La historia de los pueblos está llena de diversos matices. Desde grandezas y episodios heroicos, hasta otros llenos de mezquindad, crueldad y actos que denigran la naturaleza humana. La leyenda del rapto de las sabinas es muestra de ello. Esta historia tiene estrecha relación con el nacimiento de una de las civilizaciones más importantes en la historia de la humanidad, la romana. Hoy en Supercurioso navegamos en la historia antigua, para contarte qué fue el rapto de las sabinas. ¿Nos acompañas a descubrirla? Pues, ¡Empecemos!
Quienes eran las sabinas
Antes de hablar de qué fue el rapto de las sabinas, conviene tener contexto sobre quiénes eran. Se trataba de un antiguo grupo étnico que habitaba en la región central de Italia, durante la época romana. Su presencia se localizaba principalmente en la zona conocida como los montes Apeninos, al noreste de Roma.
En términos generales, las sabinas eran una sociedad agrícola y ganadera que compartía afinidades culturales y lingüísticas con los romanos. Aunque el mito de qué fue el rapto de las sabinas es la faceta más conocida de su historia, las sabinas jugaron un papel importante en la configuración cultural y social de la región, contribuyendo al mosaico de grupos étnicos que coexistían en la Italia antigua.
Entonces, ¿Qué fue el rapto de las sabinas?
Roma es un imperio que cuenta con miles de leyendas. Desde las historias propias de los dioses y seres mitológicos, hasta sus personajes, guerras, construcciones, grandezas y miserias. Hablar de qué fue el rapto de las sabinas es reconocer un episodio legendario, fundacional en la mitología romana y que cumplió un papel crucial en la consolidación de Roma como una potencia en la antigüedad.
Según la leyenda, después de la fundación de Roma por Rómulo, los romanos se encontraron en una situación precaria debido a la falta de mujeres en su sociedad. Esta situación sería el punto de partida para la que sería después la leyenda del rapto de las sabinas.
La leyenda del rapto de las sabinas se sitúa en los legendarios inicios de Roma, aproximadamente en el 750 a.C. Rómulo, rey de Roma, ante la falta de mujeres con las que poblar su incipiente reino, intentó llegar a acuerdos con las tribus vecinas. En especial, intentó que sus hombres contrajeran matrimonio con las mujeres de Sabinia. Los sabinos, temerosos de que Roma se convirtiera en una potencia y los arrasase, decidieron impedir las uniones.
Rómulo no se conformó, pero simuló que lo estaba ante los Sabinos. Trazó un plan y los invitó, junto con otras tribus de la zona, a unos juegos en honor del dios Neptuno. Acudieron todos y los sabinos se hicieron acompañar por sus mujeres. A mitad de la celebración, los romanos atacaron a traición a los sabinos y raptaron a sus mujeres.
Al parecer, según cuenta la leyenda del rapto de las sabinas recogida por Tito Livio, Rómulo no permitió que se forzase a las féminas y les ofreció que tomasen voluntariamente y según su elección a sus hombres por esposos. También les prometió derechos cívicos y la posibilidad de tener propiedades (ambas las incumplió). Ellas accedieron imponiendo sus condiciones: en el hogar mandarían ellas, únicamente se ocuparían del telar y no tendrían otras obligaciones domésticas. Al parecer, llegaron a un acuerdo y se celebraron las bodas.
1. La batalla entre romanos y sabinos
He aquí un episodio posterior a qué fue el rapto de las sabinas, pero que guarda estrecha relación con esta historia. Años después, los sabinos aún clamaban venganza y creyendo que Roma estaba debilitada por las sucesivas luchas, decidieron atacar.
Llegaron hasta la Ciudadela en la colina Capitolina y allí acorralaron a los romanos. Una mujer romana llamada Tarpeya, hija de Espurio Tarpeius, gobernador de la ciudadela, traicionó a su pueblo a cambio de lo que “los sabinos llevaban en sus brazos”.
La mujer pensó hacerse rica con las muñequeras de oro, pero los sabinos, asqueados por la traición, aunque les favoreciera, la aplastaron con los escudos que llevaban en sus brazos. El lugar donde ocurrió este suceso se conoce como “Roca Tarpeya” y desde ella los romanos arrojaban a los traidores para ejecutarlos.
Acababa de iniciarse la batalla final entre romanos y sabinos, cuando las mujeres sabinas corrieron al lugar del enfrentamiento y se interpusieron entre los dos bandos. Si ganaba uno, perdían a sus padres y hermanos, y si ganaba el otro, a sus maridos y sus hijos. Las mujeres consiguieron frenarlos y que firmasen la paz. El rey de los sabinos, Tito Tacio, gobernó a la vez que Rómulo hasta su muerte.
La leyenda del rapto de las sabinas ha sido muy popular a lo largo de la historia del arte y numerosos autores lo han reproducido en sus obras. Entre ellos destacan las pinturas de Rubens, Poussín, Jacques-Louis David e incluso del mismísimo Picasso.
Y tú, ¿Sabías qué es el rapto de las sabinas? ¿Habías escuchado sobre la historia fundacional de Roma, con estas mujeres al medio? Anímate a dejar todas tus opiniones en un comentario. ¡Estaremos encantados de leerte! Y si te gusta la historia de Roma, quizá quieras leer el post: 1000 maneras de morir en el Imperio Romano. ¡Hasta la próxima!