¿Has oído hablar alguna vez del Monstruo de Tully? Es posible que al ver las imágenes de este ser increíble te hayas asustado. Bien, hemos de decirte en primer lugar que este singular vertebrado habitó en nuestro mundo hace más de 300 millones de años, pero su naturaleza, su biología, sigue trayendo de cabeza a los expertos.
Lo describen como «un puzzle imposible». Tiene aletas, una larga cola terminada en pinzas, unos ojos que sobresalían a los lados a modo de «retrovisor» y afiladísimos dientes que lo convertían en un feroz depredador de poco más de 10 centímetros.
¿Era una piraña prehistórica? Más que piraña, los científicos describen al Monstruo de Tully como un «gusano marino algo especial». En Supercurioso queremos hablarte de él. ¿Nos acompañas?
¡Es extrañísimo! ¿Todavía no conoces al Monstruo de Tully?
Si conocemos al Monstruo de Tully es por sus fósiles. Fue en el verano de 1955, cuando Francis Tully salió de buena mañana a buscar rocas de piedra pizarra al sur de Chicago. Sabían que los mineros estaban trabajando en esta zona y que era habitual encontrar fósiles entre este tipo de rocas. Y aquel día, «pescó» algo realmente especial.
¿Era una lombriz aquello que se intuía entre el relieve de la piedra pizarra? Podría ser, sin embargo, tenía cola…¡Y una cola terminada en pinza! Aquella especie no era conocida, no la había visto nunca en los museos, así que decidió ofrecérselo a un experto: Eugene Richardson. El paleontólogo quedó tan asombrado, que no dudó en enviar un equipo a esa mina de Chicago para ver si existían más ejemplares. Y así fue… encontraron decenas.
Llamaron a aquella criatura «Monstruo de Tully» en honor a su descubridor, pero no ha sido hasta casi 50 años después cuando finalmente, se ha podido saber un poco más sobre esta criatura que cuenta con más de 300 millones de años.
- Es nada más y nada menos que un pariente de nuestras queridas pero inquietantes lampreas: es decir, peces chupadores de sangre (recordemos que en el norte de España son muy apreciados en la cocina).
- El monstruo de Tully fue un pequeño antepasado de las lampreas que en lugar de la clásica boca en forma de ventosa, tenía una pinza para «adherirse al animal» durante el tiempo que deseara, para después, alimentarse de la sangre del huésped cuando así lo deseara.
Ahora bien, hay un detalle que invitan a los expertos a pensar que tal vez, fuera también un feroz depredador. Disponía de una hilera impresionante de dientes que debió servirle no solo para «aspirar sangre» sino para arrancar y triturar. Digamos que es la prima lejana pero «violenta» de las lampreas. Unas criaturas que se extinguieron por alguna razón en el periodo del Carbonífero, y que a su vez, solo se han visto en Chicago.
Estaremos pues pendientes de más informaciones al respecto de este fantástico animal. Y recuerda, si te ha gustado este artículo, conoce también «el misterio de los hongos gigantes prehistóricos. ¡Increíble!