El descubrimiento del mayor hallazgo arqueológico de Noruega fue fruto de las predicciones de una vidente. Acompáñanos a descubrir la extraordinaria historia del barco de Oseberg, la tumba escondida de una reina vikinga.
La extraordinaria historia del barco de Oseberg, la tumba escondida de una reina vikinga
La historia del descubrimiento de esta extraordinaria tumba, es cuanto menos singular. Hemos de remontarnos al siglo XIX, en el momento álgido de la emigración desde los países escandinavos a EE.UU., cuando un joven de Oseberg, Noruega, emigró en busca del sueño americano. Las cosas no le iban demasiado bien y decidió consultar a una vidente. Esta le dijo que volviese a su país y excavase en el pequeño montículo que estaba en los terrenos de su granja y encontraría un tesoro. Johannes Hansen regresó a su tierra natal y se dedicó a excavar el montículo. Finalmente abandonó la empresa pensando que en realidad el túmulo era la tumba de las víctimas de la peste que asoló el lugar en el siglo XIV. Al cabo de los años un vecino de Hansen, llamado Oskar Rom compró las tierras para proseguir con el sueño de encontrar el tesoro. En 1903 excavando una zanja para drenar el terreno, encontró un trozo de madera bellamente tallada.
Rom, con el trozo de madera encontrado se dirigió al director del Museo de Antigüedades de la Universidad de Cristianía en Oslo, Gabriel Adolf Gustafson, y le mostró la pieza. Gustafson lo acompañó al lugar que le pareció muy prometedor. Tuvo que pagar 12.000 coronas noruegas a Rom por los derechos de la excavación. Encontraron un barco funerario vikingo (21’44 m x 5 m) con la madera en muy buen estado ya que la construcción del túmulo con diversos materiales había conservado la humedad óptima. El problema era que el peso de la tierra había hundido la estructura y fue muy difícil la reconstrucción.
En su interior, que por las trazas vieron que había sido saqueado con anterioridad, encontraron los huesos de 2 mujeres, una de unos 70 años y otra de unos 50. Aunque no quedaban metales preciosos, el ajuar funerario evidenciaba que eran mujeres poderosas. Habían telas, huesos de animales, herramientas e incluso un carro y varios trineos.
Las hipótesis sobre quien pudieran ser esas dos mujeres han sido muchas, desde sacerdotisas a reinas. Una de las posibilidades es que una de ellas sea la reina Asa, madre de Halfdan el Negro y que fue la abuela de Harald I, ya que se sabe por las pruebas dendrocronológicas (anillos de los árboles) que el enterramiento se realizó el año 834.
La vidente no se equivocó y bajo el montículo había un tesoro, especialmente para los arqueólogos y para todas aquellas personas apasionadas de la historia. Si te ha gustado este artículo, quizá quieras saber más sobre las 5 tumbas más increíbles de la historia, una de ellas es el barco de Oseberg.