Nacida en 1878, Isadora Duncan fue una célebre bailarina estadounidense que viajó por el mundo presentándo piezas aclamadas por la crítica y el público por igual. A pesar de todo el éxito que logró con su arte, su vida estuvo marcada por la tragedia y su muerte siguió ese mismo patrón pero de una forma mucho más extraña. Descubre los detalles sobre esta fascinante mujer.
Un increíble talento marcado por la tragedia: la vida y muerte de Isadora Duncan
Oriunda de San Francisco, California, Angela Isadora Duncan, fue la menor de los cuatro hijos de Joseph Charles Duncan, un banquero, ingeniero de minería y conocedor de las artes, junto a Mary Isadora Gray. Aunque nació en el seno de una familia adinerada, poco después de su llegada al mundo, Joseph Duncan fue acusado de incursionar en negocios bancarios ilegales y la familia quedó en la bancarrota, cayendo así en la pobreza.
Aun siendo una niña, sus padres se divorciaron y su madre se mudó con Isadora y sus hermanos a Oakland, donde trabajó como costurera y profesora de piano. El dinero no era abundante y tras asistir a la escuela por unos pocos años, Isadora, que encontraba el ambiente escolar agobiante, la abandonó.
Entonces, la joven Isadora y sus hermanos Agustin, Raymond y Elizabeth se dedicaron a enseñarle baile a los niños del pueblo para ganar un poco de dinero.
Para el año 1816, Isadora había sido seleccionada para formar parte de la compañía de teatro de Agustin Daly en Nueva York, sin embargo, pronto se desilusionó con las rutinas de ballet y los dejó atrás. Dos años después, Isadora se vería de frente con otra tragedia. Su padre, junto a su tercera esposa y su hija, media hermana de la bailarina, murieron cuando la embarcación de pasajeros británica SS Mogehan golpeó unas rocas y se hundió en la costa de Cornwall.
Sintiéndose infeliz y poco apreciada en Estados Unidos, Duncan decidió mudarse a Londres. Allí, inspirada en las antiguas vasijas griegas expuestas en el Museo Británico, se presentó en las salas de los más ricos de la ciudad. Con sus ganancias pudo alquilar un estudio donde desarrolló esa técnica de movimientos libres que la caracterizó e hizo famosa.
No era ajena a la controversia. Isadora se declaró bisexual en una época en la que tal cosa era un escándalo y además, hizo referencia a sus creencias comunistas durante una visita que hizo a Boston en 1922, ondeando una bufanda roja y destapando sus senos en el escenario.
Tuvo dos hijos fuera del matrimonio, pero ambos murieron bajo el cuidado de su niñera, cuando su cochecito se cayó al río Sena. En 1914, tuvo otro hijo, pero este también murió poco después de su nacimiento.
Más tarde se casó con el poeta ruso Sergei Yesenin, pero dos años después este fue encontrado sin vida tras, aparentemente, suicidarse.
La muerte de esta afamada bailarina fue trágica y bizarra. En 1927, Isadora Duncan paseaba por Niza, Francia en un automóvil descapotable Amilcar portando una bufanda de seda roja, regalo de su amiga Mary Desti. Desti le pidió que también utilizara una capa porque iba a hacer un recorrido al aire libre, pero ella se negó.
Entonces la bufanda de seda alrededor de su cuello se enredó entre las ruedas y el eje trasero, lanzándola fuera del coche y hasta el pavimento. El golpe provocó que se rompiera el cuello. Una muerte terrible y accidental que impactó muchísimo al conocerse a través de los medios de comunicación y aún hoy se recuerda como algo realmente trágico.
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Imágenes: Wikimedia Commons