Cuando tenemos una mascota en casa la rutina cambia por completo, desde la hora para levantarse hasta la limpieza. Si se trata de gatos, tenemos que disponer de las arenas especiales para que hagan sus necesidades, y si se trata de perros, acomodar nuestro horario para sacarlos a pasear.
Y si hay niños, pues la cosa no varía mucho, salvo que hay más manos para colaborar en su cuidado. Tendemos a humanizar a los animales, y los consideramos uno más de nuestra familia, tanto, que hay quienes hasta les dan de comer lo mismo que se come en la mesa, desde carnes condimentadas a dulces deliciosos de chocolate y nata.
Y es que pensamos que lo que nos gusta a nosotros les gusta a nuestros perros, o lo que es bueno para una persona lo es también para un animal. Nada más alejado de la realidad y de la buena salud de ese otro miembro de la familia. Muchas veces, por no tener la información adecuada, les hacemos más daño que bien, y creemos que con darles todo lo que sobre de nuestros platos ellos estarán bien alimentados.
Y cualquiera que tenga un perro sabe lo glotón que puede ser, se come casi cualquier cosa que le pongamos. Y mientras más, mejor.
Por ello decidimos darte una lista de lo que NO debes darle nunca a tu perro si quieres que se mantenga sano, alegre y cariñoso como siempre.
Alimentos tóxicos para los perros
Chocolate
Si bien para nosotros esta exquisitez americana contiene muchas cosas buenas, para los perros no. El chocolate contiene teobromina, una sustancia sumamente tóxica para ellos que les provoca diarreas, hiperactividad o, en casos severos, paros cardíacos, con consecuencias más que lamentables.
Ajo y cebolla
Cuando les das sobras de lo que comes, muchas veces no te das cuenta de cómo están cocinados los alimentos, o con qué se han condimentado.
El ajo tiene un componente, el tiosulfato, que les sienta muy mal a nuestros queridos perros, imagínate que les puede dar anemia si lo comen en exceso.
El tiosulfato les destruye los glóbulos rojos e impide que los órganos reciban el oxígeno que necesitan. Algunos de los síntomas de la intoxicación por tiosulfato son diarrea y vómito, dificultad respiratoria, pérdida de apetito o sangre en la orina. Y en cuanto a la cebolla, la situación puede empeorar pues contiene concentraciones de tiosulfato aún mayores.
Aguacate
Sí, ya sé lo que puedes estar pensando: ¿pero quién demonios le daría a un perro aguacate? Particularmente jamás se lo daría a mi perro, pero hay quienes les dan a los suyos cualquier cosa. Y si nos gusta, más rápido se lo damos.
Pues esta deliciosa fruta es muy tóxica para los canes, pues no sólo es rica en grasas sino también en persin, una toxina fungicida que está presente en las hojas, la cáscara y la pulpa.
Les puede producir vómitos y diarrea.
Huesos de pollo y espinas de pescado
Qué natural resulta ponerle los huesos del pollo que asamos en el horno, con ajo y cebolla. Y he visto mucho, sobre todo en la costa de mi país, preparar sopas con cabezas de pescado y añadirle los espinazos para dárselos a los perros, con la excusa de que son “muy nutritivos”. Nadie lo duda.
El problema es que tanto los huesos de pollo como las espinas de pescado les desgastan la dentadura y pueden causarle serios problemas digestivos.
Los huesos de pollo se convierten en finísimas astillas altamente peligrosas, ya que les pueden rasgar la tráquea o el estómago.
Una que otra vez no pasa nada. Pero hacerlo como costumbre puede ser muy dañino para tu perro.
Alcohol
¿Quién podría darle un sorbo de cerveza o de vino a un despreocupado perro que confía en su amo? Pues hay personas que quieren saber cómo se comportaría un perro ebrio, y les dan a probar alguna bebida alcohólica.
La cuestión es que el metabolismo canino no es igual al humano, y ellos no pueden procesar correctamente el alcohol. Pueden ponerse muy nerviosos y atacar a alguien, e incluso a sí mismos.
Leche, queso y helados
Por lo general los perros tienen intolerancia a la lactosa, pues carecen de las enzimas necesarias para digerirla.
Consumirlos muy a menudo y en exceso puede provocarles diarrea, vómitos y problemas gastrointestinales.
Dulces y azúcar
Pese a lo que los niños piensen, los dulces no son buenos para los perros (ni siquiera para ellos).
Lo menos que le puede pasar a una mascota que coma dulces es tener caries; recuerda que nos cepillamos los dientes al menos tres veces al día, pero ellos no.
Por otro lado, si consume mucha azúcar aumentará de peso y puede contraer diabetes, y el páncreas se verá seriamente afectado.
De modo que no todo lo que nos parece delicioso es bueno para un perro. Si vas a cocinarle algo, que sea sin ninguna clase de condimento ni sal, pero preferiblemente dale la comida especialmente hecha para él, que tiene los nutrientes que necesita.
Y si quieres consentirlo, mejor ofrécele uno de esos huesos de res que nunca se gastan, y hasta los puede usar de juguete.
¿Sabes de otro alimento que sea tóxico para tu mascota? ¡Compártelo con nosotros!