En contra de la creencia popular, la ballena azul, el animal más gigantesco del mundo, no siempre fue la criatura más imponente del océano. Hace millones de años, estos mamíferos solían tener una talla que dista mucho de la que gozan hoy en día y, por mucho tiempo, su evolución fue un misterio para los investigadores. Sin embargo, finalmente la ciencia tiene una teoría plausible sobre cómo llegaron a crecer tanto y convertirse en ejemplares tan grandes las ballenas azules. ¿Nos acompañas a descubrir en qué consiste?
Científicos tienen una nueva hipótesis sobre cómo llegaron a ser tan grandes las ballenas, alcanzando su descomunal tamaño actual
Puede resultar difícil asumir realmente las dimensiones de la ballena azul, el animal más grande que existe. Este enorme mamífero puede medir hasta 32 metros de largo, tener una lengua que puede pesar tanto como un elefante,y tener un corazón del tamaño de carrito de golf, que bombea sangre por un cuerpo de casi 200 toneladas. Pero mientras que hoy nos cuesta incluso pensar que sean tan grandes las ballenas azules y hoy sean los entrañables gigantes del mar, no siempre fueron tan colosales.
Durante la mayoría de los 30 millones de años que las ballenas han ocupado la Tierra, estos mamíferos por lo general llegaban a, aproximadamente, 9 metros de longitud. No fue hasta hace unos 3 millones de años que el clado de ballenas experimentó un crecimiento evolutivo, triplicando su tamaño. Este cambio tenía a los científicos asombrados y completamente desorientados, pues no habían logrado encontrar una causa concreta que pudiera haberlo provocado.
Un estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B podría ayudar a cambiar esta situación. Los investigadores, , examinaron los registros fósiles y estudiaron los modelos filogenéticos (relaciones evolutivas) entre las ballenas, y encontraron algunas pruebas de que el cambio climático pudo haber sido el catalizador que convirtió a los grandes animales en gigantes.
Según su teoría, a medida que las Edades de Hielo pasaban y los océanos recibían escorrentía rica en nutrientes, las ballenas encontraban un creciente número de krill, esas criaturas pequeñas y similares a los camarones que son una fuente de alimento vital para ellas. Cuanto más krill había, más comían y más crecían, mientras sus cuerpos se adaptaban con el tiempo a las nuevas condiciones. En este proceso, sus bocas se hicieron más grandes y sus depósitos de grasa aumentaron, ayudándoles a realizar migraciones más largas a otras áreas ricas en alimentos. Algo muy necesario, pues pienso que a día de hoy, las ballenas azules comen hasta cuatro toneladas de krill diarias. En el siguiente vídeo puedes ver cómo se alimentan de él:
Si el cambio climático ha puesto a los antepasados de la ballena azul en el camino al enorme tamaño que tienen hoy, el estudio invita a la pregunta de qué les podría pasar en el futuro. Los cambios en las corrientes oceánicas o la temperatura podrían alterar la cantidad de nutrientes disponibles para las ballenas, reduciendo drásticamente su suministro de alimentos. Además, la demanda de aceite de ballena en el siglo XX provocó que experimentaran una gran merma en su número. Sin embargo, los científicos tienen esperanzas que los cambios adicionales en su ecosistema oceánico no releguen esta especie a la historia y que terminen adaptándose de nuevo. Eso sí, sin perder de vista el dolor que está causando nuestro impacto y que deberíamos cambiar nuestra forma de relacionarnos con el medio ambiente, para asegurarnos de que todas las especies sean respetadas y puedan sobrevivir.
¿Qué te ha parecido el posible motivo del cambio de tamaño en las ballenas?
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Imágenes: Wikimedia Commons