Entender y hablar fluidamente otros idiomas es una de las habilidades imprescindibles para explorar el mundo e incrementar nuestras perspectivas laborales. Sin embargo, el saber cómo memorizar vocabulario en otro idioma e implementarlo en actividades cotidianas implica beneficios muchos más grandes que una oportunidad de empleo: es un grandioso ejercicio para nuestra mente y para nuestro cerebro. Pues, lo obliga a crear nuevas conexiones neuronales y fortalecer zonas que antes no se trabajaban con la misma intensidad.

Esa es la razón por la que en este artículo te hablaremos sobre cómo el aprendizaje de idiomas mejora las capacidades cognitivas, ¡te aseguramos que te sorprenderás! Acompáñanos a descubrirlo.

El aprendizaje de idiomas: ¿Es realmente beneficioso para el cerebro y la mente?

Existen muchas formas de acercarte a un idioma. Se aprende idiomas escuchando música, leyendo, viendo televisión o interactuando con otros, numerosos estudios apuntan a que dicha actividad fortalece las capacidades cognitivas, haciendo a nuestro cerebro más flexible y adaptable a nuevas condiciones de aprendizaje y nuevos conocimientos.

El proceso de aprendizaje de idiomas permite que se emplee a mayor medida la competencia cerebral, fortaleciendo las conexiones neuronales existentes y creando otras nuevas, así como reduciendo el riesgo de que se presenten fallos en las funciones del cerebro.

Lo anterior facilita al individuo el desarrollar habilidades más eficientes para la resolución de problemas, ya que el cerebro aprende a seleccionar la información relevante y omitir la que no lo es tanto. Además, mejora nuestras capacidades multitareas, puesto que brinda, por ejemplo, la capacidad de asimilar normas gramaticales y expresiones propias de las frases en inglés, dándole la posibilidad de implementarlas en diferentes situaciones.

De esta manera, se puede afirmar que el aprendizaje de idiomas sí tiene repercusiones positivas sobre las capacidades cognitivas. Aunque ya hemos mencionado algunas de ellas, en el siguiente apartado te contaremos sobre otros de los beneficios cognitivos de esta actividad.

¿Cuáles son los beneficios cognitivos de aprender nuevos idiomas? ¡Descúbrelos a continuación!

beneficios cognitivos del aprendizaje de idiomas

Como ya hemos mencionado, entender y practicar un nuevo idioma tienen múltiples implicaciones en el desarrollo y conservación de las capacidades de nuestro cerebro. Entre ellas vale resaltar:

1. Mayor flexibilidad cognitiva

El primero de los beneficios se relaciona con el desarrollo de zonas del cerebro que no se estimulan con tanta frecuencia. Esto hace que el cerebro procese la información de manera diferente y aprenda a adaptarse a situaciones inesperadas o cualquier otro tipo de circunstancias.

Entre más idiomas se hable, más flexible es el cerebro y nuestra mente encontrará más posibilidades de resolver problemas y tomar decisiones asertivas.

2. Mejora la memoria y la recordación

Otra de las capacidades cognitivas que beneficia el aprender un nuevo idioma es la memoria. El nuevo idioma genera la necesidad de crear nuevos esquemas gramaticales, por lo que nuestra mente debe procesar y retener mayor cantidad de información.

A medida que el proceso avanza, nuestro cerebro se entrena a mayor profundidad, mejorando así la memoria y la recordación a largo plazo.

3. Favorece la concentración y la adquisición de otras capacidades

idiomas mas fáciles de aprender

De la mano con lo anterior, el aprendizaje de idiomas se relaciona con el fortalecimiento cerebral, aumentando nuestros niveles de concentración. De esta manera, logramos involucrarnos más conscientemente con las situaciones que surgen alrededor del idioma, favoreciendo la comunicación clara y el pensamiento creativo. Esto amplía, además, la perspectiva del mundo para el aprendiz.

4. Mantiene y aumenta el nivel de reserva cognitiva

Por otro lado, se ha demostrado que el aprendizaje de nuevos idiomas es una muy buena manera de ejercicio mental, ya que estimula el cerebro a cualquier edad, reduciendo el riesgo de sufrir enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer. Esto hace que las personas que están aprendiendo puedan adquirir una mayor capacidad para compensar el daño cerebral por un periodo más largo de tiempo.

5. Aumenta la densidad de la materia gris

Por último, pero no menos importante, vale resaltar que los hablantes de varios idiomas mantienen una mayor densidad de materia gris, la cual se empieza a deteriorar de manera natural a partir de los 25 años. El cerebro de los aprendices mantiene la microestructura de las neuronas y desarrolla mejores conexiones cerebrales, como se mencionó anteriormente.

De acuerdo con los beneficios anteriores, no hay duda de que para cualquier persona es muy beneficioso el aprender un nuevo idioma en cualquier etapa de la vida. Son beneficios que se extienden a lo largo de toda nuestra vida y cambiarán la manera en la que la inevitable vejez impacte en nosotros y nuestras decisiones.

Ahora cuéntanos tú: ¿conoces de algún otro beneficio cognitivo de aprender nuevos idiomas? ¿Cuál de los anteriores crees que es el más importante? ¡Estaremos esperando por leerte!