfureció y decidió vengarse. Para ello, sobornó a dos funcionarios para que permitieran dejar entrar, durante la noche, a unos atacantes a la habitación en la que Abelardo dormía, y que de este modo pudieran castrarlo. Lo que ocasionó que Abelardo pensara en una vida de reclusión, dedicada a Dios, pues, para él, esta era la única alternativa que su orgullo le permitiría.
Abelardo convenció a su esposa para que tomara el velo y se convirtiera en monja. Eloísa aceptó haciéndose monja y, aunque sus cuerpos ya no pudieron estar unidos, sus almas siguieron compartiendo un viaje intelectual, emocional y espiritual, ejemplo de ello son las cartas de Abelardo y Eloísa que nos acompañan hasta hoy.
La trágica historia de Abelardo y Eloísa termina cuando este muere y 21 años más tarde lo hace ella, pidiendo que sea enterrada junto a su amor. No te pierdas la historia de amor entre Napoleón y Josefina, te encantará.