Desde Disney con sus príncipes y princesas perfectos, pasando por los personajes de anime de proporciones increíbles y caras adorables y los encuentros sexuales estratosféricos de los vídeos sólo para adultos, hasta el mismo Hollywood, se han dedicado a conformar -quizás conscientemente- unos ideales sexuales, románticos y, en definitiva, de relaciones humanas que en muchas ocasiones poco tiene de real.
¿Cómo tener una vida sexual feliz con tu pareja? La ciencia responde
«Culpo a Disney de mis altas expectativas respecto a los hombres»; «Culpo al porno de mis altas expectativas respecto a mis hazañas sexuales«; «Culpo a Hollywood de mis altas expectativas respecto a la idea de amor verdadero»… Todas estas quejas existen, las hemos oído millones de veces y, aunque a veces nos parezcan exageradas, tenemos una mala noticia: tienen razón de ser.
Un equipo de expertos en Psicología Social de la Universidad de Toronto se ha dedicado a investigar la vida sexual de una muestra de 1900 individuos para intentar responder a la pregunta que tantas veces se ha hecho el ser humano en la historia: ¿cómo se consigue una vida sexual feliz? ¿Qué es lo que la hace plena?
Los miembros de este grupo estudiado eran parejas tanto heterosexuales como homosexuales, por lo que podríamos estar seguros de que sus conclusiones son aplicables a un amplio porcentaje de población.
¿Qué descubrieron? Gracias a esta investigación han descubierto que la satisfacción o felicidad sexual en las relaciones largas, a largo plazo, giran entorno a 2 factores básicos:
1. El deseo que tenemos de intentar solucionar nuestros problemas sexuales
2. Nuestras expectativas sexuales
En este sentido, las personas que no tienen unos ideales demasiado rígidos o «fantasiosos» acerca de su «media naranja», la supuesta atracción casi insoportable que esta tiene que despertar en ti y demás teorías relacionadas con el verdadero amor, eran mucho más felices en el dormitorio.
La autora del estudio, Jessica Maxwell, explicaba lo normal y, a veces inevitable, que es encontrar algunas complicaciones en el campo sexual con tu pareja, a medida que pasa el tiempo y avanza la relación. No obstante, parece que en general se tiende a olvidar este hecho y a no ser conscientes de que la vida sexual de cada pareja debe verse como un jardín. ¿Con gusanos y barro? No. Como algo que se debe cuidar con mimo, «regar y nutrir» para que se mantenga vivo y saludable.
Durante la investigación han descubierto que la vida sexual de las parejas pasa por distintas fases: La 1ª es el periodo de luna de miel -que dura unos dos o tres años-. La 2ª es la de «disminución», en la que la satisfacción sexual de ambos individuos decae. Llegados a este momento, los investigadores insisten en que se debe hablar y buscar el modo de aplicar cambios que hagan que el sexo sea de nuevo algo tremendamente divertido y placentero.
¿Y esto que tiene que ver con las expectativas? Todo. Una vez superada la fase de luna de miel, que se parece mucho a ese amor romántico y perfecto, con pasión y maratones sexuales, de pronto, parece que esa media naranja que habías encontrado ya no cumple los parámetros básicos del concepto. Además, en las películas se plantea las relaciones con un «felices para siempre». Generalmente, no se llegan a ver los altibajos o problemas entre las sábanas, lo que hace que muchas personas piensen que su relación no sólo va mal, sino que está condenada al fracaso, porque no se parece a lo que siempre habían imaginado. El problema es que ese objetivo que habían construido está basado en algo falso, es un ideal inalcanzable. ¿La buena noticia? Se puede trabajar para mejorar.
Maxwell insiste en que hay muchas personas que están usando su vida sexual como un medidor para calcular si su relación va bien. Si su vida íntima no es plena, entonces es porque su relación se derrumba y no hay nada que hacer. No obstante, deben hacer un esfuerzo, todos debemos hacerlo, e intentar trabajar para mejorar la situación, pues la perfección no existe, pero puedes alcanzar una gran satisfacción con esfuerzo, comunicación y pasión.
Así que ya lo sabes, para una buena relación entre las sábanas con tu pareja debes: dejar a un lado las expectativas y estar abierto a trabajar para solucionar los problemas o instatisfacciones sexuales que podáis hallar, juntos.
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