Cada vez más seres humanos se concentran y hacen sus vidas en grandes centros urbanos, megalópolis como Ciudad de México, París, Hong Kong, São Paulo, Pekín o Bombay, con altos niveles de urbanismo y de contaminación, que se han convertido en un verdadero peligro para la salud de sus habitantes.
El polvo y las emisiones nocivas de vehículos, comercios, industrias y viviendas podrían atenuarse con una innovación surgida en la ciudad alemana de Dresde: los árboles urbanos.
Árboles urbanos contra la contaminación
En Dresde, Alemania, ha surgido una iniciativa que podría hacer más respirables las grandes metrópolis que hoy día enfrentan considerables problemas de polución, los árboles urbanos.
Dirás que árboles urbanos siempre han existido, y son aquellos que menguan en las grandes avenidas de las ciudades de todo el mundo; pero en este caso se trata de árboles “hechos” por el ser humano.
El diseño de estos árboles tecnológicos, realizado por Peter Sänger y su equipo, con el apoyo de la Universidad de Dresde, difiere de los árboles normales: consiste en dos estructuras verticales y rectangulares con varios paneles, cada uno con 300 macetas con musgo. Cada panel equivaldría o tendría la misma capacidad para limpiar el aire que 50 árboles naturales. El musgo se reproduce rápida y fácilmente y resiste desde muy bajas temperaturas hasta las más altas, sólo hay que garantizarle riego y nutrientes.
Estas estructuras pueden colocarse en cualquier espacio urbano donde haya conexiones de agua y electricidad. Los árboles colocados en Dresde tienen riego por goteo (el agua llega a todas las macetas sin que haya desperdicio) y conexiones para ser monitoreados a distancia por computadoras.
Otra notable diferencia con las plantas naturales es que pueden cambiarse de lugar fácilmente, es decir, que los administradores de la ciudad podrían desplazarlos a los lugares donde haya focos puntuales de contaminación.
Aparte de limpiar el aire y producir oxígeno en mayores proporciones que un árbol natural (pues toda su superficie es verde), estos árboles cumplirían con una función estética al romper con el predominio del gris urbano, y al actuar como esculturas vivientes.
En Dresde ya hay más de media docena de árboles tecnológicos alquilados por la ciudad por tres meses, y también pueden comprarse por un costo de 22.000 euros (que incluyen la asistencia técnica).
Ya hay tres ciudades donde comenzarán a colocarse estos “ciberárboles”: Dresde, París y Hong Kong, pero es una idea que podría expandirse fácilmente a todas las grandes ciudades del planeta, y no conlleva enormes gastos, otra de sus grandes ventajas.
La propuesta de Sänger y su equipo no reemplaza la necesidad de más parques y áreas verdes en las zonas urbanas, pero sirve para paliar en parte el problema de la polución del aire.
Iniciativas como éstas nos hacen pensar que el ser humano puede enfocar sus esfuerzos para el bien común y la conservación del planeta, y que es posible que cada uno contribuya, en su propia medida, a un mundo mejor, ¿no te parece?
Quizá te interese saber sobre el jardín flotante de Tokio y el bosque vertical de Milán.
Imágenes: canal alemán DW