Uno de los grandes atractivos turísticos de Viterbo, localidad italiana situada en la región del Lacio, es el llamado Parque de los Monstruos. Un parque situado en los jardines de Bomarzo, feudo de la familia Orsini, y que esconde una apasionante historia, magistralmente novelada por el escritor argentino Manuel Mújica Láinez en su obra “Bomarzo”(1962). Un misterioso jardín que también fascinó a Salvador Dalí y a Michelangelo Antonioni y que ha sido objeto de varios documentales, obras pictóricas y es visitado anualemente por multitud de turistas.
Pier Franceso Orsini, el príncipe jorobado
Pier Francesco Orsini (1523-1588 o 1512-1583, según otras fuentes) fue Duque de Bomarzo, mecenas y condottiero. Conocido familiarmente también como Vicino, el duque fue un personaje torturado por su deformidad y por su dura vida como mercenario en la guerra franco-española, siendo incluso prisionero de los españoles durante años. Sólo su amor por su segunda esposa, la bella Julia Farnese, le dio la paz suficiente.
Se casó con ella en 1541, falleciendo la joven solo unos años más tarde. En 1552, lleno de dolor por todas las pérdidas que había sufrido a lo largo de su vida, Orsini encargó al arquitecto y diseñador de jardines Pirro Ligorio la construcción de un jardín diferente. Uno en el que hubiese algo más que flores y vegetación que se marchiten y no hubiera alegría. Así, Orsini crea un jardín de esculturas de piedra, algunas monstruosas, grotescas, que refleje el tormento y desconsuelo de su corazón roto. El arquitecto Pirro Ligorio (1510-1583), quien también terminó la Catedral de San Pedro, obra comenzada por Miguel Ángel, o diseñó la Villa d’Este en Tívoli, consiguió crear un jardín con un estilo manierista fascinante y único.
El jardín de Bomarzo o la Villa de las Maravillas
Según algunos autores, Orsini, hombre culto y mecenas de artistas, se habría inspirado en un interesante libro publicado en Venecia varios años antes de que se diera comienzo a las obras de la Villa de las Maravillas o el Bosque Sagrado. Este libro se titula “El sueño de Polífilo”, obra en la que se narra cómo Polifilo, infeliz por un amor desgraciado, sueña con un mundo misterioso, un bosque por el que camina encontrándose con extraños personajes y paisajes solitarios y únicos.
Así, en Bomarzo pueden encontrarse hasta 30 tallas de gigantes, elefantes, peces monstruosos, un ogro, un dragón, una ballena, figuras mitológicas y otras criaturas llenas de misterio y en las que las incripciones apenas si aportan explicación de su significado.
Las figuras están esculpidas en bloques de piedra volcánica con basalto y piedra caliza. Toda la obra se remata con el templo construido en honor a Julia.
La fascinación de Bomarzo
El jardín quedo abandonado durante unos 400 años y fue recuperado a mediados del siglo XX por la familia Bettini, quienes lo abrieron al público. Este mundo onírico en piedra fascinó a los surrealistas y especialmente a Salvador Dalí, quien se inspiró en Bomarzo para crear su obra La tentación de San Antonio, (1946). El escritor Manuel Mújica Láinez también se inspiró en los jardines para recrear la historia del atormentado duque de Bomarzo y el fascinante ambiente del Renacimiento italiano. Una novela que también se hizo ópera en 1967, obra compuesta por Alberto Ginastera y con libreto del precitado Mújica Láinez.
Imagen: ,