De contrariedades, escándalos, conspiraciones y secretos está configurada la Agencia Central de Inteligencia del gobierno de Estados Unidos, una institución que ha dejado un vasto material para la polémica en las últimas décadas. Todo después de que se filtrara una serie de información confidencial con la que hemos podido conocer detalles muy escabrosos sobre sus experimentos.
Uno de ellos es el la Operación Midnight Climax, para la cual la CIA contrató prostitutas como parte del programa de investigación para el control mental MK Ultra. ¿Y cuál era el rol de estas mujeres? Te sorprenderá saber la función que le designó la CIA para cumplir con su propósito.
La CIA contrató prostitutas para llevar a cabo sus experimentos de la Operación Midnight Climax
En la década de los cincuentas, los agentes de la CIA realizaron múltiples experimentos que involucraron drogas muy potentes y a unos cuantos desafortunados en el contexto del Proyecto MK Ultra, un programa de investigación sobre el uso de estupefacientes en interrogatorios, así como el poder de estos en la modificación de la conducta. Estos estudios se hicieron con el pretexto de convertir los hallazgos en aportes para la seguridad de la nación, copiando estrategias de líderes comunistas de la Unión Soviética, China, Corea del Norte y Cuba.
El proyecto comenzó en 1953 con la aprobación del director de la CIA Allen Dulles. Inicialmente usaron narcóticos como la heroína, LSD y el pentotal sódico (suero de la verdad) en personas que supuestamente se habrían ofrecido como objeto de estudio. No obstante, a medida que avanzaba la investigación se hacía más difícil encontrar voluntarios. Fue entonces cuando nació la ilegal Operación Midnight Climax, establecida por el Dr. George Hunter White, y con experimentos que se volvían mucho más complejos.
Para esta etapa, la CIA contrató a prostitutas de San Francisco, de esta manera resultaba más sencillo atraer hombres en el área. Eran clientes de burdeles administrados por la misma agencia, en los que las mujeres les suministraban grandes dosis de LSD en bebidas, acatando órdenes, mientras los agentes observaban su comportamiento en algún rincón de los clubes. Esto se desarrollaba sin el consentimiento de la mayoría de los usuarios, y lo que es todavía más escandaloso: sin una supervisión médica apropiada.
Sólo en algunos individuos la participación fue consensuada. Pero en estos casos, su suerte no era mejor que la de los usuarios desprevenidos, ya que los agentes procedían a encerrarlos en pequeñas cámaras para suministrarles durante 77 días seguidos distintas dosis de LSD, sometiéndolos a torturas y a cualquier tipo vejaciones.
La vida de al menos unas 40 personas que fueron parte de estos experimentos estuvo en riesgo. Se conoce que uno de ellos sufrió un daño psicológico tan severo, que se suicidó saltando del piso 10 de un hotel.
Finalmente, el LSD fue descartado por los investigadores como una forma efectiva para lograrar el control mental, por ser de carácter impredecible. A comienzos de los 70’ todos los informes relacionados al programa MK Ultra, junto con información de más 150 programas financiados individualmente por la agencia, fueron destruidos.
La CIA se encontraba en una posición delicada cuando estos experimentos llevados a cabo contra toda norma dejaron de ser un secreto. En 1975 la Comisión Rockafeller hizo público que la agencia había realizado numerosos estudios con humanos, con al menos una muerte reportada, como parte de un programa para influir en el comportamiento de sujetos con drogas psicoactivas, entre otros medios químicos y psicológicos, para dar punto y final a estos programas. ¿Lo habrán logrado en realidad?
Es difícil tener certeza de ello…
La CIA contrató prostitutas para suministrar estupefacientes a clientes “inocentes”, sin considerar los riesgos, lo cual nos hace preguntarnos qué otras cosas faltará por descubrir de esta agencia, cuya política se resume con la popular frase “el fin justifica los medios”. ¿Conocías sobre la Operación Midnight Climax? ¿Qué opinas de este programa? Nos interesa saber lo que piensas.
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Imagen: Wikipedia.