Más allá de la famosa novela de Bram Stoker, que nos hace asociar automáticamente al Conde Drácula con esta ciudad de Rumania, Transilvania tiene belleza antigua y muchas más leyendas que son opacadas por la del chupasangre. En este artículo de Supercurioso, te contamos 4 escalofriantes leyendas de Transilvania.
4 escalofriantes leyendas de Transilvania
1. El llanto de la novia del castillo Abrud
Al norte de la ciudad se encuentra el castillo Abrud, una fortificación construida en el siglo XVI y al que se le nombra en una leyenda local. Aparentemente uno invasores querían apoderarse del castillo el cual estaba siendo bien protegido por Francisco Rakoczi. Para intentar tener éxito, enviaron a un guapo oficial que debía encantar a la hija de Rakoczi, pero él terminó enamorado de la joven y le dijo cómo salir de la fortaleza por un túnel secreto. Para mala fortuna de la chica, su padre escapó y la maldijo eternamente, y, como en una historia de Disney, ella sólo podría romper la maldición con un beso de amor. De hecho, con tres besos que debe darle su amado: uno convertida en rana, en serpiente y luciendo como una novia que llora.
¿Adivina a quién no han besado desde el siglo XVI?
2. El castillo Hunyad
El castillo Hunyad es tan bello como deprimente, una de sus torres se llama Nej Bojsia que, en español significa “No tengas miedo” –premisa para tener miedo al instante– y el escudo de armas tiene un cuervo, ¿algo más? Sí. Se dice que Iancu de Hunedora prometió libertad para tres turcos si cavaban en una roca hasta encontrar un pozo de agua; para su suerte, tardaron 28 años y antes de culminar la obra, Iancu falleció. Su esposa no cumplió la palabra de este hacia los turcos, quienes, en lugar de ser hombres libres, fueron decapitados. Antes de morir escribieron “Ahora tienes agua, pero no tienes corazón”, junto a tres nombres en una pared.
Los visitantes del castillo pueden ver el pozo y la triste dedicatoria, escrita en turco. Escalofriante.
3. La leyenda del flautista
En algún punto de nuestras vidas todos hemos conocido la historia del flautista que liberó a un pueblo entero de la plaga de ratas que lo invadía con solo la música de su instrumento… se llevó a todas, menos una. Por esa rata que quedó, el flautista tocó una melodía distinta y atrajo a todos los niños de Hamelín. Sabemos que Hamelín está en Alemania y que quizás no tenga mucha relación con Transilvania, ¿no? Aunque muchas leyendas dicen que los niños terminaron ahogados en un río o en el fondo de un barranco, existe una alternativa transilvana con un final menos terrible.
Según dice la tradición, los niños hipnotizados por la música que salía de la flauta fueron guiados hasta las tierras de Drácula, a través de la cueva de Vaghis. Una versión que tiene muchísimo sentido, pues muchos alemanes originarios de Hamelin emigraron a Transilvania y sus descendiente todavía viven allí. Curioso, ¿verdad?
4. Encarcelados antes del divorcio
Se dice que hace mucho tiempo, en Sibiu, las parejas que desearan divorciarse eran encarceladas en la prisión de una torre durante dos semanas, obligadas a convivir día y noche en un espacio pequeño –una tortura, si el matrimonio era insostenible–. El brutal sistema debía funcionar, pues al final, según dice la tradición, solo una pareja continuó con el divorcio.
Cerca de Sibiu, se hacía una “terapia” similar en una iglesia, pero no duraba dos semanas… En este caso, el encierro sólo terminaba cuando realmente arreglaban la relación, aunque fuera porque se cumplía el “hasta que la muerte nos separe”. Considerarlo macabro es quedarse corto.
¿Qué tal te parecieron estas leyendas de Transilvania? Como amamos al vampiro, te recomendamos leer La verdadera historia del Conde Drácula.