Los planes de Aldolf Hitler y de su fiel Hermann Göring parecían no tener límites en todo lo relativo a materia genética. Y aún más con todo aquello relacionado con las tribus germánicas primigenias, ahí donde la figura de estos bisontes gigantes de más de dos metros eran seguramente el emblema más característico. ¿Por qué no intentarlo? Está claro que este proyecto en la actualidad no sería un reto imposible, hoy en día disponemos de varias investigaciones ya iniciadas para devolver a la vida a especímenes como el mamut, pero en lo concerniente al Tercer Reich, la oscuridad en sus planes siempre iba un poco más allá….

El proyecto del bisonte prehistórico de los nazis

Era un animal enorme, con un tamaño mucho mayor a cualquier bisonte actual. Tenía una altura que podía exceder en ocasiones los dos metros, una longitud de cuatro metros y medio, y un peso aproximado de tres toneladas. Una auténtica maravilla prehistórica que acabó extinguiéndose, pero dando paso a unas especies mucho más pequeñas que conocemos en la actualidad. Nadie las había echado de menos hasta entonces, nadie se había interesado por esos viejos bóvidos hasta que hace unos años, y por extraño que parezca, se encontraron unos documentos archivados del Tercer Reich donde se hablaba de su intención de recuperar genéticamente esta especie desaparecida hace ya 9000 años. Asombroso, sin duda.

Pero ¿por qué razón? te preguntarás. Era un reto mas. Al igual que intentaban crear una raza aria de pureza absoluta representando al pueblo germano, también deseaban recrear algunas criaturas salvajes que convivieron con las primeras tribus germánicas. De hecho, se conserva abundante documentación de las investigaciones secretas que se llevaron a cabo en los bosques de Europa del Este. Unos planes supervisados por el siempre intrigante Hermann Göring, lugarteniente de Hitler y jefe de la luffwaffe que llevó a cabo una intensa investigación junto a varios médicos y biólogos indagando no solo en museos y laboratorios, sino también en yacimientos prehistóricos.

La idea era crear una selección genética para localizar el genoma de los bisontes, un proyecto que ya estaba experimentando con otras especies, y no solo en especies animales. También era más que habitual para ellos experimentar con humanos, en especial para intentar lograr una selección de rasgos específicos como ojos claros o cabellos rubios, que representaban para ellos la verdadera pureza aria. También se sabe que estaban muy interesados con la población de gemelos, en averiguar cómo dos personas podían llegar a mostrar unos mismos rasgos físicos. Sencillamente tenebroso.

Y bien… ¿Cómo quedó este proyecto singular por revivir al viejo Bisonte Prehistórico? Absolutamente en nada (Al menos que nosotros sepamos). Un proyecto más inconcluso, como lo fue por ejemplo, la búsqueda del Grial, del Arca de la Alianza o la espada de Longinos. Empresas increíbles por parte del Tercer Reich que sólo quedaron en vagos proyectos de mentes mesiánicas que aspiraban no solo a conquistar el mundo, sino también sus reliquias y fantasmas del pasado, criaturas prehistóricas que de momento no volverán a pisar nuestro presente.