Dumas, Voltaire y la estupenda película de Leonardo DiCaprio, nos han hecho conocer la existencia del «hombre de la máscara». La ficción nos explicó que se trataba del hermano gemelo del rey de Francia, al que se mantenía apartado para que no hubiese dudas sobre la legitimidad del monarca y que fue cubierto con una especie de casco de hierro para que nadie pudiese identificarlo. Sin embargo, la realidad era muy diferente, 350 años después se ha podido saber quién era ese hombre que realmente existió. Ha sido descubierta la identidad del «hombre de la máscara».
Descubierta la identidad del «hombre de la máscara»
El profesor de historia de la Universidad de Santa Bárbara en California, Paul Sonnino, ha dedicado varios años a investigar todo lo relacionado con ese misterioso recluso. Quería saber su verdadera identidad y que motivó su encierro y el cubrimiento de su rostro.
Sonnino constató en primer lugar que desde 1669 y durante 30 años un hombre estuvo preso en varias cárceles francesas, entre ellas la Bastilla, y que su rostro estuvo cubierto, tal como cuenta la historia. Su investigación siguió y también confirmó, como suponían los historiadores, que su nombre era Eustache Dauger, ayuda de cámara de profesión, y que era cierto que llevaba una máscara, pero que no era de hierro, sino de terciopelo. Además hay constancia de que no la llevaba siempre, sólo de vez en cuando.
El profesor Sonnino prosiguió sus pesquisas y descubrió que Dauger había sido el ayuda de cámara de un importante personaje de la corte de Luis XIV, el tesorero del cardenal Mazarino. Éste cardenal, que fue ministro plenipotenciario de Francia, especialmente durante la regencia de Ana de Austria, había conseguido acumular una gran fortuna. En 10 años acumuló la mayor riqueza del «Antiguo Régimen». Naturalmente este capital no provenía de negocios lícitos, sino de turbios tejemanejes. Por un lado especulaba con fondos del Estado y cobraba comisiones sobre los equipamientos destinados al ejército, y por otro según relata Sonnino, provenía de engaños directos a los anteriores reyes franceses e ingleses a los que involucraba en costosas guerras. Sonnino cree que el propio rey Luis XIV estaba implicado en estas estafas a otros soberanos reinantes a los que intentaba convencer para aliarse en onerosas guerras.
Daudier , al tanto de estos turbios asuntos económicos, en algún momento se fue de la lengua y, para seguridad del monarca, fue encarcelado. No debía hablar ni revelar su identidad y no podía ser reconocido por nadie que quisiera perjudicar al rey, si esto ocurría, sería inmediatamente asesinado. Esta es, según Sonnino, la verdadera historia del hombre de la máscara, y ha escrito un libro con todas sus investigaciones.
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Aunque sepamos la verdad, nada nos impide dejar volar la imaginación leyendo a Dumas, Voltaire o viendo la película de Leonardo DiCaprio.
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