Desde tiempos inmemoriales, hasta ahora, hemos sido testigos de cómo la maldad se manifiesta en dimensiones que a veces nos cuesta asimilar.
Decía Friedrich Nietzche, “la crueldad es uno de los placeres más antiguos de la humanidad,”…al repasar la historia y contemplar el ahora con ojo crítico, damos razón de que esta frase resume en esencia un costado de nuestra especie, tan vil, tan bestial, que ha gestado incontables hechos como la tortura en la Antigua Roma que describimos a continuación.
Los métodos de tortura en la Antigua Roma. Peores de lo esperado
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Crucifixión
La crucifixión era uno de los métodos predilectos de tortura en la Antigua Roma. En el peor de los casos, desnudaban a los esclavos, los azotaban hasta dejar sus pieles al rojo vivo, para luego fijar sus manos y pies con enormes y filosos clavos a una cruz de madera. A los antiguos romanos les satisfacía verlos morir lentamente. Y si sentían un poco de “piedad”, rasgaban sus muslos para acelerar el deceso.
Las técnicas, unas más crueles que otras, variaban de verdugo a verdugo. Hubo quienes preferían crucificar a los condenados del revés.
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La tortura del caldero
En tiempos modernos no estamos a salvo de la tortura, pero en la Antigua Roma el sadismo era la ley, una forma de entretenimiento que se practicaba extensamente ante una muchedumbre ansiosa por ver sucesos como “la tortura del caldero”.
Para ejecutarla, colocaban un caldero sobre el vientre del acusado. Dentro del utensilio disponían a un animal hambriento, muchas veces elegían roedores por su pequeño tamaño. El verdugo sostenía una llama en el interior del caldero para hacer de éste un hervidero.
Lo que ocurría era que el animal activaba su sentido de supervivencia y, desesperado por huir, abría espacio en la única salida posible que tenía: royendo el estómago del condenado.
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Convertían a cristianos en un nido de gusanos
El emperador Domiciano, el último de la dinastía Flavia, se ensañó brutalmente contra los cristianos. A ellos los sentenciaba a morir de las maneras más terribles posibles.
Uno de sus métodos, particularmente repulsivo, consistió en bañar a los cristianos con leche y miel para clavarlos en un barril. El barril de madera estaba desbordado de gusanos que -estimulados por el sabor- devoraban a las víctimas. Algunas de ellas se mantenían con vida por dos largas semanas mientras eran engullidos por estos invertebrados, por ello se convertían en mártires del cristianismo.
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Ataban los miembros de sus enemigos
En la Antigua Roma, varios eran los emperadores que se reputaban como déspotas y crueles, pero pocos como Tiberio, uno de los más viles y odiados de la historia.
No entendemos cómo sus enemigos aceptaban las invitaciones de Tiberio para tomar vino, pero lo hacían. En el curso de la velada, el emperador no permitía que las copas de sus invitados se vaciaran, y no por cordialidades, sino porque los penes de sus visitantes eran atados fuertemente para que no pudieran orinar después de ingerir litros de licor.
Sus vejigas, incapaces de vaciarse, se inflamaban a un punto en el que el dolor era insoportable para ellos. En su agonía Tiberio se regocijaba de placer.
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Desmembraban senadores
¿Conoces a Caligula? Es difícil determinar quién era más cruel, si este emperador o Tiberio. Una vez tuvo una rencilla con un senador al que ordenó sacarle los ojos. Como si esto fuese poco, también pidió a sus servidores que con tenazas calientes le extrajeran los órganos internos. La historia empeora a medida que avanza, pues el hombre fue cortado primero a la mitad y luego lo redujeron a pedazos.
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Enterrados vivos
A los claustrofóbicos se les helará el cuerpo con esta forma de tortura en la Antigua Roma. El emperador Nerón también dio sus aportes en tácticas del terror, las cuales consistían en enterrar mujeres que rompieron votos de castidad.
A la sacerdotisa Rubria la castigó enterrándola viva dentro de una diminuta cueva en la que la abandonó hasta morir de hambre. También condenó a hombres a morir de la misma manera, pero atravesándoles estacas para que murieran confinados con heridas que les provocaban dolores insoportables.
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El enjambre de abeja humano
Esta especie de tortura en la Antigua Roma estaba destinada a aquellos acusados que debían sufrir por el mayor tiempo posible. Los desnudaban y los enjaulaban en una cesta grande junto a un enjambre de abejas. Después de corto tiempo encerrados allí, las abejas enfurecidas dejaban sus cuerpos irreconocibles por las picaduras.
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Mujeres como alimento para cerdos
San Gregorio configuró un castigo abominable para las jóvenes del pueblo de Heliópolis que entregaban su virginidad antes del matrimonio. Para humillarlas, las desnudaban y exhibían públicamente… desgarraban sus vientres, dejando visibles sus entrañas. Acto seguido, dentro de ellas depositaban un puñado de cebada, las suturaban y se las ofrecían alimento a cerdos salvajes. ¡Espantoso!
¿Sabías sobre estas formas de tortura en la Antigua Roma? ¿Cuál de ellas te pareció más brutal? esta práctica inhumana todavía sigue vigente, tal vez te interese conocer sobre esta en particular: La tortura que ejerce china para conseguir gimnastas perfectos
Imágenes: Wikipedia, The Line Up.