Grandes hombres y mujeres han grabado sus nombres en las páginas de la historia. Pensadores, filósofos, líderes, políticos, militares, conquistadores, artistas y científicos… la lista que se nos viene a la mente es infinita. Pero entre ellos, dos nombres destacan entre los más universales: Aristóteles y Alejandro Magno. El primero, con ideas que revolucionaron su época y siguen vigentes dos milenios después, elevándolo al lugar de padre de la filosofía occidental. Por otro lado, la personalidad de Alejandro Magno, su intelecto y su visión militar le permitieron al segundo expandir imperios y ser considerado el más grande de los reyes de Macedonia, así como una de las figuras políticas más importantes de la historia universal. Entre estos dos fantásticos personajes surge una historia que hoy en Supercurioso nos hemos dispuesto a develar. ¿Nos acompañas?
Aristóteles y Alejandro Magno, el contexto de su historia
El vínculo entre Aristóteles y Alejandro Magno va mucho más allá de la simple relación entre un maestro y su discípulo. Representa también una serie de símbolos asociados a un contexto geográfico y a una era. El filósofo, durante los años de su infancia, conoció a Filipo II, que en su adultez se convertiría en el Rey de Macedonia y el padre de Alejandro. Ambos vieron transcurrir sus infancias en la corte de Pella, la capital de Macedonia, en un entorno palaciego. A sus 17 años, Aristóteles partió a Atenas a profundizar su formación.
En Grecia permaneció durante dos décadas, recibiendo formación en la Academia de Platón, a su vez discípulo de Sócrates. El joven macedonio iría con el tiempo convirtiéndose en un sabio, al igual que sus predecesores. Fue en el año 343 a.C. cuando Aristóteles recibió la comunicación de Filipo, su amigo de la infancia. En ella, el rey de Macedonia le pedía como favor personal, que educase a su hijo Alejandro, que recién entraba en la adolescencia.
El filósofo, para quien el afán de conocimiento no enemistaba con los lujos de la buena vida, aquello resultó una oportunidad. Aristóteles tenía finos modales y vestía elegante, lo que causó la fascinación de Alejandro y el desagrado de su madre, Olimpíade, quien había procurado tutores bastante más toscos y rígidos, como Léonidas. El hecho es que, además de una remuneración generosa pagada directamente por el Rey, la relación entre Aristóteles y Alejandro Magno derivó también en otro favor: la reconstrucción total de Estagira, la ciudad natal del primero, que había sido arrasada por una guerra.
La relación entre Aristóteles y Alejandro Magno
La relación entre el joven Alejandro y su padre no fue la mejor. Sus diferencias eran constantes, y solo más avanzado en la etapa adulta, el futuro líder compaginó con Filipo II, unidos por la pasión y la estrategia militar. Sin embargo, la decisión de designar a Aristóteles como su tutor siempre fue bien vista por el joven. El filósofo generaba en el Alejandro adolescente una especie de fascinación, y sus enseñanzas contribuirían de manera significativa en la formación de su carácter. Incluso, algunos historiadores lo refieren como la persona más influyente en la formación de sus ambiciones, visión del mundo y personalidad.
Se cree que el filósofo estuvo a cargo de la educación de Alejandro durante dos o tres años, en los que profundizó en las materias que solían impartirse en la época: filosofía, gramática, retórica, ciencias naturales, medicina, astronomía, geometría, música, medicina y ciencias políticas. También hubo espacio para el estudio del poeta Homero y sus obras, de las que el joven era un declarado admirador, especialmente del personaje de Aquiles. Las jornadas de Aristóteles y Alejandro eran al aire libre, sentados sobre piedras y bajo la sombra de los árboles, valorando también la interacción con el entorno natural.
Para el año 340 a.C., Alejandro empezaría a asistir oficialmente a su padre en diferentes tareas políticas, gubernamentales y militares. Más adelante, una vez fallecido Filipo II y asumiendo Alejandro el poder, dispondría su conquista de territorios asiáticos. No existen referencias definitivas de la relación de Aristóteles y Alejandro Magno durante estos años. Sin embargo, algunos historiadores defiende que la influencia del primero se extendió, llegando a hacerse común el intercambio de cartas entre ambos.
Una hipótesis sobre las motivaciones de Aristóteles
La relación entre Aristóteles y Alejandro Magno sirvió a ambos en diferentes medidas. Mientras el primero recibió grandes riqueza, el segundo aprovechó un aprendizaje de enorme valor. Cuentan los biógrafos de Alejandro que el filósofo se dedicó a enseñar al futuro emperador a pensar como un griego pero luchar como un bárbaro en el campo de batalla. Sería esta actitud la que le serviría para ejercer cada vez más poder, alcanzando el dominio de toda Grecia. Alejandro El Grande volvería sobre los pasos de su padre para atravesar Tesalia, destruir Tebas y someter a Atenas, obligando a los griegos a nombrarle Hegemon, título con el que se consagraba como gobernante del país.
Pero al parecer, esta influencia que Aristóteles incentivaría en Alejandro para el dominio pleno de estos territorios, estaría también marcada por un aspecto personal. La historia no revela detalles sobre cuán estrecha era la relación entre Aristóteles y su maestro, Platón. Pero la realidad es que, si a méritos vamos, una vez muerto el segundo, era el primero, su discípulo más destacado, el llamado a dirigir la Academia de Atenas. Sin embargo, la condición de macedonio de Aristóteles le impedía tomar la dirección del recinto. Platón nombró entonces a su sobrino, Espeusipo, lo que el sabio que se sentía merecedor de la sucesión, consideró una humillación.
El hecho es que una de las corrientes de historiadores que han estudiado la vida del filósofo, apuestan a que la relación entre Aristóteles y Alejandro Magno puede haber estado un tanto influenciada por los deseos de revancha del primero hacia los griegos. El hecho es que, sin importar las motivaciones reales, el espíritu de grandeza nacido y alimentado en Alejandro le permitiría por fin someter a Grecia y expandir sus dominios hacia el Imperio Persa.
El motivo de la distancia
El tiempo de cercana coincidencia entre Aristóteles y Alejandro Magno fue breve. Se limitó a los años de su formación. Sin embargo, muchos historiadores coinciden en que el filósofo fue una figura de gran influencia para Alejandro. Fue de él que aprendió nociones sobre anatomía y medicina, que después pondría en práctica en el campo de batalla, viendo e intentando curar con sus propias manos las heridas de sus soldados. A través de las clases de ética, política y derecho, forjaría una personalidad ambiciosa pero diplomática, en la que reconocía el trabajo de sus soldados y también trataba a los derrotados de forma digna. Por último, durante sus campañas a territorio asiático, Alejandro recogería muestras de flora y fauna autóctona, para llevarlas a su maestro como regalo a sus investigaciones.
Sin embargo, con el tiempo llegaría una diferencia que marcaría una distancia entre Aristóteles y Alejandro Magno. Un sobrino y discípulo del filósofo, Calístenes, acompañaría a Alejandro Magno en sus expediciones por Asia, bajo la figura de historiador personal. Sin embargo, éste se dedicó a criticar al emperador e incluso se vio implicado en rumores de conjuras en su contra. Perdió entonces la confianza de Alejandro y cayó en desgracia. Algunas versiones históricas dicen que, acusándolo de traidor, el emperador ordenó su ejecución. Dado que las ejecuciones macedonias solían extenderse también a los familiares del condenado, Aristóteles se retiraría a una de sus propiedades en su ciudad natal, Estagira, donde fundaría una institución pedagógica que haría competencia a la Academia de Platón.
Otras versiones sobre este episodio exponen que Calístenes, siendo griego, no podía ser juzgado por la ley macedonia, por lo que fue encarcelado. Allí sería víctima del hambre y las torturas, y hay quienes refieren un posible envenenamiento. El hecho es que según esta hipótesis, murió poco después. El fallecimiento de su sobrino, marcaría la distancia definitiva entre el maestro y su más célebre discípulo. Incluso hay quienes dicen que luego de este episodio, Aristóteles terminó lamentando que Alejandro Magno se hubiese convertido en un tirano.
Y tu… ¿Conocías la historia de Aristóteles y Alejandro Magno? ¿Sabías que fue su padre quien llamó al filósofo para la formación de Alejandro? ¿Y que fue éste quien transmitió al emperador sus conocimientos e interés por la medicina? En efecto, la relación entre dos de los más célebres hombres de la historia, no podía dejar nada diferente al saber y a la grandeza. Si quieres conocer un poco más sobre las bases del pensamiento aristotélico, no te pierdas esta selección de las mejores frases de Aristóteles.