En las tradiciones, mitologías y folclores de muchos lugares del planeta existe la figura del alma errante. En la actualidad, varias de las leyendas urbanas más populares se nutren de estos espíritus que aterrorizan a la población crédula. Los autoestopistas fantasmas, la novia de la curva…todos estos seres espectrales tienen algo en común: parecen ser almas errantes. Estas terroríficas almas errantes, ¿qué eran según la tradición?
Qué eran las almas errantes según la tradición
Las almas errantes son el equivalente a un fantasma que cumple unas condiciones. Se las llamaba almas errantes por ser los fantasmas de hombres o mujeres que, voluntariamente, al morir no han efectuado el paso a un plano superior. Han quedado en la tierra convertidos en una sombra, en un fantasma.
Según la mayoría de tradiciones los motivos por los que no han trascendido son variados: en unos casos es porque hay algo especial que los ha decidido a quedarse, en otros es porque debido a sus malas acciones prefieren permanecer en la tierra como almas errantes antes que ir al infierno o al purgatorio, otros pueden sentirse avergonzados por algo y por esta vergüenza no quieren traspasar y el último caso engloba a aquellos que no han sido enterrados o no han recibido las honras funerarias que su religión exige. En este último grupo encontramos sobre todo a los ahogados que han muerto en el mar y cuyos cuerpos nunca han sido hallados. Vagan desesperados por recibir el homenaje y en algunas culturas las ofrendas y sacrificios de sus descendientes.
Existen tradiciones en las que las almas errantes toman la forma de un animal, principalmente de caballo, perro, cuervo, cerdo o cabra y estos seres presentarán siempre una mutilación: suele faltarles un miembro o la cabeza. En otras culturas toman formas ígneas como un orbe incandescente o una llama.
En Japón está muy arraigada la creencia en las almas errantes. Por su religión budista creen que, como hemos explicado antes, las almas no traspasarán si sus descendientes no les ofrecen un funeral de acuerdo con sus tradiciones. Después de la catástrofe de Fukushima, son muy numerosas las historias que se explican sobre encuentros con almas errantes en la zona siniestrada.
Los estudiosos de la tradición y el folclore indican que hay que diferenciar entre las almas errantes y las «almas en pena». Las almas de este último grupo no permanecen voluntariamente en la tierra, sino que están condenadas a ello. Corresponden en muchos casos a suicidas. Vagan sin descanso intentando encontrar el camino al Más Allá y en muchos casos no saben que han muerto.
¿Conocías el concepto de «alma errante»? ¿Qué opinas sobre el tema? Si te ha interesado este artículo, quizá quieras leer: