A la mayoría de nosotros nos ha preocupado el acné que brotaba en nuestra cara durante la adolescencia. En algunos casos, pasada ésta, los molestos granitos siguen apareciendo años después. Sin embargo, parece que nuestro padecimiento no ha sido en vano. Acné hoy, sin arrugas mañana, lo dice la ciencia.
Acné hoy, sin arrugas mañana, lo dice la ciencia
Los médicos habían constatado ya que las personas que sufrían acné en su juventud, al hacerse mayores, conservaban una piel mucho más tersa y que no perdía grosor. Pensaban que era debido a la producción de grasa, pero al parecer recientes investigaciones han encontrado otro motivo.
En un estudio realizado en Gran Bretaña, se descubrió que las mujeres que habían padecido acné en su juventud tenían los telómeros más largos. Los telómeros son como unos capuchones que cubren los extremos de los cromosomas. En el caso de las mujeres con acné los telómeros de los glóbulos blancos eran significativamente más largos. Estos telómeros protegen del envejecimiento y retrasan la muerte de las células; actúan manteniendo intacta la información genética.
A lo largo de la vida, las células se dividen para reponer la piel y los órganos y los telómeros van menguando. Cuando son demasiado pequeños, las células dejan de dividirse y empieza el deterioro. El estudio ha demostrado que los telómeros de las mujeres con acné tienen una longitud diferente y eso las protege. Los propios científicos han dicho que falta realizar las mismas pruebas con hombres, ya que en el estudio tan solo aparecían mujeres.
Además de los telómeros, en el envejecimiento de la piel parece estar implicado el gen P-53, este gen aparece menos en las personas que han padecido acné. Sabiendo que existe esta implicación de los telómeros, los investigadores se han preguntado si es posible hacerlos crecer para retrasar el envejecimiento. Se han abierto varias investigaciones, ya que los telómeros afectan también a enfermedades tan importantes como el cáncer. Pero, en la longitud de los telómeros, de momento parece que el papel más importante lo juega la herencia genética.
Los últimos hallazgos hablan de una sustancia llamada telomerasa que ofrece resultados prometedores. La telomerasa es una enzima que producen algunas personas y que alarga los telómeros tras la división celular, retrasando el envejecimiento. Aún no se sabe porque unas personas producen más telomerasa y otras menos, pero científicos brasileños y estadounidenses están en el camino para conseguir un manera de aumentar la producción de telomerasa. Esto repercutiría en una mejor calidad de vida en todos los sentidos.
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Imágenes: Samulili, Gustavocarra