Pez espada, una pala para la chimenea, dos docenas de cucharas de peltre, una sartén… Pues sí, así era una lista de la compra en el siglo XVII. O al menos así es la lista que se ha encontrado en Knole, una histórica casa de campo inglesa. ¿Algo que ver con tu lista de la compra?

¿Cómo era una lista de la compra del siglo XVII? Descúbrelo

Casi 400 años tiene este escrito que se ha encontrado recientemente bajo los tablones del suelo de Knole, un histórico edificio situado en Kent (Inglaterra).

Jim Parker, un voluntario que trabaja en la restauración del descomunal edificio, encontró esta carta datada del año 1633. Esta curiosa lista de la compra fue escrita por Robert Draper e iba dirigida a un tal Señor Bilby. Según los expertos, la técnica de la caligrafía sugiere que el autor debía de ser un criado de alto rango.

lista de la compra siglo XVII
Lista de la compra – Cortesía de National Trust

Desde Supercurioso hemos hecho una traducción literal del texto que, aunque contiene algunas faltas, se entiende bastante bien. Y dice así:

Señor Bilby, le ruego que me envíe mañana en el carro algo de pez espada, las lámparas del cuarto de mi Lady Cranfeild, dos docenas de cucharas de peltre: una pala de chimenea para el cuarto del bebé; y el resto de cosas que enviamos para cambiar por algo más actual, una nueva sartén junto a una nota de los precios de las mercancías.

Tu querido amigo

Robert Draper

Octubre 1633

Copthall

A pesar de haberse encontrado en Knole, la carta sugiere que fue escrita en la casa de campo Copped Hall, situada en Essex. Es decir, a 36 millas de distancia. Entonces, ¿cómo llegó a parar esta carta a Knole?

Por lo visto, Copped Hall y Knole se fusionaron cuando Frances Cranfield, hija del conde de Middlesex -dueño de Copped Hall-, se casó con Richard Sackville en 1637. Por su parte, Sackville -el quinto conde de Dorset- había heredado Knole, el hogar de su familia.

Tras el enlace entre ambas familias se habría dado paso a una colosal mudanza en la que dicho papel, metido en algún baúl, llegó a su nuevo hogar, en donde se habría deslizado bajo las tablas. Si bien es cierto que la señorita Cranfield se llevó consigo cosas mucho más valiosas, como caros muebles o pinturas, la carta tiene un particular valor para los historiadores:

«Es muy raro descubrir cartas fechadas en el siglo XVII, y mucho más aquellas que nos dan una idea de la gestión de las casas de la gente adinerada y del desplazamiento de productos de un lugar a otro«, señalaba Nathalie Cohen, arqueóloga de National Trust. Ha añadido además que el buen estado en que se encuentra esta carta (y otras dos más que se han encontrado en la casa) hace que el descubrimiento sea «particularmente emocionante«.

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Imagen: National Trust