Cada vez son más las personas que acuden a un quirófano para arreglar aquello que no les gusta de su cuerpo e incluso existen, hoy en día, programas de televisión que tratan sobre operaciones de estética que han salido mal. Cualquier operación siempre es un riesgo y el caso de la estética no es una excepción. La cirugía plástica más peligrosa de todas es el levantamiento de glúteos y de esa temeraria operación queremos hablarte en el artículo de hoy.
El deseo de tener un trasero como Kim Kardasian se está volviendo en un anhelo muy extendido entre las mujeres de casi todas las edades. En los últimos 5 años, se ha llegado incluso a duplicar el número de intervenciones. Sin embargo, ahora sabemos que esta es la cirugía plástica más peligrosa a raíz de un suceso ocurrido en Miami donde murió una paciente después de ser operada para levantarle los glúteos. A raíz de eso, se han podido analizar los riesgos asociados a este procedimiento quirúrgico.
¿Porqué el levantamiento de glúteos es la cirugía plástica más peligrosa?
Según explica la Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos, la cirugía plástica más peligrosa, es decir, el levantamiento de glúteos, tiene la tasa más alta de muerte del conjunto de operaciones estéticas, incluida la mamaria que posee el numero más alto de intervenciones.
¿En qué consiste el levantamiento de trasero?
Aunque se crea lo contrario, no siempre se trata de una operación superflua hecha solo por razones superficiales, como parecerse a las Kardasian. En ocasiones, el paciente busca recomponerse después de una gran pérdida de peso o una desfiguración grave después de una enfermedad o accidente. En cualquiera de los casos, el procedimiento es el mismo e implica el mismo riesgo.
La cirugía plástica más peligrosa consiste en tomar grasa de las áreas del cuerpo donde hay excedente y se trasplanta a los glúteos para agrandar o modelar su tamaño o forma.
Para que esta operación tenga éxito, el injerto de grasa necesita una importante hidratación, por eso motivo se suele inyectar en el tejido que tiene un suministro de sangre. Podría inyectarse en otra grasa, pero correría el riesgo, en un 90%, de que fuera absorbida por esta. Así que la manera de asegurar las posibilidades de que la grasa no se mueva del sitio es inyectándola en el músculo pero, lamentablemente, es ahí donde se corre el riesgo y lo que convierte esta operación en la cirugía plástica más peligrosa de todas.
Lo que hace que ésta sea la cirugía plástica más peligrosa es que si se comete un error puede acabar en la muerte del paciente o en sufrir problemas realmente graves. El hecho de inyectar grasa en las nalgas es algo muy peligroso si no se hace correctamente. Estos problemas graves de los que te hablamos incluyen la embolia. Si la grasa que se inyecta llegara al torrente sanguíneo, podría bloquear un vaso. Si llegara a los pulmones, bloquearía la entrada de aire y dejaría de entrar oxígeno al torrente sanguíneo, mientras que si ocurriera en el cerebro, podría llegar a causar un derrame cerebral. En ambos casos la consecuencia es la muerte.
Hay otro factor importante a la hora de tener o no problemas en quirófano. La mayoría de los cirujanos estiman que 300 ml (para que te hagas una idea es algo menos que una lata de refresco) es la cantidad segura. Solo cirujanos experimentados son capaces de barajar otras cantidades mayores, llegando incluso al litro. Aunque, como decíamos, es mucho más arriesgado.
¿Qué hace que esta sea la cirugía plástica más peligrosa?
En 2017 se encuestó a 692 cirujanos de todo el mundo para conocer la tasa de mortalidad de los pacientes sometidos al levantamiento de glúteos. Ellos informaron que a lo largo de su carrera médica se habían encontrado con 32 casos de muerte por embolia y 103 casos que tuvieron resultados graves, aunque no mortales. Seguramente este número sea mucho más elevado, ya que probablemente no se haya informado de todos.
La embolia se ha identificado recientemente como una de las principales causas de muerte en la cirugía estética. En 2015, un estudio concluyó que, con casi total seguridad, se produce como resultado de los daños en los vasos sanguíneos de los glúteos durante el procedimiento, hecho que permite a la grasa entrar en el torrente sanguíneo. Los autores del estudio recomendaban que
«la lipoinyección de glúteos se realice con mucho cuidado, evitando las inyecciones en los planos musculares profundos».
¿De verdad vale la pena el riesgo?
Cuando alguien se decide a someterse a este tipo de intervención, debe tener muy claros los riesgos y sopesarlos bien con los beneficios, especialmente cuando se trata de beneficios únicamente estéticos. En el caso del levantamiento de glúteo brasileño, que es la modalidad más extrema, hay que tener en cuenta que los riesgos superan con creces los beneficios.
Sin embargo eso es difícil de controlar con la sociedad que tenemos hoy en día tan obsesionada con la belleza y el físico, donde los riesgos, a menudo, no se tienen en cuenta. Por eso es importante apelar a la ética de los profesionales y hacer hincapié en la importancia de que sean los cirujanos los que hagan ver al paciente los riesgos, sobretodo en la cirugía plástica más peligrosa, el levantamiento de glúteos, los cuales puedes ejercitar y quizás así mejorar lo que pueda estar causándote el deseo de cambiar su aspecto, evitando riesgos.
¿Qué opinas tu? ¿Crees que están justificadas este tipo de intervenciones? ¿Te someterías o te has sometido alguna vez a alguna operación estética? ¡Cuéntanos! Estamos deseando leerte.