Mientras la prensa del mundo entero se hace eco de la creciente tensión existente entre los gobiernos de EE.UU. y Corea del Norte y la terrible amenaza que esto supone de desencadenar en una guerra nuclear, ¿cómo están viviendo esta situación los coreanos? ¿Podrían huir de Corea del Norte? Aunque obtener alguna información de este país es muy difícil, gracias a los testimonios de desertores podemos saber cuál da situación del pueblo y las opciones que tienen de poder dejar la cárcel en la que se ha convertido Corea del Norte.
Cómo huir de Corea del Norte
Según el informe redactado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en 2014, el pueblo norcoreano vive sumido en la supresión de todos los derechos fundamentales entre los cuales el derecho a la libertad de expresión y circulación, por lo que salir del país está severamente penalizado con la reclusión de toda la familia durante 3 generaciones en campos de concentración, donde se realizan trabajos forzados, la comida está racionalizada y la infracción de las reglas es duramente castigada con torturas e incluso la muerte. Y aunque todo esto tiene un fuerte poder disuasivo, hay alguna esperanza para quienes se encuentran, o luchan por conseguir una posición privilegiada que les acerquen al exilio.
Cuáles son estas posiciones estratégicas, pues una de ella es sin duda la carrera deportiva, pero no un deportista cualquiera debe ser un deportista olímpico, un ganador nato porque, de lo contrario, el gobierno coreano castigará la mediocridad, tanto de los deportistas como de los entrenadores, a los que si por otro lado les concede el privilegio de conocer el mundo más allá de sus fronteras poniéndolos, a menudo, en países democráticos que pondrían abrirles las puertas de la libertad, si consiguieran burlar la constante vigilancia que los acompañan.
Otra forma viable de salir del país es hacerlo en Misión laboral. Corea del Norte vende mano de obra a otros países, entre los que se encuentran los de la Unión Europea totalmente contrarios al sistema de gobierno coreano, que no tendrían algún inconveniente en acoger a prófugos que huyen de u gobierno que los explota en misiones de trabajos forzados con el único objetivo de financiar su temerario programa de misiles. Pero como en el caso anterior estos trabajadores se encuentran en “libertad vigilada”.
Claro que no todo el mundo tiene acceso a estas posiciones, lo que sí puede estar al alcance de todo aquel que sepa nadar es echarse al mar, en concreto al Mar de Japón pues, aunque es un viaje largo y requiere un barco, es la ruta que ya muchos desertores han elegido porque en este mar confluyen varias fronteras no sólo de Japón sino también de Corea del Sur, que ofrece a los prófugos la posibilidad de comenzar una vida nueva.
Así que la respuesta a la pregunta es que huir de Corea del Norte no es imposible pero tampoco está libre de peligro.