Durante toda la historia, el amor entre primos y las bodas entre miembros de la misma familia se han sucedido. La mayoría de familias reales creía en la pureza de la sangre, sobre todo en la antigüedad, pensaban que los miembros de las monarquías únicamente se podían casar entre ellos y no mezclarse con la plebe. Debido a esto, todas y cada una de las familias más importantes de toda Europa estaban conectadas. Si quieres conocer algunos de los casos más destacados de amor entre primos o casamientos por conveniencia más relevantes de la historia, únicamente tienes que seguir leyendo este artículo.
Esta práctica, evidentemente, se ha dejado de realizar en los últimos tiempos debido a los problemas genéticos que pueden surgir. Debido a los matrimonios por conveniencia y las alianzas entre las grandes familias de Europa, vinieron al mundo algunos herederos sin capacidad para gobernar y que a la hora de acceder al trono tomaron decisiones muy controvertidas. Con el paso del tiempo y gracias al estudio de la genética, se descubrió que los descendientes de personas que compartían parentesco eran más propensos a padecer algún trastorno o alguna discapacidad mental. ¿Amor entre primos o simple conveniencia? ¿Qué consecuencias desataron estos matrimonios? ¿A quiénes favorecieron? Acompáñanos en esta interesante lectura y descubre las respuestas a esas preguntas.
Amor entre primos | Los casos más destacados en la historia
1. La reina Victoria y el príncipe Alberto
Sin lugar a dudas, este es uno de los ejemplos más claros de amor entre primos. Al contrario de lo que sucedía mucho en su época, la reina Victoria no se casó con un miembro de su familia por obligación o imposición, sino porque realmente estaba enamorada de Alberto a pesar de sus pretendientes. Seguramente habrás oído hablar de la reina Victoria, una de las monarcas más queridas y admiradas en toda la historia del Reino Unido. Lo que seguro que no conocerás fue la gran relación amorosa que tuvo con su marido, el príncipe Alberto.
Se conocieron en 1836, poco antes de que la, por aquel entonces, princesa accediera al trono. Tras el flechazo a primera vista, se casaron el 10 de Febrero del año 1840 en el palacio de St. James en Londres. Este amor entre primos, se demostró a lo largo de toda su vida ya que fueron una pareja ejemplar que tuvo hasta nueve hijos. A su vez, la descendencia de Victoria contrajo matrimonio con muchas casas dominantes en el continente, por lo que se le llego a conocer como «la abuela de Europa». Tras el fallecimiento de Alberto, la reina quedó muy afectada y guardó luto el resto de su existencia, que pasó retirada de la vida pública y con una enorme tristeza.
2. Nicolás II y Alejandra Fiódorovna
Los últimos zares de Rusia y, debido a su triste final, posiblemente los más recordados. Este amor entre primos fue uno de los más apasionados y luchados de toda la historia de la realeza europea. Eran primos segundos, por parte de su bisabuela en común Guillermina de Baden. Se conocieron a la tierna edad de 12 años y el amor surgió desde el principio, a pesar de estar cinco años sin verse y hablando por correspondencia únicamente, el cariño que sentían nunca cambió. Ambos cónyuges tuvieron que discutir con sus familias y arriesgarse a perderlo todo por amor, ya que el zar Alejandro III quería un matrimonio con su hijo que le diera buenas alianzas políticas y no una simple unión entre primos.
Al final, tras un largo y difícil noviazgo, se casaron con la bendición del padre de Nicolás II en su lecho de muerte. Según las crónicas de la época, este matrimonio fue tierno, considerado y amoroso. De hecho, muchos acusan a los zares de estar tan enamorados que, de alguna manera, dejaron sus obligaciones al márgen, algo que quizás llevó al pueblo a revelarse y a terminar con 300 años de gobierno Romanov.
3. Ana María y Constantino de Grecia
Esta historia de amor entre primos en la realeza tiene todos los ingredientes propios de una novela romántica. Ya que empezaron un romance secreto y tuvieron que enfrentarse a sus propios padres debido a los lazos familiares que compartían. Se conocieron en Copenhague durante un viaje de la familia de Constantino a la tierra de la princesa. Ana María se casó con su príncipe en Grecia, en una ceremonia de cuento de hadas. Renunciando hasta a su religión, para poder contraer matrimonio y convertirse en una de las reinas más queridas por su pueblo. Tuvieron que vivir su amor en el exilio debido a un golpe de estado, amor eterno que todavía aún siguen viviendo a la vejez.
Como habrás podido comprobar tras leer este artículo acerca del amor entre primos, siempre han existido a lo largo de la historia matrimonios en miembros de la misma familia por varias razones. Ahora nos gustaría que nos dejaras tus comentarios de la entrada para ver que te ha parecido. ¿Conocías la fabulosa historia de amor de la Reina Victoria? ¿Sabías que los últimos zares de Rusia eran primos segundos? ¿Qué opinas de la relación de amor entre Ana María y Constantino de Grecia? ¡Déjanos tus respuestas, estamos deseando leerlas!