En los últimos días hemos sido testigos de numerosos titulares que hablan de la caravana migrante en la que cientos de hondureños se dirigen a Estados Unidos, enfrentándose a dos mil kilómetros repletos de obstáculos y peligros. Aunque las caravanas organizadas han tenido lugar en varias ocasiones durante los últimos años con el objetivo de crear conciencia sobre las condiciones infrahumanas de América Central, es esta última la que ha evidenciado especialmente la brecha que existe entre la concepción de los migrantes y la de los refugiados.

En Supercurioso creemos que es imprescindible entender las diferencias que existen entre estos dos términos para comprender la problemática actual. Si quieres descubrir el alcance de esta confusión, no te pierdas la información que te brindamos en este artículo.

«La Caravana» evidencia la diferencia entre migrantes y refugiados

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Hondureños dirigiéndose hacia el norte en la «caravana», 18 de octubre de 2018. Reuters/Edgar Garrido.

Desde el golpe de Estado que tuvo lugar en 2009, Honduras se ha convertido el país de tránsito por excelencia para los envíos de cocaína hacia el mercado estadounidense y, por extensión, también se ha constituido como uno de los países más peligrosos del mundo. Sus ciudades se encuentran sometidas al control de pandillas que operan bajo un sistema de seguridad fallido y buena parte de su población no solo vive en un estado de pobreza sino también en un clima de amenaza constante. Es por este motivo que la caravana se ha convertido en una evidencia física de un problema estructural de estas sociedades que vulnera los derechos humanos de sus ciudadanos.

Sin embargo, la caravana de centroamericanos hondureños es ampliamente referida como «caravana migrante», una expresión errónea que, como venimos anunciando, puede llevar a enormes equívocos: y es que el hecho de que sus integrantes no huyan de una guerra declarada no significa que no huyan de condiciones similares e incluso peores. No tener en cuenta este matiz puede afectar enormemente al abordaje de la problemática, ya que mientras los migrantes son tratados según las leyes pertinentes, los refugiados necesitan protección para poder llevar una vida mínimamente digna.

El importante matiz entre los migrantes y los refugiados

  • ¿Qué es un refugiado? Es una persona que ha huido de su país y que no puede o quiere volver a causa del temor por ser perseguido por su condición; ya sea la raza, la religión, la nacionalidad, la política o el grupo social particular.
  • ¿Qué es un migrante económico? Es alguien que abandona su país de origen para encontrar una vida mejor en otro lugar. No huyen de ninguna persecución y, por lo tanto, no tiene derecho a recibir protección internacional.

Al englobar a los refugiados con los migrantes en un mismo foro, y teniendo en cuenta las definiciones especificadas, se respalda implícitamente la idea de que la migración es un problema y que todos los migrantes tienen problemas. El principal problema, sin embargo, viene cuando algunos afirman que un refugiado es aquel que huye necesariamente de una guerra. Y aquí surgen algunas dudas: ¿es necesario que una guerra sea declarada para que ésta sea considerada como tal? ¿Es necesario que un refugiado huya de una guerra declarada para que reciba la atención necesaria?

Al respecto, cabe tener en cuenta que los índices de violencia homicida en Honduras y El Salvador son ampliamente superiores a algunos países con una guerra declarada y reconocida. Y es que la importancia del clima de amenazas, intimidaciones, asesinatos, extorsión, reclutamientos forzados en las escuelas y el ambiente general de miedo e inseguridad no puede ni debe continuar siendo minimizado durante más tiempo. Y los refugiados no pueden ni deben continuar siendo catalogados y tratados como migrantes.

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México erigido como un gran campo de refugiados

En definitiva, podemos afirmar que ésta ha sido una crisis mal-denominada migratoria pese a la evidencia de que el problema es de naturaleza distinta, y que se ha presentado como un problema de gestión de migrantes en vez de un problema de protección de víctimas que deben ser tratadas como refugiadas.

Y es que si bien es cierto que el conflicto que vive el país es diferente a los de Oriente Medio o África, el impacto en la vida de sus ciudadanos es igualmente catastrófico. Por ello, las solicitudes de asilo de centroamericanos no deja de crecer y, mientras tanto, México, que asume gran parte de la resolución del problema, poco a poco está convirtiéndose en un gran campo de refugiados.

Como siempre, te animamos a que nos dejes un comentario con tus impresiones. ¿Cuál es tu visión del fenómeno? ¿Crees que las instituciones internacionales están ofreciendo las mejores respuestas posibles? ¿Opinas que existe una confusión real entre fenómenos de migración? Déjanos todas tus aportaciones, y las leeremos con sumo interés.