Todos conocemos a la reina de Francia, María Antonieta, la que murió en la guillotina tras la Revolución Francesa. Pero poco sabemos de su vida y de sus sentimientos. La historia nos cuenta que la casaron muy joven con el futuro rey de Francia Luis XVI y que entre ellos existió un verdadero afecto. Sin embargo, María Antonieta no amaba a Luis, existió otro hombre en su vida: Axel de Fersen, el verdadero amor de Maria Antonieta.
Acompáñanos a descubrir un poco más de este hombre de origen sueco que se enamoró profundamente de la reina que sería célebre por sus excesos o por su funesto final. ¿Quién fue Axel de Fersen? ¿A qué se dedicaba? ¿Era noble? ¿Cómo conoció a María Antonieta? Veamos un poco más del que, sin duda, debió ser un romance más que apasionado.
Axel de Fersen, el verdadero amor de María Antonieta
A María Antonieta la casaron a la tierna edad de 14 años con el delfín de Francia, el futuro Luis XVI. Fue una boda de estado para conseguir, a través de este enlace, estrechar los lazos entre dos países que históricamente habían sido enemigos: Austria y Francia. Entre los contrayentes no prendió la llama del amor, a diferencia de como ocurrió entre la famosa Reina Victoria y su marido el Príncipe Alberto, pero sí la del compañerismo.
A María Antonieta se la tachó de promiscua, pero según muchos historiadores, su único y verdadero amor fue el conde sueco Axel de Fersen.
El conde Hans Axel de Fersen nació en Estocolmo el mismo año que María Antonieta, 1755. Hijo del mariscal de campo Fredrik Axel Fersen y la condesa Hedwig Catalina de la Gardie, como muchos jóvenes de su época, para acabar su formación, viajó por Europa para realizar lo que se conocía como «El Tour». En 1774 recabó en la corte francesa, donde causó una gran impresión por su apostura y su simpatía. En una fiesta en la ópera conoció a María Antonieta que había asistido de incógnito. Parece que el flechazo fue inmediato. Axel regresó a su país, pero volvió a Francia en 1778. María Antonieta no lo había olvidado y lo convirtió en uno de los «familiares de la reina», las personas más próximas a ella.
El conde Fersen, que era de formación militar, no se conformó con permanecer en la corte y partió a varios destinos militares, entre ellos participó en la Guerra de Independencia de los EE. UU. En todos los destinos profesionales, aunque era famoso por sus conquistas femeninas, mantuvo siempre una asidua correspondencia con la reina y visitó la corte francesa cuantas veces pudo. En las cartas de María Antonieta se han descubierto escritos con tinta invisible mensajes de amor para Axel:
«je vais finir, non pas sans vous dire mon bien cher et tendre ami que je vous aime à la folie et que jamais jamais je ne peux être un moment sans vous adorer»
(«Voy a terminar, no sin antes deciros, mi queridísimo y tierno amigo que os amo hasta la locura y que jamás, jamás podré estar un momento sin adoraros» De una carta escrita a Axel de Fersen en 1792).
En junio de 1789 Axel de Fersen alquiló una casa en el pueblo de Versalles preocupado por la situación de la reina y pasó a ser una de las personas de confianza del matrimonio real. Tras el alzamiento popular que dio inicio a la Revolución Francesa, la familia real se vio obligada a permanecer en arresto domiciliario. En 1791 prepararon una huida que se conoce como la «fuga de Varennes». Axel de Fersen estuvo implicado en los preparativos y fue el escolta de la familia real hasta que Luis XVI, queriendo protegerlo por si la huida no tenía éxito, lo obligó -aunque él se resistiera- a seguir un camino diferente para encontrarse una vez cruzada la frontera con Bélgica. La fuga fracasó y la familia real fue devuelta a París.
En 1792, Fersen volvió a reunirse en secreto con Maria Antonieta y Luis XVI para organizar otra fuga, pero el rey no estaba dispuesto a arriesgarse de nuevo. El conde no desistió en su intento de salvarlos y viajó por las cortes europeas intentando conseguir ayuda para los monarcas franceses, pero fue en vano. Luis XVI fue guillotinado el 17 de enero de 1793. A partir de ese momento, todos los intentos de Axel de Fersen van dirigidos a salvar a la reina, incluso intentó comprar a los revolucionarios, pero no sirvió de nada. María Antonieta fue ejecutada el 16 de octubre de 1793. Axel de Fersen no la olvidó. Volvió a Suecia y años después, el 20 de junio de 1810, moriría apedreado y pisoteado por una turba instigada por sus adversarios políticos.
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