Miguel Ángel contaba con 57 años cuando conoció al joven Tommaso Cavalieri, de tan sólo 17, y no pudo evitar quedar prendado de su belleza y su extraordinario refinamiento. Siempre nos gusta contaros cosas curiosas sobre arte, como los secretos del famoso cuadro de «La joven de la perla». Fieles a nuestro amor por el arte y las curiosidades que lo envuelven, hoy queremos presentaros un nuevo artículo sobre un gran artista: Miguel Ángel. ¿Nos acompañáis?

¿Cómo conoció Miguel Ángel a Tommaso Cavalieri?

Fue cuando Miguel Ángel recibió el encargo del fresco del Juicio Final de la Capilla Sixtina por el Papa Clemente VII (aunque el resto de frescos habían sido un encargo del papa Julio II), cuando, con 57 años y en la plenitud de su carrera artística, conoció a Tommaso Cavalieri, un joven que desde siempre había admirado el talento de Miguel Ángel. Ambos mantuvieron una relación de 30 años que pasó por diversas fases; comenzaron como amantes y terminaron con una amistad y una fidelidad, que se prolongó hasta la muerte del artista. Tommaso fue su mejor amigo, incluso cuando ya estaba casado y con hijos.

¿Qué conservamos de esta relación?

Te preguntarás que materia, qué pruebas quedan de este amor. Conservamos:

  1. Un conjunto de dibujos que Miguel Ángel realizó expresamente para Tommaso como el más preciado de los regalos. Entre todos destaca el dibujo «El sueño», por la fuerza que desprende a través de sus líneas.
  2. Cartas, poemas y sonetos que el artista enviaba al joven. Gracias a estos escritos descubrimos que Miguel Ángel era también un magnífico escritor… demostrando que prácticamente ninguna disciplina se le escapaba a este genio. De hecho, sus poemas, dicen, inspirarían al mismísimo William Shakespeare.
fragmento de El Sueño
Detalle: «El Sueño», Miguel Ángel

¿Qué hay de cierto en esta relación?

Para Stephanie Buck, directora de The Courtald Gallery: «No hay pruebas de nada y resulta muy improbable que el amor entre ambos llegara a consumarse de forma sexual». Una de las razones de peso que argumentan esta idea es el hecho de que para Miguel Angel el arte debía implicar abstinencia sexual. Es más, en una de sus cartas Miguel Ángel le dice a al joven Tommaso: «Mi amor es casto».

¿Quieres conocer algunas de las más hermosas palabras que se dedicaban Miguel Ángel y Tommaso?

Realmente el amor platónico que se profesaban el uno por el otro quedó perfectamente reflejado en sus cartas. A continuación te ofrecemos algunos retazos que dan buena muestra de ello.

Miguel Angel: «Si añoro día y noche sin intermisión estar en Roma, es meramente para volver a la vida, algo imposible sin el alma. Mi corazón está por primera vez en las manos de aquel a quien he confiado mi alma».

Tommaso Cavalieri: «Juro retornarle su amor. Jamás he amado a un hombre más de lo que lo amo, y jamás he deseado una amistad más de la que deseo la suya».

Capilla Sixtina
Capilla Sixtina

Una interesante exposición en The Courtauld Gallery en el 2010 nos mostraría a través de este magnífico legado la relación entre el artista y el joven Tommaso.

Si te gusta el arte y las curiosidades, no te pierdas: Las chicas guapas de Matisse, como siempre en Supercurioso.

9 Comentarios

  1. El Papa que encargó a Miguel Angel los murales en la Capilla Sixtina era Julio Ii (el Papa Guerrero) incluso le encargó su monumento funerario, al que Miguel Angel solo alcanzó a esculpir el famoso Moises, terminando sus discipulos la obra faltante…

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