Seguro que en algún cuento de tu infancia aparecía un caballero andante y, posiblemente, era representado en las imágenes como un heroico militar medieval con una gran espada, una sólida armadura y cabalgando sobre un impresionante corcel. Los adjetivos «andante» o «errante» era adjudicado a todos aquellos legendarios militares medievales que vagaban por el mundo en busca de aventuras con el fin de demostrar que eran poseedores de las virtudes más nobles.
Pero, ¿te has preguntado en alguna ocasión de dónde surgió la idea del caballero andante? ¿Sabías que cuando hoy decimos que alguien ha tenido un comportamiento «caballeroso» estamos equiparando su actuación con la de un mítico Caballero Andante medieval? Acompáñanos en Supercurioso para conocer qué o quién era El Caballero Andante, un militar legendario.
La figura del Caballero Andante y los legendarios militares
1. Origen del término Caballero Andante
La primera vez que aparece el término «caballero andante» o «caballero errante» en la literatura se rastrea en un manuscrito inglés fechado en torno a 1400 titulado «Sir Gawain y el Caballero Verde». En este poema encontramos la frase «…dio la bienvenida al caballero errante». El caballero era, en la Edad Media, la persona de origen noble, poseedor de un caballo, que formaba parte de la hueste de un señor feudal o directamente del rey. Durante la época de las cruzadas, fueron muchos los caballeros que formaron parte de órdenes como los Templarios o los Hospitalarios, que fueron Órdenes de caballería y tenían un código de honor.
El Caballero Andante debía pertenecer originalmente a una de esas órdenes. Los historiadores creen que el Caballero Andante como lo vemos reflejado en la literatura medieval jamás existió. Es una mitificación romántica que recoge un hecho histórico: el empobrecimiento de la aristocracia feudal durante el paso de la Alta Edad Media a la Baja Edad Media. En ese ínterin y durante la Baja Edad Media, muchos caballeros quedaron sin ocupación y se empleaban como mercenarios en aquellos conflictos en los que se necesitaban caballeros e iban «errantes» o «andantes» de un lugar a otro.
2. Normas y obligaciones del Caballero Andante
A partir de los rituales que los Caballeros seguían para integrarse en la Órdenes Militares, se crearon los mitos sobre los rituales del caballero andante. Las órdenes de caballería tenían un código de honor por el que ser regían y por tanto el Caballero Andante o Caballero errante también. Aquí tienes una relación de las obligaciones y rituales más comunes por los que pasaba un Caballero Andante:
- Velar las armas: el velar las armas consistía en pasar una noche de oración ante el armamento que iba a utilizar en el futuro el caballero andante.
- Ser armado caballero: una ceremonia de investidura que implica un vasallaje. El rey o señor, tras la velación de las armas, con su espada nombraba caballero al postulante.
- Actuaba por orden de su señor: en algunos casos no seguían su propia iniciativa, sino que cumplían los objetivos marcados por su señor.
- Actuaba por compromiso moral con su amada: los Caballeros Andantes solían elegir una dama a la que hacían la promesa de seguir una conducta caballerosa y a ella se debían moralmente.
- Los viajes: por lo general cubría grandes distancias en su afán de resolver entuertos y proteger a los desfavorecidos. Los viajes son una de sus características por ello el apelativo de Andante y como en general eran sin rumbo fijo, en inglés se le denomina «errant», errante.
- Actuaciones: podían tener un objetivo concreto o dejarse llevar por el azar o destino. Enmendaban injusticias, protegían a los menos favorecidos de la sociedad que en aquellos momentos eran las doncellas, los huérfanos y las viudas.
- Adquisición de fama y honor: todas las hazañas que realizaba el Caballero Andante se convertían en fama y en prestigio para él y con ello aumentaban su honra y su honor. Según las creencias medievales, el haber actuado de esta manera suponía un lugar seguro en la Gloria una vez fallecidos.
3. Caballeros Andantes famosos
A lo largo de la Edad Media, el Caballero Andante pasó de ser ese mercenario que vendía su espada al mejor postor, sin importarle que fuera «cristiano» o «sarraceno», a convertirse en un arquetipo que poco tenía que ver con la realidad. El salto a la literatura a través de los cantares de gesta, los poemas líricos de los trovadores provenzales o las leyendas como las que forman parte del Ciclo Artúrico fijaron el patrón de lo que se dio en llamar Caballero Andante o Caballero Errante. Este tipo de personaje mítico es parte del folclore europeo. El propio San Jorge es el prototipo del Caballero Andante.
Cervantes, en El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, a través del propio Don Quijote, nos da una lista de lo que la literatura de caballerías había creado. Los más famosos son los Caballeros de la Mesa Redonda, compañeros del Rey Arturo, entre los cuales destaca Lanzarote del Lago, y también cita a Amadís de Gaula, Tirante el Blanco o Felixmarte de Hicarnia.
El mismo Don Quijote, en su locura, trata de emular las gestas de un perfecto Caballero Andante: «Esto, pues, señores, es ser caballero andante, y la que he dicho es la orden de su caballería; en la cual, como otra vez he dicho, yo, aunque pecador, he hecho profesión, y lo mesmo que profesaron los caballeros referidos profeso yo. Y así, me voy por estas soledades y despoblados buscando las aventuras, con ánimo deliberado de ofrecer mi brazo y mi persona a la más peligrosa que la suerte me deparare, en ayuda de los flacos y menesterosos».
En la actualidad, para ser un caballero o tener un comportamiento caballeroso, no se necesita poseer un caballo ni cumplir los antiguos rituales. Basta con tener un código de conducta educado, amable, gentil y solidario. ¿Qué te parecen los ideales del Caballero Andante? ¿Crees que en la actualidad hay hombres y mujeres que tienen actitudes similares de defensa del débil y de lucha contra las injusticias muy semejantes a las de los caballeros andantes? ¡Comparte con nosotros tu opinión! ¿Quién crees que hoy podría ser llamado o llamada Caballero Andante?