Algunas veces las personas disfrutamos tener discusiones acaloradas sobre temas complejos. Está en nuestro instinto como seres sentimentales el querer poner nuestro punto de vista sobre uno diferente. Pero existen algunos casos en los que las personas realmente les gusta discutir… ¿Por qué discutimos tanto si nos queremos? Estamos seguros que las actitudes son cambiantes, por ello, en Supercurioso queremos contarte cuáles son las razones por las que a las personas les gusta discutir.
Algunas personas son tan susceptibles al conflicto, que tienes la sensación de estar ante alguien rodeado de alfileres, que en cualquier momento explotara si no está de acuerdo con lo que opinas. Acaban tergiversando tus palabras para convertir el diálogo en discusión y rodearlo todo con su nube de negatividad y mal humor. ¿Seremos nosotros quienes provocamos ese tipo de reacciones? Puede ser. La verdad es que detrás de esas personas adictas a discutir, al enfrentamiento y a la discusión continúa, suele esconderse un patrón de personalidad muy concreto. ¡Descubre por qué solemos discutir tanto si siempre nos queremos!
¿Por qué discutimos tanto si nos queremos?
No hace mucho te hablamos sobre como la tristeza se expresa con mal humor, lo que puede mostrar a las personas apáticas y secas, pero la realidad es una muy diferente. En esta ocasión queremos enfocarnos en otro tipo de comportamiento que va más allá: personas a las que les gusta discutir, que son adictos al enfrentamiento continuo, a la agresión verbal, a levantar la voz y al desprecio a través de las palabras.
¿Por qué discutimos tanto si nos queremos? Si te haces esta pregunta, entonces, ten presente que todo aquel que ha pasado por un gran discusión, sabe que está es realmente agotadora mental y físicamente. Así que aquí, te daremos algunas claves para saber por qué las personas discuten. Para los expertos existen varias dimensiones psicológicas que podrían esconderse tras dichos comportamientos (a grandes rasgos, eso sí, y nunca al 100%).
1. Una baja autoestima
Una baja autoestima con necesidad de competición continua, es la primera razón que se identifica para las personas que les gusta discutir frecuentemente. La persona que combina la baja autoestima con el resentimiento, suele necesitar siempre estar por encima del resto para «tener poder», «tener voz», y hacerse de notar a través de las discusiones.
Les gusta ensalzarse y buscan cualquier ocasión para aparentar que saben más que la otra persona, para decir que es blanco cuando tú digas negro, y negro cuando digas blanco. A través del reproche y la discusión expresan también su rabia por ese sentimiento de baja autoestima, haciendo uso de una máscara agresiva que en realidad, esconde una inseguridad. Si te preguntas ¿por qué discutimos tanto si nos queremos? una sugerencia es analizar el comportamiento de tu pareja y el tuyo, ver si existe algún tipo de problemas derivados de la falta de autoestima.
2. Ausencia de empatía
La Falta de empatía y la necesidad de autoafirmarse son también razones comunes para las personas que les gusta discutir. Hay personas que encuentran placer a la hora de etiquetarnos, de compararnos con otros y hacer uso de la ironía para ridiculizarnos. Sus discusiones buscan ante todo posicionarse en un bando muy claro, el que sea, por simple placer de hacer daño. En este caso no tendríamos una baja autoestima encubierta, tendríamos una personalidad claramente «orgullosa».
Al carecer de empatía, son incapaces de ponerse en nuestro lugar y únicamente ven su posición, en su voz y en sus ideas, las únicas que son válidas y absolutas. Hemos de tener en cuenta que en este tipo de comportamiento donde la discusión se utiliza como arma de poder y de agresión, supone un claro maltrato en muchos casos. En esta situación es mucho más compleja las discusiones con tu pareja, ya que este tipo de actitudes llevan a otras. A veces no queremos discutir tanto con nuestra pareja si nos queremos porque vemos en ella o en él cosas muy especiales, sin embargo, si la situación empeora cada vez más, es hora de plantearse una ruptura amorosa.
3. No aceptar normas
Otra de las respuestas para la pregunta: ¿por qué discutimos tanto si nos queremos? puede ser la rebeldía. Vivimos en una sociedad compuesta por normas y leyes, cada una de ellas delimita nuestro comportamiento. Las normas no solo están presentes en nuestra infancia, también lo están en nuestra vida adulta, por ejemplo en el trabajo o en las relaciones de pareja.
No obstante, algunas personas tienden a tener problemas a la hora de seguir las normas, pues llegan a tener un concepto equivocado sobre las normas como algo hecho para limitar su propia libertad. Así, aquellos que no quieren someterse a ningún tipo de norma son las personas que les gusta discutir constantemente.
4. ¿Cómo aprender a no discutir?
Si en tus entornos más cercanos conoces a personas con este tipo de comportamientos, y con quienes te ves obligado/a a interactuar, o por el contrarío eres tú el que identifica que tienes alguno de estos comportamientos, sería necesario que tuvieras en cuenta estos consejos para solucionar poco a poco las discusiones con personas:
1. Entiende qué hay detrás de estos comportamientos y de sus insistentes ganas de buscar una discusión. Identifica muy bien cuáles pueden ser los factores que tienes en tu entorno que pueden generar este tipo de comportamientos y trata de solucionarlos, si estos no llegasen a tener solución, lo más recomendable es tratar con un profesional para que te ayude a controlar esas situaciones.
2. Si percibes que lo que hay detrás es una autoestima baja, intenta en la medida que te sea posible quitarles la máscara o quitarte a ti mismo la máscara. A veces, es mejor ser sincero con aquello que tu sientes y mostrarte tal cual eres, antes que demostrar que eres fuerte. Este dato es esencial sobre todo porque es una de las claves para mantener una buena relación en pareja.
3. Evita por encima de todo caer en el juego de «quién tiene la razón». Si eres tú el que está provocando este tipo de situaciones, lo mejor es simplemente tener una charla pequeña sobre otra cosa que no te provoque salirte de tus casillas. Si por el contrario es la otra persona la que quiere siempre tener la razón, entonces hazle caer en cuenta que no están fomentando un diálogo constructivo. Pregúntale: ¿Por qué discutimos tanto si nos queremos?. Probablemente sea una pregunta que lleve a la reflexión.
Lo más adecuado ante una situación donde a las personas les gusta discutir es «desactivarlas» cuanto antes, o bien evitando directamente a esas personas o simplemente, dejando claro que no deseamos discutir o iniciar una conversación que no va a llevarnos a ningún sitio.
Esperamos haberte dado pautas para responder a la pregunta de por qué discutimos tanto si nos queremos. Cuéntanos ¿Te has visto alguna vez en esta situación? ¿Conoces a alguien así?. Y por si quieres seguir leyendo, te recomendamos nuestra entrada sobre cómo pensar en positivo, algunos concejos para mejorar tu actitud. Ah y tampco dejes de conocer estas frases de reconciliación.