Seguramente has escuchado hablar del amor platónico, ese amor que, según el argot popular, se siente por una persona inalcanzable, que no es correspondido, que no se puede consumar. Probablemente, tú mismo lo hayas sentido alguna vez. Sin embargo, el término, cuyo origen proviene de la obra El Banquete del filósofo Platón, refiere a algo más profundo. Cautivados por este hecho, en Supercurioso nos hemos propuesto investigar un poco acerca del amor platónico y te contamos el origen de este concepto, así como sus interpretaciones actuales. ¿Te animas a descubrir qué es el amor platónico?
Descubre Qué es el Amor Platónico
Todos conocemos lo que es el amor platónico, ¿no? O, bueno, eso creemos. Este concepto de amor se ha venido asociando desde hace tiempo ya con el amor inalcanzable, con ese amor fuerte que sabes que no puede ser, ese deseo que de antemano te viene vedado. Ese amar en lo oculto, el desear aunque se sepa que no se puede, como el amor que le tiene, por ejemplo, una alumna a un profesor; una fanática a su cantante favorito; un muchacho a esa actriz que ha visto en tantos filmes, pero que nunca llegará a conocer. Pero también se asocia al que un muchacho tiene por una muchacha que sabe no puede obtener. Eso es el amor platónico, ¿o no? Pues no, o al menos en su origen estuvo muy lejos de ser esto.
Revisemos de qué se trata.
1. Platón, el idealista
El amor platónico es un concepto que nos viene del filósofo Platón, el autor del mito de la caverna. Platón era un hombre curioso, que pensaba que el mundo real no era sino el reflejo de un mundo más perfecto e inalcanzable para el hombre, el mundo de las ideas. Para él, el amor no se trataba de una cuestión romántica, aunque también existiera algo del amor romántico en su época. Se trataba, sobre todo, del amor por la sabiduría, que en su caso se traducía en el amor por el ideal, por el mundo de las ideas, siempre lejano e inalcanzable para los hombres.
Constantemente se ha asociado el amor platónico con un fragmento de El Banquete, una de las obras más importantes de Platón, donde señalan que el hombre, en principio, tenía cuatro brazos, dos cabezas, cuatro piernas, y que en su osadía quiso alcanzar el Olimpo, a lo cual Zeus respondió con un rayo que dividió al hombre, y que desde entonces andamos buscando nuestra otra mitad. Sin embargo, por bonita que sea la interpretación de este fragmento de El Banquete, no es más que un error, ya que el amor platónico, al menos del que hablaba Platón, poco tenía que ver con el amor entre un hombre o una mujer o, más propicio para los griegos, entre dos hombres.
2. La interpretación moderna
Entonces, ¿por qué creemos que el amor platónico es un deseo inalcanzable por el otro? Pues es simple: los términos mutan. Las cosas que se concebían en la antigüedad han venido mutando con el tiempo, incluyendo el mismo concepto del amor. Por ejemplo, no es lo mismo hablar de amor en la actualidad que hablar del amor en el siglo XV. Es parte de la condición humana, vamos avanzando (¿o retrocediendo?), vamos cambiando y con nosotros van cambiando también los conceptos.
Probablemente alguien, un poeta, un cantante, en algún punto de la historia de este concepto, dijo sentir un amor platónico por alguien, refiriéndose a que era un amor ideal, pero también inaccesible, inalcanzable, pues, en el fondo, de eso se trataba el concepto del amor platónico, un amor por el ideal que nunca podía llegar a ser. Ojo, esto no significa que uno no pudiera acercarse a ese amor, de hecho el reto de Platón consistía en estar cada vez más cerca de ese mundo de las ideas, pero la paradoja consistía en que nunca podría alcanzarlo. Así, como el amor de Sísifo por la piedra, el concepto fue mutando, hasta llegar a ser lo que es hoy en día.
Ahí tienes el origen del famosísimo amor platónico. ¿Conocías el verdadero significado de esta expresión? ¿Qué otra expresión te causa curiosidad? Déjanos tu opinión en los comentarios, ¡estaremos deseando leerte!
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